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Grell bajaba las escaleras del departamento donde vivía, en la entrada estaba el auto de Sebastian, era deportivo y de color negro, el pelinegro se bajo de este para abrir la puerta del copiloto, dejando entrar a la pelirroja.

— Espero que sea cómodo para ti — el de ojos rojos entró nuevamente al auto, encendiéndolo.

— Claro que si, es muy lindo, jamás había estado en un auto así — sonrió.

— Es un honor ser el primero — rió levemente y comenzó a conducir.

— ¿A donde iremos? — preguntó mientras miraba por la ventana.

— Hay un restaurante cerca de la playa, creo que te gustará —

La pelirroja asintió emocionada.
Ambos continuaron hablando de los gustos de cada uno, habían encontrado un par de cosas en común, eso solo hacia que su pequeña amistad creciera más rápido, Grell lo había sentido como una conexión, ella odiaba crearse ilusiones tan rápido, pero Sebastian era un hombre muy apuesto y respetuoso.

....

William había decidido ir con Alan a pasear por la playa, a ninguno de los dos les gustaba meterse al mar, solo lo veían desde la arena, mientras caminaban obviamente.

El pelinegro notó una cabellera carmín desde el balcón de un restaurante de lujo, enfocó más la vista notando que era Grell, le pareció raro ver a otro hombre sentando cerca suyo, se veían muy felices, hizo una mueca de disgusto, su hijo notó el extraño comportamiento se su padre casi de inmediato, tocando su hombro.

— ¿Qué pasa? — Will volvió a la realidad, mirando a su hijo.

— ¿Estás bien? Te quedaste mirando ese lugar.. — suspiró y señaló el restaurante — No creo que debamos ir, parece muy caro —

— No es eso Alan, solo pensaba — suspiró y acomodó sus lentes — ¿Quieres un helado? — trató de cambiar de tema lo más rápido que pudo.

Alan asintió y siguió a su padre hacia el puesto de helados, se quedó perplejo al ver quien estaba atendiendo, había una mujer y un chico alto a su lado, la señora era rubia de tez un tanto oscura, el chico era casi idéntico a ella.

— ¡Bienvenidos! — sonrió la mujer, se veía muy amable — ¿Qué les gustaría pedir?

Will miraba los sabores, luego se fijo en su hijo y alzó una ceja — ¿Alan? —

El mencionando se sonrojó y se acercó a su parte nervioso.

— ¿Qué vas a pedir? —

— El helado de pistacho estaría bien, es mi favorito — seguía apartando la mirada.

— De acuerdo, yo quiero de vainilla y una botella de agua, por favor —

La mujer asintió y le dio un golpe en la cabeza al muchacho a su lado – ¡¿Eric que estas viendo ahora?! ¡ya escuchaste! Empieza a trabajar — Bufó.

El mencionando asintió y comenzó a preparar los pedidos.

— Perdonen, recientemente abrimos, el es mi hijo Eric, me esta ayudando los fines de semana — sonrió con orgullo.

— es bueno saber eso — dijo Will sin mucho interés.

Eric y Alan se daban miradas de vez en cuando, obviamente cuando sus ojos se cruzaban, volvían a apartarse, se podía decir que ambos estaban sonrojados.

Café [GRELLIAM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora