¿Podemos hacerlo? ^^Chanlix^^

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- ¿Chan? Chan! Despertaste! En verdad me preocupa tu estado físico.

- ¿Mi que?...

De pronto al abrir los ojos sus pupilas se llenaron de un color blanco, las luces y las paredes con tonalidades pálidas, lastimaban los ojos del mayor, se encontraba en el hospital.

- En donde...

- Está en el hospital, te desmayaste justo después de...besarnos.

- Besarnos?...

- ¿No recuerdas cuando nos besamos?

- Pensé que había sido un sueño~

El mayor susurraba debido a la debilidad de su cuerpo, había estado alimentándose de una manera errónea, se la pasaba al pendiente que cada acción del menor que sin prevenir nada, descuido su salud propia.

- No fué un sueño=

Sonrió leve

= ahora descansa, nos iremos a casa en un rato... Quisiera que habláramos de lo que pasó, y tu tienes que poder hablar y sentirte bien para entonces.

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Para entonces, cuando llegarán a la casa, el rubio le habría preparado miles de preguntas, preguntas que surgían de su beso, de su iniciativa, de sus agarres, del cariño que esa unión irradiaba, de su conexión mutua.

Mientras tanto, el peque cuidaba de su mayor a toda costa, escuchaba toser al mayor y automáticamente corría a por los enfermeros, y si no oía al mayor también los llamaba por que pensaba que algo habría de malo en eso.

- Hey esta bien, no hace falta que llames a nadie.

Decía sosteniendo un pedazo de la playera del chico en un intento de detenerlo.

- No, estás tosiendo, no es normal que estés enfermo, tu no te enfermas con facilidad...

Decia cabizbajo.

- Estoy bien.

Sonreía.

- No es verdad, deja de decir que estas bien, estás en el hospital y ¿sigues creyendo que estás bien?

El rubio se safó del agarre del mayor y fue en busca de algún enfermero, regresando unos minutos después.

- Disculpe que lo llame a cada rato, es que me preocupa que pase algo malo.

Admitió mientras ingresaba a la habitación junto con el enfermero a su derecha.

- No es ninguna molestia, al contrario es un honor poder atender a un chico tan lindo como él.

Habló el enfermero mientras sonreía y comenzaba a cambiar la intravenosa del brazo del castaño.

- Gracias, no hace falta que venga más estoy bien.

- No hay problema, puede llamarme cuando quiera y vendré... De hecho, ¿puedo pedir su numero de teléfono?

El pelirrojo enfermero sacaba su celular y le extendío este al castaño que se encontraba en la camilla.

- Ah, no hace falta, puedo simplemente llamarlo con este botón.

Señaló al lado de su recargadera de antebrazo, se encontraban unos botones y entre ellos, uno para pedir ayuda.

-No hablaba de darme su número por ayuda, quisiera que me dieras tu número, por que tal vez podíamos hablar de vez en cuando y...

- Creo que nesesita descansar, lo llamaré si es nesesario.