𝕿𝖗𝖊𝖎𝖓𝖙𝖆 𝖞 𝖙𝖗𝖊𝖘

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El omega estaba sorprendido, no se esperó que el alfa le propusiera tal cosa; las lágrimas recorrían sus mejillas y el silencio que este daba empezaba a poner nervioso al contrario que se encontraba arrodillado.

—Sí... —susurró el omega después de un largo silencio—. ¡Si acepto! 

Tras decir eso, se levanta y le pone el anillo, para después abrazarlo con cuidado de no lastimarlo.

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—Su majestad ¿Está seguro de querer hacer esto? —un hombre le pregunta a su rey.

—Sí... de todos modos ya estamos en Seúl; mira, allá se ve el castillo donde Oh tiene a mi hijo —sonríe con malicia.

—No sé si sea buena idea que usted este aquí.

—Ustedes estarán contra las tropas de Seúl, Goyang y Daegu, mientras yo entro al castillo a matar con mis propias manos a Oh —ordena el rey.

—¿Sólo a Oh, verdad? —pregunta nervioso el hombre.

—A todos los que estén involucrados en esto —dice frunciendo el ceño.

— Pero hay bebés en el castillo, la pareja de Kim no tiene nada que ver en esto —explica el hombre, pues tampoco es cómo si quisiera que su rey matara a todos.

—Dije que todos... —y tras decir esto, el rey se aleja de aquel hombre.

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JongIn y Yìxíng se habían llevado a ChanYeol a un paseo por el castillo, dejando a SeHun solo con JongDae y JunMyeon.

Los tres platicaban animadamente sobre lo del futuro compromiso y de paso platicaban un poco de como había sido la boda de los Kim. Todos se detienen cuando el menor suelta un quejido y posa su mano en su vientre.

—¿Estás bien? —pregunta JongIn.

—N-No, me d-duele —y después de decir eso, agua cae al piso.

Se miraron entre sí y es en ese instante que reaccionan; Yìxíng guió a ChanYeol hacia donde era su habitación, mientras JongIn corría con TaeMin en brazos hacia donde se suponía los demás debían estar. JongIn no tocó la puerta y entró, es cuando se da cuenta que los reyes estaban en una junta con los capitanes, parecía importante, pero su mente solo estaba en ChanYeol.

—JongIn ¿Qué haces aquí? — JongDae fue quién preguntó, acercándose a él.

—E-Es ChanYeol —contesta de vuelta, entregándole a JongDae a TaeMin.

—¿Qué pasa con él? —SeHun cuestionó preocupado.

—Ya es hora… — aquellas palabras fueron suficientes cómo para que el rey gruñera y corriera a la habitación.

—Esto es malo... —JaeHyun dice.

—¿Por qué ? —pregunta el omega.

—Porque Busan esta aquí...

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Los capitanes de la guardia estaban afuera de castillo, estaban supervisando cada uno a sus guardias. Cuando de repente, JaeHyun nota cómo SungChan corre hacia donde está él y el pelirrojo preocupado por el rostro pálido de SungChan pregunta:

—¿Qué pasa?

—Busan está aquí, pero hay mucha más gente que la última vez —dice SungChan, preocupando a los tres capitanes.

JaeHyun, JeNo y DoYoung se dirigieron hacia sus reyes, diciéndoles que debían hablar seriamente. Los reyes y los capitanes fueron hacia la sala de reuniones.

—Busan esta aquí —fue lo único que dijo JaeHyun.

—¿¡Ahora!? —pregunta JongDae con preocupación en su rostro.

— Así es, SungChan dijo haberlos visto —DoYoung, capitán de Daegu, dijo.

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El alfa corrió lo más rápido que pudo, podía sentir a través del lazo que ChanYeol lo estaba llamando. Cuando llegó a la habitación, pudo ver a Yìxíng dándole apoyo al menor, quien respiraba con dificultad y soltaba algunas lágrimas.

— ¡ChanYeol! —gritó SeHun, y el menor al verle, sonrió.

— SeHun... —Susurró el omega.

—La partera viene en camino — Yìxíng avisó, saliendo de la habitación.

Ambos se voltearon a ver; a través de sus ojos se transmitían amor. Estaban sonrientes, sabían que el fruto de su amor estaría con ellos pronto, en sus brazos.

—Ya es hora... —susurra SeHun.

La puerta es abierta, pero quien entra es Yìxíng, con rostro preocupado y asustado. SeHun voltea a verle confundido por su preocupación, cosa que nota Yìxíng.

— La partera no puede venir —es lo único que dice el mayor.

—¿¡Qué!? ¿¡Por qué!? —reclama con furia el alfa.

—SeHun, las tropas de Busan están fuera del pueblo, se les prohibió a todos salir de casa —Yìxíng explica.

—¿Q-Qué? ¿B-Busan está a-afuera? —el menor pregunta con dificultad.

—Cálmate, las tropas de Goyang, Daegu y Seúl ya van hacia allá —SeHun dice.

—P-Pero están aquí... —el menor empezó a ponerse nervioso.

—Yeol, Cálmate; por ahora piensa en otra cosa —dice Yìxíng.

SeHun agarraba su mano y le susurraba cosas bonitas al oído.

—Va bien, un poco más  —alentó Yìxíng.

El menor gritaba con fuerza, le dolía, y mucho. Yìxíng seguía diciéndole cómo hacer las cosas mientras el menor solo le hacia caso.

— ¡Ya casi! —gritó con entusiasmo Yìxíng.

— Sólo un poco más... —le susurra SeHun a su omega.

ChanYeol siguió dando todas sus fuerzas. El menor sentía que ya no podía, hasta que un llanto se escucha por toda la habitación.

Luego sintió cómo sus párpados pesan y queda inconsciente.

My King ❦ SeYeolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora