Capítulo 5: "Tiempo"

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Finalmente, y luego de cientos de intentos, lo lograron. Había sido difícil para ambos aceptar lo que sentían pero, una vez que lo consiguieron, olvidaron miedos, culpas e incertidumbres. Sin embargo, aquel beso no podía ser eterno, y el Colegio Mandalay se caracteriza por ser un lugar repleto de gente.

Proveniente de la habitación de las chicas comenzaron a escucharse unas voces que sonaban alteradas y que, rápidamente, captaron la atención de Mar y Rama. Al instante, oyeron unos pasos que se aproximaban a la puerta, y eso fue suficiente para que se separaran de inmediato.

Mel: ¡Ya va, gordi! -exclamó ingresando al baño y, al ver a su amiga, agregó:- ¡Mar, que bueno que te encuentro!
Mar: ¿Qué pasó? -preguntó, tratando de esconder su nerviosismo.
Mel: Necesitamos tu ayuda: Luca invitó a salir a Tefy, y tu hermana está como loca porque tiene una hora y media para arreglarse -explicó apresurada.
Tefy: ¡Una hora y cuarto! -corrigió a los gritos desde su habitación.
Mel: Bueno, eso. ¿Nos ayudás?
Mar: Ehh... Sí, obvio -respondió con el objetivo de irse del lugar lo más antes posible.
Mel: Perdón, ¿interrumpí algo? -consultó, ahora sí notando la incomodidad de las personas que tenía enfrente.
Mar: No, nada. ¿Verdad, Rama?
Rama: Sí. O sea, no. Ehh... Yo... mejor me voy. Creo que los chicos me estaban esperando. Después hablamos.

Melody, a pesar de que no entendía la razón de esa inquietud, apenas pudo contener su risa ante la situación.
Rama caminó hacia la puerta de su habitación y, antes de salir, miró a Mar una última vez. Se sonrieron levemente, prometiendo no olvidar lo sucedido.

Mar: ¿Viste? No pasaba nada... -suspiró, relajándose un poco, y cambió de tema- ¿Vamos?
Mel: Dale.

Durante el resto del día, no volvieron a verse. Ambos debieron seguir con sus rutinas, lo que hizo que su próximo encuentro sea a la tarde, en un ensayo que habían programado con la banda.

A lo largo de la reunión, tanto Mar como Rama se mostraron un poco tensos. Jazmín y Tacho suponían la razón, pero Thiago estaba ajeno a los motivos. Sin embargo, eso no hizo que no percibiera la incomodidad, aunque lo asoció a qué Mar y él, cuando se separaron, no lo habían hecho en los mejores términos. Por esa razón, fue el primero en irse luego de practicar la última canción.
Por otro lado, los cuatro Teen Angels restantes se quedaron un rato más, hablando y riendo. En lo que duró la charla, Jazmín comenzó a sospechar que algo raro ocurría con sus amigos, de forma que se acercó a su novio y se lo comentó en voz baja. El creía lo mismo, así que, inmediatamente, se levantaron del suelo, se despidieron y salieron, dejando a los chicos solos para que resolvieran lo que tenían que resolver.
Después de unos segundos de silencio, el que se animó a iniciar la conversación fue Rama, tomando asiento junto a Mar en uno de los sillones

Rama: Creo que tenemos una charla pendiente, ¿no? -Mar asintió con la cabeza.
Mar: Mirá, estuve todo el día pensando en esto, y si te arrepentiste, te entiendo, es todo muy complicado. Están Vale y Thiago en el medio, ¿viste? -comenzó a explicar apresuradamente.
Rama: Mar... -trató de calmarla, pero no lo logró.
Mar: Si Vale se llega a enterar me mata, ¿entendés? Vos sabés como es cuando se enoja, me odiaría...
Rama: Mar...
Mar: También está Thiago... Últimamente, está hecho un estúpido con la Medialuna, pero tampoco quiero que sufra...
Rama: ¡Mar!
Mar: Seguro vos pensaste lo mismo, por eso te dije que si te arrepentiste, está todo bien, lo entiendo, yo...
Rama: ¡MAR!
Mar: ¿Qué?
Rama: Pará un segundo, estás hablando muy rápido.
Mar: Perdón, pasa que... No sé, estoy nerviosa.
Rama: No pasa nada, te entiendo. Y tenés razón en lo que dijiste de Vale y Thiago, estuve pensando en lo mismo, pero llegué a la conclusión de que no me arrepiento de nada. Ni de lo que dije ni de lo que pasó.
Mar: ¿No? -preguntó sorprendida.
Rama: Hoy estaba hablando con Tacho de que no quería volver a repetir los mismos errores. Ya una vez te perdí por no animarme a decirte lo que me pasaba pero, ahora, voy a hacer las cosas diferente -respondió-. No te digo que seamos novios, es muy rápido todavía, pero podríamos intentar algo, no sé, ir viendo. Con probar, no perdemos nada. ¿Qué decís?
Mar: Que es imposible -respondió rápidamente.
Rama: ¿Por qué?
Mar: Ya sabés la razón: están los chicos en el medio, sería un problema.
Rama: ¿Y si no estuvieran? -Mar no contestó, y él agregó:- Te voy a cambiar la pregunta, pero respondé con sinceridad.
Mar: No prometo nada.
Rama: Por favor.
Mar: Está bien, voy a intentar.
Rama: Por un rato, olvídate de Thiago, de Vale, de los demás, de todos. Concentrate sólamente en lo que pasó. ¿Te arrepentís de ese beso?
Mar: No, pero...
Rama: Sin peros, decí lo que en verdad pensás.
Mar: No -contestó luego de unos segundos-, no me arrepiento.
Rama: Entonces, ya está. No perdamos más el tiempo y hagamos lo que sentimos.

Luego de decir esa frase, la besó. Ella lo correspondió, siguiendo sus últimas palabras.

Mar: Ahora... ¿cómo sigue esto? -consultó unos minutos después- Me parece muy raro todavía.
Rama: Dejemos que fluya.
Mar: Me parece bien, pero me da miedo como se lo vayan a tomar ya sabés quienes -exclamó bajando la voz por si había alguien cerca.
Rama: A mí también, aunque... no tienen porqué enterarse -dijo, sonriendo por lo que se le había ocurrido.
Mar: Vos hablas de algo... -hizo una pausa, buscando la palabra correcta- ¿clandestino?
Rama: Había pensado en "secreto", pero "clandestino" me gusta más, le da como intriga -dijo, y ambos rieron.- Entonces, ¿aceptas ser mi algo clandestino?
Mar: Acepto -dijo entre risas-. ¿Vos?
Rama: Creo que ya sabes mi respuesta: acepto.

Ninguno sabía lo que iba a suceder a futuro con ellos, ni si esa relación iba a resultar o no. Lo único que tenían claro era que no iban a perder más tiempo por temor a lo que pudiera pasar.

Casi Ángeles: ClandestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora