¿Qué pasó en Gonjiam?

4. How?

La relación de aquellos dos chicos adolescentes se unió cada vez más, Changbin ejerció el papel de padre que Jeongin tanto deseaba de pequeño, y entre los dos protegían de alguna manera a Eun Yeong de los supuestos peligros en el psiquiátrico.

Habían pasado ya 4 meses juntos, conocían sus manías, sus miedos, sus metas e incluso las cosas más tontas que habían hecho, sin embargo, el tema de la vida de Jeongin y la de Changbin jamás fue tocado, era una situación de desventaja para Eun Yeong, quien había contado casi toda su vida en las horas de comida cuando las preguntas entre los hombres se terminaban.

Era una noche fría, la primera nevada ejercia su curso natural, las parejas como en cualquier hospital psiquiátrico eran prohibidas, por lo que ningún interno podría disfrutar de la primera nevada tomado de la mano de su amante. Los tres amigos bebían leche de almendras caliente, era de saberse lo quisquillosa que era Eun Yeong en cuanto a la leche, aborrecia la leche de vaca, Changbin al inicio intentó convencerla de beber leche de vaca porque el odiaba el sabor dulce de la almendra, pero fue en vano, terminó siendo al contrario y ahora amaba ese sabor.

-¿Qué hacías en la primera nevada antes Eun Yeong? - interrogó el mayor de los tres

-Nada interesante, leía algún libro en la biblioteca de la ciudad, bebía café y luego dormía como un bebé - la sonrisa melancólica se adueñó del rostro ya un poco rojo de la chica.

-¿Podrías prestarme meat? - preguntó ahora Jeongin- He visto los post it que has puesto en el, así que supongo que es un libro bastante interesante.

-Claro, podría decir que es mi libro favorito, puedes pasar por el mañana Jeonginie, ya debe ser hora de dormir- aclaró la chica.

No tomó mucho tiempo cuando la voz de la jefa de enfermeras pidió a los internos dirigirse a sus habitaciones, Eun Yeong acató la orden dispuesta a dormir, la leche había hecho su efecto relajante, se posó en su cama y cuando iba a cubrirse escuchó pasos cerca de su habitación, no le tomó importancia, seguramente sería Pyul Su o alguno de sus compañeros que había ido a comprobar que todo estuviera bien.

Eun Yeong cerró sus ojos y exactamente cuando estaba llegando a ese punto de inconsciencia a causa del sueño un susurro la despertó.

-Eun Yeong, ¿ya estás dormida? - dijo en un tono de voz tan bajo que Eun Yeong se sorprendió de lo capaz que era su oido.

-No, ¿qué haces aquí Changbin? - le siguió el juego al chico- si las enfermeras te ven aquí te quitaran tu derecho a llamada.

-No tenía sueño, así que pensé en hablar un poco contigo- dijo ahora sonriendo- en esta habitación no hay tantas cámaras, eso es genial - al ver la localización de las cámaras, busco un sitio pequeño y oscuro para poder quedarse en el y hablar con la chica.

El sitio era tan pequeño que tuvo que ponerse en posición fetal para que la cámara no lograra captarlo, además, el enfermero en guardia de esa noche era el mismísimo Pyul Su, quien se dormía en guardia y ni siquiera notaba lo que pasaba a su alrededor una vez que el sueño lo domaba.

Eun Yeong tomó asiento en su cama, tomó el vaso de agua que estaba en su mesita de noche y bebió un sorbo, luego miró a Changbin y sonrió, su mirada conectó un par de segundos y el mayor sintió su corazón palpitar al punto de casi salirse de su cuerpo.

-Oh, ¿cómo crees que será salir de aquí? - sacó como pudo Changbin aun con el corazón en la garganta.

-Umm, supongo que será diferente a las otras veces, cumpliré 20 así que esta vez me alejaré de mi familia y quizá viva una vida feliz y plena - respondió Eun Yeong con una sonrisa tímida, era cierto qué había esperado su cumpleaños número 20 para librarse de las ataduras que su madre y hermanos tenían sobre ella.

Changbin miró a Eun Yeong con aquella sonrisa de dientes brillantes, que hacía que sus ojos se perdieran volviéndose una línea delgada, la fémina solo le devolvió la sonrisa.

-Me gustaría verte ser feliz, e incluso me atrevería a pedirte una cita en cuanto estés ahí afuera - soltó el chico con un sonrojo que solo el podía notar.

-Eres bueno bromeando Changbin, espero también puedas ser feliz- las mejillas de la pequeña Eun Yeong se tornaron de un ligero color carmesí, obligó a su mente a pensar que todo lo que decía Changbin era una broma, después de todo la relación que tenía con el se basaba en bromas de mal gusto.

¿Pero realmente Changbin bromeaba?
¿Realmente solo no tenía sueño esa noche?