Prólogo.

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Llegaba del entrenamiento matutino el joven de cabello oscuro. Cansado por prepararse para el torneo próximo, y no haber tenido un buen horario de sueño últimamente, se sentó en su lugar y sus ojos se clavaron en un pedazo de hoja arrancado doblado por la mitad, con curiosidad lo abrió.

"He notado que tienes ojeras bajo tus lindos ojos. Dormiste bien? Por favor, descansa mejor, Takahashi."

Gruñó pensando que sería una broma de sus compañeros, y por un momento pensó en arrugarlo y tirarlo a su mochila, pero la caligrafía estaba tan bien cuidada que sabía que no eran ellos.
El mensaje le pareció tierno, por lo que guardó ese pequeño mensaje entre las hojas de su libreta.

Ahora tenía una duda que no lo dejaba concentrar en las extrañas matemáticas: ¿quien le dejó tal nota?

Palabras a Ran Takahashi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora