Las mañanas en la clínica eran la única cosa que Eun Yeong odiaba, las niñas pequeñas del área de mujeres solían gritar o jugar a tan temprana hora del día arruinando su sueño.
-Eun Yeong, es hora del estiramiento matutino - dijo la ronca voz de Pyul Su- te traje agua, los antidepresivos deben darte mucha sed.
-Gracias- se limitó a contestar
Tomó el vaso de agua que el enfermero dejó en su mesita de noche, se colocó las sandalias y se dirigió al patio en donde el director se encontraba impartiendo los estiramientos matutinos, entre los pacientes, notó el característico cabello de Jeongin y lo saludó con un gesto, este correspondió mientras señalaba a un lado indicando que se pusiera junto a el.
-Buenos días - Le dijo con una sonrisa.
-Buenos días, Jeongin- saludó de vuelta la chica.
Después de los 30 minutos haciendo estiramientos, fueron llevados al comedor para su primera comida del día, el olor a samgyeopsal invadió la nariz de la fémina y sonrió involuntariamente, Jeongin la miró y una risa diminuta salió de su boca.
-Pareciera que no has comido en bastante tiempo, ¿tanto te gusta el samgyeopsal?
-En casa solo comía bolas de arroz, siempre estaba sola en casa- respondió mientras la cocinera ponía una gran porción de comida en su bandeja.
Ambos tomaron asiento en la mesa donde se habían hablado por primera vez, uno en frente del otro. El silencio ponía ansioso al pelinegro, aclaró su garganta y como si de una bomba se tratase preguntó.
-¿Por qué intentaste suicidarte 4 veces?
Eun Yeong guardó silencio, tomó aire llenando su pulmones lo suficiente para no romper en llanto, fingió una sonrisa y colocó sus palillos a un lado de su bandeja de comida.
-La primera vez... - volvió a llenar sus pulmones de aire - la primera vez fue a causa de la muerte de mi mejor amiga, fue asesinada, me había quedado sola y mi madre me repetía que ella era la culpable por tener suficiente libertinaje; la segunda, fue porque... - pensó realmente en si soltar el suceso de su segundo intento, pero el chico le inspiraba tanta confianza que lo dijo sin más - me violaron, mi ex novio me llevó a su casa con la excusa de presentarme a sus padres, ellos no estaban así que me llevó a su habitación y sucedió, no pude proceder a una denuncia porque fui voluntariamente a su casa, mis hermanos me tacharon de puta y el peso de la culpa por aquel sobrenombre me llevó a intentarlo, la tercera fue por mi padre, su mujer me enviaba mensajes de amenaza para que me alejara de el y se enteró de mi violación, público en redes sociales mi número y el acoso qué sufrí sumado con el idiota de mi padre defendiendo a su mujer ocasionó que me llevara 3 botes de pastillas al intestino.
La última no es tan importante, solo quería descansar de una vez por todas.El rostro de Eun Yeong se llenó de lágrimas, su compañero se levantó de su asiento y se posó a un lado de ella, palmeó la espalda de la chica, limpió sus lagrimas y susurró un ligero 'perdón'.
Para intentar calmarse, cuestionó al chico con la mirada y no tuvo que esperar mucho para escuchar la respuesta.-Mi padre golpeaba a mi madre, crecí en un ambiente de abuso y la demencia fue el producto de eso. - Dijo sin problema para terminar con ese tema.
La vida de Jeongin al contrario de la de Eun Yeong se había basado en golpeas y abusos de su padre a su madre, sus ataques empezaron a los 6 años de edad, no era muy sociable, aborrecía a las niñas y se creía con el poder de gobernar sobre ellas.
La primera vez que Jeongin se enamoró siguió a la pequeña de 10 años con un cuchillo y le exigió que se sentara junto a él en las clases, la pequeña no volvió a la escuela. El sin fin de amores fallidos del pelinegro llegaban siempre al mismo camino, las seguía, las alejaba de sus amigos, creaba un plan para "coindir" de alguna manera con ellas, pero al final no sucedía.
La primera vez que fue internado fue a los 12 años, después de intentar clavarle un lapiz en el cuello al director de la escuela secundaria "Young Deung Po" por decirle que su madre debería cuidar mejor de el.
Pero jamás mencionó nada a Eun Yeong de esto.Jeongin y Eun Yeong se pasaron el resto del día hablando de libros que se habían leído, tenían algo en común, adoraban los libros de romance cliché.
-Eun Yeong, aquí tienes, me ha gustado mucho y me inspiró a hacer un nuevo cuadro, te daré una bola de arroz en la cena como agradecimiento- dijo una chica de cabellos cenizos.
-No es necesario Haneul, me alegro que "orgullo y prejuicio" te haya gustado tanto.
- YeongMin dijo que deseaba que aceptaras el café que te había ofrecido antes de irte la última vez- habló Haneul - pero veo que estás un tanto ocupada - le guiñó el ojo a Jeongin y caminó hacia la recepción de la clínica para hacer su llamada semanal
Eun Yeong miró al suelo y rió un tanto apenada por lo que Haneul hizo, mientras que su acompañante cerraba sus puños en un intento de contener el impulso de romperle la cara al tal YeongMin por invitarla a tomar un café.
-Jeonginie, ¿estás bien? - aquella palabra, aquella voz usando el diminutivo de su nombre lo sacó de su trance y miró a la persona que había mencionado aquella palabra, la miró enternecido y sonrió.
Pero... ¿Por qué le arrancó la voz a quien le enterneció el corazón? ¿Por qué ese "Jeonginie" había causado el caos en el país?.
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¿Qué pasó en Gonjiam?
FanfictionEun Yeong miró con aquella mirada vacía que tanto odiaba el chico. Pero... ¿Por qué a el y no al demente que le había roto el corazón? - . . . 🧷Incluye contenido Vulgar y temas delicados (suicidio, autolesión). 🧷Hospital Psiquiátrico Gonjiam util...