La luz de Amy

CAPÍTULO 3

AMY COOPER

Me desperté a la mañana siguiente un poco cansada, ya que dormí muy poco por la noche pensando en todas las posibilidades que había de encontrar a mi hermana, la verdad que muy pocas, pero era lo mejor que teníamos.

Mis padres no estaban en mi casa, por lo que me sentía libre, puse música, me recogí mi oscuro pelo en un moño despeinado y me puse a bailar por toda la casa mientras me hacia el desayuno, estaba metiendo la capsula a la cafetera cuando me llego un mensaje, era Emily que con sus dotes de investigadora y por su enchufe con Jason nos dijo que el sábado a las 23:00 pm habría un show por lo que era nuestra oportunidad, el problema es que no tenemos nada que ponernos para mañana, por lo que decidí llamar a los chicos y después de comer aparecieron en mi casa.

- Venga chicas que os voy a hacer un pase de modelos y encima de gratis. No os quejareis – Dice Will haciendo la gracia, mientras charlábamos lo que pensábamos ponernos.

- Uy si, y tú te crees que pagaría por ver eso - contestó Emily con arrogancia, él chasqueo la lengua con complicidad, mientras que Brooke y yo nos miramos con picardía.

- Sí lo harías y lo sabes. - Le susurré en el oído cuando pase por su lado con una sonrisa ladina mientras iba hacia la puerta, a lo que ella rodeo los ojos.

- Vamos, mover vuestros bonitos culos de vuestros asientos y vámonos, que ha este ritmo no nos da tiempo ni para mirar los zapatos. – Dijo Brooke mientras se encaminaba siguiendo mis pasos.

Salimos todos por la puerta, en el momento en el que estaba cerrando con llave Will pasó por mi lado mientras zarandeaba las llaves gritando: - ¡AL COCHEEEE! -

- Ni muerta me subo en un coche donde tu seas el conductor. – dijo Emily mientras le miraba con cara de horror.

- Cariño, que lleve dos semanas con el carnet no quiere decir que conduzca mal ¿sabes? – Respondió él a su comentario.

- Creo que el problema no es que lleves dos semanas con el carnet, el problema es que lo suspendiste. – Argumenté ayudando a Emily.

- Ni que fuese para tanto, todo el mundo lo puede suspender. – Dijo Will aludido por los comentarios.

- ¡PERO NO OCHO VECES! – Gritamos las tres a la vez apunto de echarnos a reír.

- Y como no hay nada mejor correremos este riesgo - Añadió Brooke a lo que todos explotamos en carcajadas, mientras entrabamos en el coche.

Gracias a dios llegamos sanos y salvos al centro comercial, el primero en encontrar lo que se iba a poner claramente fue Will, se compró unos vaqueros pitillos azul claro rotos, que le resaltaba la mirada, una camisa blanca y unas zapatillas básicas blancas de Nike, no sin antes hacernos un pase de modelos como bien nos dijo, la verdad que le quedaba muy bien, en realidad todo lo que se ponga le queda demasiado bien.

Después de un rato sin encontrar nada para nosotras nos fuimos a merendar a un Starbucks, continuamos con nuestra búsqueda cuando de repente Emily y Brooke se pararon en seco, no entendía que pasaba, porque yo estaba hablando con Will, pero cuando giré la cabeza lo entendí todo, en el escaparate había de todo, lo que había era precioso y sin dudarlo cruzamos la entrada casi corriendo, mientras nuestro pobre amigo suspiraba detrás de nosotras.

- Dios mira esta preciosidad. - Dijo Emily con un destello en los ojos, definitivamente ese era su vestido.

- Venga rubia, pruébatelo. - Añadió Brooke con otro vestido en sus manos.

Cuando salimos de la tienda ya teníamos todo lo que nos íbamos a poner, nos dejamos el dinero en la tienda, sí, pero íbamos a ir como lo diosas que somos.

Emily se compró el primer vestido que vio, un vestido rojo muy sexy, aparentemente de dos piezas pero que en realidad era de una, ya que tenía unas aberturas en la cintura que parecía que estaba compuesto por una falda pegada de corte recto y un top de media manga también pegada con escote redondo, que se unía en el cuello, como si fuese una gargantilla. Lo complemento con unos tacones negros y un bolso a juego.

Brooke se quedó con un vestido blanco, muy ella, de tirantes finos que se unen al cuello y con la espalda al aire, tenía un escote holgado y una abertura en la falda que dejaba ver un poco más de pierna, se le ajustaba tan bien que le resaltaba aún más su culo. Ella lo decidió complementar con unos tacones rojos y una cartera de mano, lo suficientemente grande para llevar el móvil, el monedero y poco más.

Por último, yo me compré un vestido negro pegado al cuerpo con escote en v, sin mangas, y con unas aberturas a lo largo del vestido que se cierran con unas tiras que se van cruzando hasta el final de la falda, para el vestido me compré unos tacones abiertos de la punta plateados y con un bolso negro con los detalles en plata.

Cuando salimos del centro comercial nos fuimos directos al coche y decidimos parar a comer en un Burger King, allí cenamos tranquilamente mientras hablamos.

Brooke nos dijo que hoy sus padres no iban a estar en su casa ya que se iban de viaje y tenía que cuidar a su hermana menor, se llevaban cinco años y aunque se podía quedar sola, porque no era tan pequeña, siempre le gustaba acompañarla y como no teníamos nada mejor que hacer nos fuimos todos a dormir a su casa.

Ella era la que peor economía tenia de todos nosotros, sus padres eran más humildes que los nuestros, pero tenían suficiente dinero para vivir con normalidad, su casa era más pequeña que las nuestras, pero tampoco era que necesitasen más, ya que yo me sentía sola en la mía, al contrario de mi familia, la de Brooke era mucho más unida y su hermana era como si fuese mía, mucho del dinero que ganaban lo donaban a las ONG, por lo que si no querían más comodidades era porque no la necesitaban, ellos no se guían por lo material, si no por lo sentimental.

En el momento que Brooke entro a su casa, su hermana se tiró a sus brazos y después a los míos, por último, saludo a Emily y a Will, charlamos un poco con Sam y esta se fue a dormir, hablamos un poco mientras veíamos en una película y nos quedamos dormidos.