All I Want

XVI

Jue se había ido a trabajar, era viernes, habia pasado dos semanas desde que fue a buscar a Taehyung. Su madre la señora Kal le había dicho que se quedaría unos días más con su hermana y la razón estaba en que su tía estaba enferma.
También había una invitada que esperaba ese día y habia sido la felicidad de Jue.

—Ya estoy en el aeropuerto y te juro que no entiendo nada, siento que hasta olvidé mi inglés.

—No exageres Marie, voy de camino.

Jue llegó al aeropuerto y abrazó a Marie como nunca, las lagrimas fueron inevitables. Desde que Jue se había mudado a Corea no la había tenido tan cerca como ahora. Jue no podia dejar de llorar.

—Son de felicidad lo juro— dijo Marie.

Ambas rieron y siguieron abrazándose.
Luke no había podido ir por el trabajo.
Solo faltaba el para que estuvieran juntos los tres como en los viejos tiempos.

—Vamos a comer que seguramente tienes mucha hambre— dijo Jue a su amiga.

—Lamento no avisarte con tiempo.

—No importa, ha quedado perfecto porque es cambio de periodo en la universidad. Así que podré pasar contigo estos días.

Jue conducia y Marie no paraba de hablar y ella de reír, Marie era parlanchina como ninguna y habia un carisma en ella tan radiante.

—Me gusta el trabajo que tengo aunque no me creerás lo que voy a decirte... me ofrecieron venir a Corea.

—¿Del trabajo?

—Si, pero voy a rechazar la oferta.

—¡Oye! Que pasa contigo, aquí esta tu mejor amiga y también... ¿no querías venir a vivir un tiempo aquí?

—Me encantaría, pero no hablo el idioma y ellos solo me brindan hasta fin de año para aprender el idioma.

—Tomate tu tiempo, y toma una desicion después de estas pequeñas vacaciones, así verás la comida y la cultura de Corea.

Jue la llevo a uno de sus restaurantes favoritos, y luego pasaron a hacer unas compras. Cuando estuvieron en el apartamento Marie no dudo en ver la vista.

—El apartamento es pequeño pero tiene lo necesario.

—Me hubiese gustado ver a tu señora madre.

—Será en otra ocasión.

—Sabes me encontré con Tom, sigue siendo un idiota.

—Hace mucho no se de el.

—Lo mejor de esto es que terminaste con él, fue un idiota.

—Me platicaste que te gustaba un chico.

—Y que bueno que lo dices en pasado, porque dije eso antes de conocerlo bien.

—Creo que cuando menos lo esperas puede llegar.

—¿Ah si? Pues espero que nunca llegue, estoy decidida a quedarme sola de por vida.

—No digas eso—dijo Jue mientras abrazaba a Marie.

—Tengo tan mala suerte, es como si fuera un imán para los idiotas, y en parte es mi culpa pero ya sabes, el típico comentario que nunca falta... ¡Oh! ¿Eres latina? Woh eres sexi, ya sabes sinónimo de fácil y me harta.

—Una vez dijiste que te gustaría regresar a tu país.

—Jamás, y darle el gusto a mis padres de que tenían razón.

Marie era hija de unos reconocidos doctores en virología, y ellos querían que ella estudiara algo relacionado con la ciencia, hasta su nombre era como el de esa científica, y siendo ella hija única se había convertido en la decepción de sus padres.