Keep Dancing

9.

Lo típico es que un rayo de sol pegue directamente al rostro de la persona para despertarla, pero ese no fue el caso del rizado. El calor infernal de Los Ángeles lo había despertado.

Abrió sus ojos perezosamente y sintió un fuerte dolor de cabeza apenas se movió. Se quejó fuerte y volvió a recargarse sobre la almohada, con mucho esfuerzo, intento abrir sus ojos y una vez de forzar la vista visualizo todo. Richie estaba acostado en el piso completamente muerto. Zayn estaba a su lado con el torso colgando sobre la cama y David acostado de piernas abiertas sobre el sofá con una botella de Tequila en su mano. De pronto sintió unas ganas enormes de vomitar. Sentía que moriría de tanto alcohol que ahora tenía en su cuerpo. Miro hacia el suelo y ahí estaban regadas todas las botellas de anoche.

Lo único que podía recordar era que habían salido de Doncaster a las nueve de la mañana, para volar once horas y llegar a las ocho a la ciudad. La emoción les gano a todos y compraron cervezas para pasar el rato. Las cosas se salieron de control, alguien trajo botellas de tequila y lo último que recuerda es a ver tomado un buen trago de esa bebida, para después sentir como Zayn le agitaba la cabeza con fuerza. Lo demás estaba todo en blanco.

La cruda le llego de golpe y las ganas de vomitar volvieron a aparecer. —Oigan... —grito como pudo para levantar a todos, pero nadie le respondió. Se llevó una mano a la cabeza y volvió a intentar. —Richie —llamo pero este ni en sueños lo iba a escuchar. —Zayn —dejo caer su brazo sobre las piernas de este pero no respondió. —David —el chico estaba muerto, tenía la boca abierta y el cuerpo flácido sobre el sofá. Lloriqueo aun con los ojos cerrados y volvió a llamar. — ¿Alguien?

Apenas tosió y todo se le vino para arriba. Se levantó como resorte de la cama haciendo las sabanas aun lado y corrió al baño pisando por accidente la mano de Richie, lo cual no le importo mucho porque este no hizo ningún movimiento.

Una vez en la taza, abrió su boca y dejo que todo saliera. Ni siquiera se preocupó por ver que era lo que había sacado de su cuerpo y simplemente cerro la taza y tiro de la palanca. Abrió el agua del lavamanos y se lavó la cara.

Tomo una pasta, su cepillo de dientes y se lavó la boca. Una vez que termino, se encamino a uno de los muebles para tomar una de las toallas, abrió la llave de la regadera, y seguido comenzó a quitarse la única prenda que tenía, un bóxer.

Tenía una pereza tanto física como mental. Estaba muy débil, las piernas y los brazos le temblaban; la cabeza le palpitaba y tenía demasiado sueño. El agua fría le recorría su ancha y desnuda espalda y eso le relajaba mucho. No tenía idea de cuánto tiempo llevaba recargado en esa pared, pero reacciono al escuchar ruidos y voces provenientes de la habitación. Después de ducharse, iría a comprar un café para despertar, hoy tenían entrenamiento en el instituto al que se enfrentarían y necesitaba estar más despierto que nunca. Lo de anoche simplemente no debió pasar, su madre se lo había advertido antes de venir ya que ella sabía perfectamente cómo era de alcohólico. Ahora pagaba las consecuencias.

Cuando termino de lavarse el cabello y enjabonarse, salió de la regadera. Comenzó a secarse con pereza y una vez listo, se enrollo la toalla en la cintura. Tomo su ropa interior y salió del baño para encontrarse con Zayn sentado sobre la cama fresco y listo.

Harry arqueo una ceja al ver la habitación limpia y miro a Zayn. — ¿Pero qué mierdas paso?

—Estuviste una hora ahí dentro —respondió mirándolo con una cara pervertida. — ¿Qué estabas haciendo, eh?

—Me masturbaba pensando en ti —contesto al mismo tiempo que caminaba hacia su maleta—.

—Algún día Liam me dirá eso... —Suspiro estirándose en la cama. —Aunque haya sido grosero y me haya dicho torpe. Mi amor por él es más fuerte que eso.