VI

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Jue llego a casa. Su madre estaba sirviendo la cena en la mesa. Jue no podia sacar de sus pensamientos a Taehyung y el hecho de que se haya quedado sin reaccionar un buen tiempo y que las lagrimas salieron sin saber el porqué.

—¿Sucedió algo hija?—preguntó su madre.

—Solo, solo estoy cansada y muy hambrienta—dijo dándole una sonrisa a su madre.

—Puedes tomar un baño después de comer, para que no se enfríe la cena.

—Te tomaré la palabra mamá—dijo Jue y se sentó, dejando su bolso en el mueble.

La señora Kal pasaba sus tardes pintando, era un pasatiempo que la hacía olvidarse del dolor de su corazón, extrañaba a su esposo y agradecía que su única hija quisiera estar con ella. Quizás solo sea por un tiempo y eso era más que suficiente para la señora Kal, estar cerca de su hija era el único momento donde su corazón estaba tranquilo, seguramente estaba siendo una mala madre, iba a recuperarse porque no solo ella estaba sufriendo la pérdida de su esposo, si no también su hija, aunque mostrará tanta serenidad.

—¿Estas retomando la pintura?— preguntó Jue.

Jue había visto algunos cuadros invadiendo la sala del apartamento. Eran muy bonitos, aunque había algunos a los que no podía entender la profundidad que daban, aun así ella disfrutaba cuando su madre hablaba del arte tan apasionadamente.

—Venderé las pinturas y ayudaré con los gastos de la casa.

—Madre no... no es necesario mamá, estamos juntas no te esfuerces de más.

—Déjame sentirme útil, además ya tengo algunas contratadas.

—En ese caso, no puedo negártelo.

—¿Te haz encontrado al hijo del señor Kim? —preguntó curiosa su madre.

—No madre, bueno... es solo que no le conozco para saber quien es el hijo del señor Kim.

—Bueno, ya le agradecí al señor Kim, eso debe ser más que suficiente.

—Creo que si... no te preocupes tanto mamá.

—La señora Kim, nos invitó a una cena... ellos vendrán a Seúl pronto, así que acepté... no se como estarás con el trabajo, pero ellos lo entienden perfectamente... sin embargo, yo no puedo negarme, han sido muy buenos.

—Espero tener libre para esa fecha... me gustaría conocerlos, papá siempre lo mencionaba.

Cuando terminaron de cenar, Jue miró a su madre.

—Mamá, cuando era niña... ¿alguna vez dije algo muy extraño?

—Cariño ¿a que viene esa pregunta?

—Tu una vez me dijiste que yo era muy inteligente de niña.

—Lo eres, tu padre daba clases de inglés y francés los fines de semana y te llevaba, porque tu llorabas mucho si él se iba sin ti... así que cuando menos lo esperamos tu entendías bien el inglés y el francés.

Jue sonrió, lo más probable era que eso ella lo había aprendido en su vida pasada, a su memoria venían imágenes de lugares, personas que luego olvidaba con rapidez y el único recuerdo que le atormentaba era los gritos en aquel avión.

—Le tenias miedo a los aviones, tu padre y yo nos preocupamos mucho cuando nos mudamos a España... pero estuviste tranquila, creo que ese miedo se fue mágicamente—dijo su madre.

—Creo que si—Jue no mentía, no era que le tenia pánico a los aviones, si no que estaba esa pesadilla.

—Deja eso—dijo la señora Kal cuando su hija tomó los platos de la mesa—toma un baño, mañana también iras a trabajar.

Jue dejó a su madre y se fue a tomar un baño.

¿Por qué la miró de esa manera ese chico? ¿La conocía? Y ¿Por qué había llorado ella?

Jue se sumergió en la bañera.

"No tiene caso pensarlo tanto"

Taehyung estaba secando su cabello con una toalla, se miró al espejo. Su celular sonó, era la señorita Lu. Era la señorita Lu muy hermosa, cualquier hombre quisiera ser su pareja y Taehyung estaba dándole vueltas y no formalizaba con ella. Se excusaba en que no quería alborotar la prensa, no quería lidiar con los comentarios en las redes, no quería ser hostigado. Jungkook una vez le había dicho que era mejor un perfil bajo y no mentía.

Contestó la llamada.

—Lu... ¿Ya estas descansando?

—Taehyung, si ya lo estoy... en dos semanas hay un evento en el teatro, música clásica. ¿Te gustaría acompañarnos?

—¿Te refieres a ir con tu familia?

—Si, claro si estas libre, mi padre aun no sabe de... lo nuestro.

Taehyung ya no podía seguir dándole tantas vueltas, al final del día era Lu la chica que estaba para el, era dulce, y aunque se había repetido en su cabeza que ella no quería nada serio con el, en el fondo el sabia que Lu lo amaba.

—Dejame... déjame ver como estoy de trabajo ese día, te avisaré en cuanto este seguro.

—Taehyung... puedes venir a mi apartamento cuando quieras... lo sabes ¿verdad?

—Lo se Lu... descansa.



















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