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Sasuke se posó en la ventana del cuarto de aquella chica esa noche de primavera, llevaba una mochila en su hombro y una expresión más sombría de lo común.
Yūmei, a pesar de las altas horas de la noche, se encontraba despierta, dibujando sobre su escritorio al chico que estaba detrás de ella.
Su asombro no se hizo esperar cuando Sasuke le pidió por favor que se fuera con ella de la aldea.
─No soy lo suficientemente fuerte sin ti.
Aquella frase bastó para convencerla, era Sasuke Uchiha, una persona bastante fría y seria, pocas veces le decía cosas tan lindas. Ella solo era una adolescente enamorada, cegada por la serotonina, así que no dudó en hacer su bolso rápidamente y dejarle una nota a sus tutores sobre su cama.
Yūmei desertó la aldea por él, abandonó a sus amigos y familia por él, peleó por él y se hirió por él... pero él jamás supo cómo agradecerle.
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