Prólogo

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—Que bueno que estás aquí—La abrazó fuertemente como si fuera todo lo que necesitaba en ese momento—hay algo que quiero contarte.

—¿Que pasó?, no me digas que lo conseguiste—Sus ojos brillaban solo de imaginar lo que el chico de 17 años diría.

—Voy a debutar en el fútbol profesional el domingo—Ella lo volvió a abrazar incluso más fuerte aunque pareciera imposible una muestra de cariño más grande.

—Lo lograste, Erick—Sollozó emocionada—al fin lo lograste.

—Eso no es todo—Ella lo miró dudosa, no creía que hubiese otra cosa aún mejor que esa—te prometo que seré un futbolista profesional exitoso , cueste lo que cueste, y tú estarás ahí conmigo.

—No me lo perdería por nada del mundo—Le sonrió—espero no te olvides de mi.

—He estado enamorado de ti desde que tenia 14—La hizo sonrojar, aunque él también lo estaba. Nunca antes le había expresado sus sentimientos de esa manera tan directa—¿cómo podría olvidarte?. Tú tampoco te puedes olvidar de mi.

—Algún día iremos a Europa juntos, ¿verdad?—Le enseñó su pequeño dedo meñique esperando qué él lo tomara como señal de promesa.

—Viviremos juntos en Europa, no lo olvides.

Ambos caminaron abrazados de vuelta a casa, el camino era largo pero entre soñar una vida juntos cualquier camino por largo que fuera se hacía diminuto. No existían distancias largas para ellos.

Laia y Erick se conocían desde los 14 años, cuando ambos estudiaban en el Liceo de Antofagasta y por alguna extraña razón, desde que cruzaron miradas por primera vez siempre supieron que querían y debían estar juntos aunque a su edad parecía una idea tonta de adolescentes en pleno ciclo hormonal, o eso decían.

Siempre lejos pero a la vez tan cerca. El chico emigró a la capital tiempo después, ella lo hizo también pero fue tarde, él ya se había marchado a Italia. Otra vez no coincidían, pero aquello que los mantuvo siempre pendiente uno del otro jamás se esfumó, no se perdió en el tiempo o en los kilómetros que los separaban. Pero si evolucionó en otro tipo de amor, menos intenso quizás.

Nunca se dejaron, pero estar juntos no era una opción aunque ambos sabían que era todo lo que querían. Quizás con el pasar del tiempo entendieron que existen sueños que nunca se cumplirán, pero aprendieron a vivir con ello.

A él le encantaba saber de ella, como aprendió a sobrevivir sola en la capital y formar su propia empresa. Siempre la creyó capaz de todo, y sentía un profundo orgullo cada vez que hablaban sobre cómo iban sus vidas.

Ella no dudó en viajar a Italia a penas pudo, tomó un avión y voló cientos de kilómetros para verlo. Siempre dependientes uno del otro.

Él siempre pendiente de ella, cuidándola como podía desde la distancia, pero hay cosas que no se pueden evitar.

Ella conoció a alguien más, un tipo joven de su misma edad. Como ironía de la vida, el tipo que se presentaba como su mayor amenaza practicaba el mismo deporte, tenía 23 años, era moreno de ojos grandes y sonrisa amplia.

Nada pudo hacer, el chico era cariñoso y le entregaría todo lo que él no podía desde Italia. Su corazón se dividía entre dejarla ser libre, como merecía tal vez, o intentar apostar sus cartas aún sabiendo que podía fracasar, porque los años que jugaban a su favor también lo hacían en contra.

Ella tendría que elegir en algún momento, o su amor de adolescencia o su loco amor de verano.

Una avalancha de dudas la orillarían a tomar una decisión, pero nadie dijo que sería favorable para alguno de ellos.

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HOLIISSSSSSSS
ESPERO LES GUSTE MUCHO ESTA NUEVA HISTORIA 🤞🏻

Elegí al Iván porque lo encuentro terrible minooooo loco, ¿que piensan ustedes?🤭🥴

Posss me cuentan que les parece y como ya se los había escrito por ahí, para dudas, reclamos o sugerencias me deja un mensajito ♥️

Prometo que haré todo lo posible para poder escribir una historia que nos guste a todxs 💜 quizás no suba cap todos los días (o quién sabe 🤭😌) pero será porque me tomaré el doble de tiempo en crear algo bueno en cada capítulo 💞

Besitos bebés, nos leemos pronto 💜.

-Easy on me-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora