Semillas

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No sabía cuánto tiempo había pasado desde que él entró a la habitación para calmar a su Alfa. Sentía su cuerpo cansado, sus piernas temblaban incontrolables, luchaba por respirar y sus manos se extendían fuera de la cama como si buscarán que otra mano lo tomara y lo sacará de ahí. Pero era obvio que nadie podría entrar.

Deku estaba fijado sobre su anatomía, ahora no estaba haciendo nada con su cuerpo pues Bakugo llegó al punto de pedirle entre sollozos que lo dejara descansar un rato, aunque eso no detuviera a las manos resvaladizas que seguían acariciándolo. Si Katsuki no contaba mal apenas tenía 2 días ahí adentro, Joder apenas dos malditos días. Estaba recostado boca abajo mientras intentaba que su cuerpo descanse lo máximo posible, sentía sus piernas entumidas y podía asegurar que su cuerpo estaba repleto de marcas rojas y moradas, nunca le gustó que el peliverde lo marcara durante el sexo. Pero por más que le dijo, gritó realmente, el otro no le hizo caso. Su Omega interior incluso ahora se encontraba recostado panza arriba, ronroneando en su interior con la lengua de fuera, Katsuki no podía sentirse más molesto y humillando en su vida. Podía sentir a través de su lazo que su Alfa estaba alerta, casi lo podía ver en extrema alerta, como si esperara que el rubio corriera a algún lado y estaba listo para correr hacia el. Para correr a cazarlo. 

—Omega~ vamos.. 

—Cállate maldito perro—Katsuki podía asegurar que ahora mismo con el que estaba hablando era el peliverde, o con un poco de la consciencia del hombre.—Dejame tomar un baño por lo menos, estoy asqueroso.

Su piel esta cubierta de fluidos; sudor, saliva y semen lo cubrian al igual que pequeñas manchas de sangre que salian de las marcas de mordidas que adornan su piel canela. E Izuku no estaba mejor, sus hombros, espalda y torso tenían rasguños recientes y marcas de dos incisivos; debiles gotas de sudor seguian bajando de su frente y corriendo libres por su pecho, un débil aroma dulce de la nitroglicerina tambien llenaba la habitación. Katsuki se había rendido a intentar explotarle la cara a su esposo por tres razones: 1) No quería sufrir de tener un lazo roto si es que lo llega a asesinar por accidente. 2) Le pateará los huevos al peliverde cuando esté consciente. 3) Es su jodido esposo. 

Pero mientras planeaba su venganza no se dio cuanta de las acciones del peliverde que volviá a sufrir otra ola de calor. Sobre la cabeza del peliverde dos orejas puntiagudas y de tono verde oscuro comenzaban a emerger, su aroma se hacia cada vez más fuerte llenando de feromonas de nuevo la habitación y sus caricias, antes suves y tiernas, comenzaban a ser lentas y atrayentes, seductoras. Cuando Katsuki y su Omega detectarón el cambio ,el Alfa le estaba abriendo las piernas y se estaba arrodillando entre el espacio en ellas. Su miembro se rozaba con la entrada abusada de color rojizo que se contraía al tacto y una de sus manos subió y lo tomó del cabello de su nuca y jaló. Su otra mano subia en caricias desde su muslo a su entrepierna. Entonces habló.

—Kacchan~ ¿Sabés..? Me gustaria ver tu rostro desfigurado por el placer que recorre tu cuepo cuando embisto profundamente en tu interiror— una sonrisa lasciva surca el pecoso rostro—Quiero ver tus extremidades temblorosas y débiles por el esfurzo—baja un poco el rostro y susurra en su oido—Quiero llenarte de mí y que mi semilla crezca en tu interior.

"Maldita sea"  piensa Katsuki. Sus dientes muerden su labio inferior intentando controlar los débiles gemidos, su entrepierna es acariciada y su cuello es lamido sin cesar; siente la entrepierna precionar con insistencia su agujero y se esta exitando. En situaciones normales. Es él el que domina en la cama, durante el sexo es quien lleva la iniciativa y el agresivo. Ver a un Izuku Midoriya en tal estado es demaciado para su demandante y controladora personalidad; Agresivo, dominante, incontrolable e insasiable... Katsuki por más que quisiera negarlo no puede evitar exitarse por eso. 

Voy a anudarte Omega~

—¡Espera!

En la misma posición, el cuerpo del rubio es obligado a sentarse sobre el miembro contrario, su cuerpo se inclina un poco hacia adelante pero es limitado por el agarre a su cabellera, sus manos buscan de que sostenerse sin resultado alguno y sus piernas tiemblan un poco debido al entumecimiento. Puede sentir como esa cosa entra y sale al empuje del Alfa, rozando sus paredes y tocando simepre su Prostata. Sus labios se separan y unos pequeños colmillos crecen y rasgan su labio inferior mientras sus gemidos se derraman, se está transformando e Izuku no puede estar más exitado y emocionado por ello. 

—¡Ah... Alfa~!

—Muy bien Omega, dejate llevar.

De pronto se siente ser empujado completamente a la cama y girado, ambas piernas rodeando la cintura del peliverde y sus manos sostenidas en su pecho con una sola del cotrario, las embestidas solo aumentan y puede ver como los brillosos ojos verdes lo observan atentos, grandes colmillos son mostrados y su intinto sumiso lo obliga a mostrar su cuello y cerrar sus ojos. No puede dejar de gemir por las duras embestidas y su temblorosa anatomía cede al instinto puro. 

—Más~ Alfa Aah~ quiero más.—gime con los ojos cerrados, no quiere ver la sonrisa triunfante que el peliverde muestra en esos momentos.

—Como mi Omega ordene—Contesta, relame sus labios y la punta de sus colmillos.

Ambos pechos se juntan y se frotan con el movimiento, el sudor recorre ambos cuerpos y humedecen las mantas blacas en la cama, los gemidos y los gruñidos inundan la habitación junto con el sonido humedo de los bessos y embistes. Katsuki ya no piensa en su orgullo, al menos no por ahora pues el placer que recibe es mayor a su consciencia e Izuku desde un inicio había desechado la capacidad de pensar más allá del placer y de domar a su Omega, su dulce y exitante Omega. Enconces ambas partes sin el sentido suficiente y con sus lobos dominandolos es que se dejan llevar. Más rapido, más profundo y más pegajoso. Izuku sabe que no tardará en venirse pues su pareja gime en alto y su estrecha entreda se comprime alrrededor de él cuando llega al climax, así que hace lo que prometió. Dando una poderosa embestida puede sentir como entra a más profundidad; la expreción conmocionada y el gemido largo que dá Katsuki solo confirman sus sospechas. Justo dondé buscaba, sonrie mientras siente su nudo formarse y crecer. Siente como el Omega trata de alejarlo con sus rodillas y con sus manos debiles, sin embargo no dura mucho antes de que ambos giman furtemente y un feroz orgasmo azote al rubio. 

Izuku se deleita con la vista que tiene enfrente. La figura temblorosa, jadeante y descompuesta lo saluda. Puede ver un rostro sonrrojado y sus ojos humedos, los pequeños colmillos decorando la dulce boca rojiza y sus manos ahora apretando la manta en la cama, puntos rosas y rojos adornan el cuello delgado al igual que una marca de dientes mucho más profunda. Su pecho sube y baja rapidamente y lo humedece una escencia blanca y sudor pero lo que lo mantiene encantado solo lo hace sonreir aún más mientras con una de sus manos se lleva el cabello hacia atras y con la otra acaricia el bulto formado en el vientre bajo del rubio tambien puede sentir como las piernas que lo envuelven intentan cerrarse sin exito algúno y como otro gemido agudo es liberado.

Para que un Alfa logre "plantar" su semilla en el Omega tiene que llegar al útero. La parte más profunda de un Omega masculino y la parte aún más sencible del mismo.  Su pene se encuentra en esa parte mientras siente su nudo terminar de incharse y su semilla se libera en grandes cantidades. 

—¡ALFA~!

Un segundo orgasmo se adueña de la figura temblorosa y débil del rubio. Izuku relame sus labios y finalmente suelta las manos contrarias, su rostro está rojo y el sudor lo cubre por completo, sabe que está sucio pero considerablemente mejor que su pareja. Sus brillantes y exitados ojos se fijan entonces en la elevación del vientre bajo que crece inperceptiblemente un poco cada vez que su semilla es liberada <Se está llenando> piensa lleno de gozo y no puede dejar de sonreir, su mano derecha se desliza hasta esa inflamación y acaricia lentamente. Entonces su mirada se oscurece más y brilla en verde electrico. Sus colmillos han crecido y le cauzan una picazón muy conocida.

Kacchan... todo está entrando~ puedo verlo  Kacchan~ Omega—una pequeña risa burlona es soltada, se acerca a la marca de dientes en el cuello y lame— Eres genial Kacchan~

Y Katsuki puede sentir los colmillos perforar su piel.

Semana calurosa-DekukatsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora