Shy Shy Shy (Completa)

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Entrando a casa de Lisa tranquilamente Jennie acomodo sus zapatos en la entrada.

Inmediatamente la madre de la alfa se hizo presente en la entrada con una mirada perspicaz, analizó a la omega de pies a cabeza y sonrió en dirección a su hija con una mirada extraña desde el punto de vista de Jennie.

— Me alegra que hayas traído a tu omega —sonrió la mujer y Jennie la tapó la boca a Lisa cuando están iba a negarse—

— Mucho gusto en conocerla —dijo Jennie haciendo una reverencia y dando una sonrisa adorable para verse más tierna— Lisa me ha hablado maravillas de usted y tenía muchas ganas de conocerla, incluso le traje un presente —

Sonriendo internamente mientras mantenía una fachada tranquila, Jennie sacó de su mochila una caja donde tenía guardado una tarta de manzana y la entregó haciendo una reverencia.

La mujer rio enternecida y la aceptó.

Inmediatamente cuando se dio la vuelta, Lisa miró inquisidoramente a Jennie.

— Yo lo te hablé de mi mamá —susurro incluso si está había ido a la cocina—

— Nunca está de más caerle bien a tus suegros —Negó Jennie alzándose de hombros—

— ¡Voy a subir arriba con Jennie! —grito Lisa avisando y jalando a la omega escaleras arriba, a penas dejando a la omega despedirse adecuadamente de la mujer que le sonrió tranquilamente encantada con la dulce muchacha—

Lo que no sabía era que de dulce sólo tenía el aroma.

A penas Lisa cerró la puerta de su habitación con seguro, Jennie se tiro a la cama retrocediendo hasta chocar con la cabecera de la cama.

— Va a ser molesto si lo hacemos en la cama —Negó frotando sus calcetines entre sí y quitándose la corbata del uniforme— si te vuelves muy ruda la cabecera hará ruido —hizo un puchero quitándose la falta y tirándole al suelo, la sonrisa socarrona que tenía en el rostro no se la iba a quitar nadie—

En tanto Lisa solo la miraba entrecerrando los ojos, y se acercaba gateando peligrosamente hasta su posición.

Decidiendo cerrar la distancia, la omega tiro de la alfa por la corbata y sus alientos chocaron aumentando la tensión en el ambiente.

— Yo no recuerdo haber hablado de mi mamá contigo —sonrió la alfa con burla—

— Dijiste que era una mujer estricta —dijo la omega acercando más sus rostros— Solo pensé que las madres estrictas pueden ser algo especiales, pero ella lucia simplemente... Encantada conmigo —completo la oración chocando sus bocas en un contacto sucio que incluía lenguas peleando por el control—

La manos de la alfa se concentraron en desabrochar su propia camisa y sacar así colo hacer lo mismo con la omega dejándola solo en ropa interior.

Sus hábiles dedos fueron directos a quitara el sostén en la omega que suspiro encantada cuando la boca contraria bajó a darle cariño dejando un camino algo salivoso mientras ella precionaba su cabeza y cerraba sus labios para evitar hacer ruido.

Eso sería una tarea excitantemente difícil.