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||Capitulo 3.

Harry Styles, Doncaster.

-No hay nada más incómodo que ser una bola de grasa y bañarte en las regaderas de la escuela. -se quejó Richie por sexta vez y Harry se atascó de la risa mientras que seguía lavándose el cuerpo. -Si veo una araña me mato.

-No hay arañas aquí, Richie -dijo el rizado mientras que metía su cabeza al agua, dejando que toda esta le sacara el shampoo-.

-No sé porque te hago caso, ¿sabes? Si yo hubiera seguido en el taller de alemán, no estaría aquí. Estaría sentado con las chicas muy cómodo. Dios ¿Por qué estas mierdas no tienen puertas?

-Ni que tuvieras vagina.

-Pero tengo grasa, Harry. Grasa, ¿si captas eso?

-Solo báñate, mientras más rápido lo hagas terminaras.

-Pero es que Harry -alargo Richie con voz de niño pequeño volviéndose a quejar-.

El rizado rodo los ojos al mismo tiempo que cerraba la llave de la regadera y tomo una toalla blanca. Empezó a secarse de forma rápida y una vez que no había rastro de agua, se envolvió la toalla en la cintura.

-Richie ya salí -aviso revolviéndose los rizos y escucho el grito del regordete detrás de el-.

Camino hacia los casilleros encontrándose con medio equipo vistiéndose, rociándose perfume, platicando, etc. Abrió el suyo y saco un pans, unos bóxers y una camisa manga larga negra.

-¿En qué camioneta nos iremos? -pregunto dirigiéndose a todos-.

-El papá de David y Oliver les prestaron sus camionetas. -respondió Jack, un chico de cabello rubio y de ojos de color miel. -Solo hay que dividirnos.

-¿Te parece si las chicas se van en una y nosotros en otra? -pregunto Jordan mientras que se colocaba su típica gorra en la cabeza. Ese chico no podía estar ni un solo día sin una maldita gorra.

-Pues sí. -respondió sintiéndose algo extraño, pues el quería estar ya con su chica-.

Primero habían quedado en ir a comer a In-n-out después del entrenamiento. Para al terminar ir a pasar todo el sábado en el muelle y acampar ahí entre todos. Nadarían un rato en la playa, asarian carne para comer y ya en la noche, prender una fogata y reunirse ahí para contar las típicas historias de terror.

Termino de abrocharse las agujetas de los converse y frunció el ceño algo confundido. -Oigan, ¿Dónde está Zayn?

-Aquí. -respondió y se lanzó a su cuerpo dándole un abrazo cariñoso. Se miraba muy feliz. -Holi.

-¿Dónde estabas? -pregunto devolviéndole el abrazo y escucho el suspirito de Zayn-.

-Es que ayer la maestra de Lectura mando a Liam a detención por fumar en clase y el director le dijo que tenía que venir hoy dos horas para cumplir su castigo.

-Y lo estabas espiando.

-Sí. -sonrió orgulloso y suspiro. -Se miraba tan hermoso con su chaqueta de cuero negra.

Harry rodo sus ojos y sonrió. Le era un poco incómodo hablar de un chico con otro chico, pero era Zayn, ya estaba acostumbrado. Desde primer semestre de preparatoria su mejor amigo no ha dejado de hablar de Liam, desde la primera semana quedo encantado con ese chico. Y cuando por fin creyó liberarse de Liam, por arte de magia quedaron en la misma universidad. Zayn decía que era el destino. Tal vez lo era pero si el moreno seguía sin hablarle, nunca podrían estar "juntos".

-Quédate con Richie, tengo que ver a Sam. -dijo separándose del abrazo y Zayn asintió caminando hacia las regaderas-.

-¿Dónde estás gordito?

Keep DancingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora