"Sabes que no nos conviene
que la gente sepa
lo que ambos tenemos..."Era un día común y corriente en el Mandalay cuando Hope, desde su radio, hizo resonar en los parlantes "Clandestino".
"Que comemos de una fruta prohibida,
nos encanta y lo sabemos..."En la cocina de la residencia se encontraban algunos alumnos desayunando para empezar el día. Aunque no les gustaba tener que despertarse a esas horas, el programa de Esperanza y su música los alegraba un poco.
"Yo no necesito ningún
otro don Juan
que me abra la puerta cuando
llego a un restaurant..."En una de las tantas mesas del lugar se encontraban Mar, Tefi y Jaz; y, en otra, Rama, Luca y Tacho.
"En San Valentín no necesito
más flores.
Tu calladito pa' evitar
to' los rumores..."Sin embargo, y a pesar de la tranquilidad del ambiente, dos personas escuchaban la canción bastante incómodos.
"Lo nuestro es ilegal y no te
voy a negar
que yo pago la condena por besarte..."La razón de ese nerviosismo era un secreto que ambos tenían y que, como si fuera a propósito, estaba siendo expuesto por la canción, aunque nadie lo notara.
"Sé que a ti te pasa igual
y no me puedes negar.
Yo ya cometí el error de
enamorarme..."Él, tratando de ignorar la inquietud que le generaba el tema, hizo un gesto disimulado. Instantes después, se levantó de su asiento y se fue.
"Yo vine a verte, a entretenerme,
y me robaste un beso
que no piensas devolver..."Ella, entendiendo, esperó unos segundos a que él se alejara, para después pararse y hacer el mismo camino, sin que nadie se percatara.
"Me sentía volando, me iba escapando.
Cuando menos pensaba ya
me estabas abrazando..."Él entró a su habitación, y ella lo imitó con una pequeña diferencia de tiempo.
"Y sigue así, no pares ya.
Te has convertido en una enfermedad..."Apenas la morocha cerró la puerta, el rubio la besó.
"Y sigue así, así nomás.
Que mientras más te acercas,
más aumentas mí ansiedad..."Aunque habían tratado de no levantar sospechas, dos personas estaban siguiendo sus pasos.
"Clan, clan, clandestino.
Así mismo lo quiso el destino.
No busques problemas donde
no los hay, los hay, los hay..."Y esas dos personas, para su mala suerte, eran las únicas que no debían enterarse del secreto. Pero ya era tarde.
"Clan, clan, clandestino.
No te olvides que somos amigos.
Yo busco problemas donde
no los hay, los hay, los hay..."Siempre se dice que la verdad, tarde o temprano, sale a la luz, y esta no iba a ser una excepción.
Thiago y Valeria se habían encontrado frente a la habitación. Aunque fue por casualidad, ambos buscaban lo mismo y, al verse, entendieron todo.
Thiago abrió la puerta, y los dos quedaron impactados por lo que vieron.Thiago: Ah, bueno... -exclamó irónicamente.
Vale: ¡¿Qué significa esto, gatos?! -preguntó, claramente enojada.
Mar y Rama, al escuchar ese grito, se separaron. Cuando los vieron, no supieron que hacer. Habían descubierto su secreto, su amor clandestino.
"Yo busco problemas donde
no los hay, los hay, los hay..."
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Casi Ángeles: Clandestino
Teen FictionUn amor clandestino. Un secreto. Un descubrimiento. Una decisión que tomar. ¿Lograrán estar juntos, o los vencerá el miedo? ¿Podrán confesar sus sentimientos, o deberán mantenerlos ocultos? ¿Un romance clandestino, o una relación predestinada a ser?