Capítulo 9, II Parte : Devuélveme el cuento de hadas

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Llegué a la suite y abrí las puertas de la habitación y me senté en el borde de la cama. Me dolía la cabeza y me sentía un poco extraña por el licor que había consumido, como si una nube eclipsara mi mente. A pesar de eso, sentía un enorme dolor en mi pecho, como si tuviera una herida abierta en el centro de este.

Apoyé mis brazos en mis rodillas y bajé mi cabeza, tratando de controlar mis emociones. Pero el dolor solo se iba intensificando y la soledad me abrumaba y no paraba de revivir en mi cabeza las palabras que me había dicho el tipo ese. 

Al cabo de unos minutos escuché como se abría la puerta de la suite y se volvía a cerrar. No levanté mi cabeza ya que solo podía ser Josh; era el único que tenía la llave. Escuché sus pasos acercarse y colocarse frente a mí.

-Lo lamento El... Perdí mi temperamento antes. —Sentí como se sentaba a mi lado.  Levanté mi cabeza para mirarlo. Sí se veía arrepentido y notablemente más tranquilo. Sin embargo no dije nada.

-Déjame ver esa herida que tienes ahí. —Dijo tomando mi rostro entre sus manos.

-Es solo un rasguño Josh... -respondí volteando mi cara.

-Lo es. Aunque un poco profundo. Se te va a inflamar si no te pones algo frío. Buscaré algo en el mini refri de la sala para que te pongas.

Se levantó, salió de la habitación y volvió con una media. Lo miré inquisitiva mientras me la entregaba.

-El hielo está dentro. Póntela en el rostro... ¿Estás bien?

Mi silencio se prolongó. Por primera vez no quería mentir y decir que todo estaba bien. No quería hacerme la fuerte, estaba dolida, herida y me sentía sola. Me sentía de todo menos bien.

-No, no estoy bien Josh. —Dije con voz cansada. El me observó preocupado. Yo desvié mi mirada.

-¿Conocías al tipo El? ¿Quién era?

-No lo conocía, pero dijo ser amigo de Stephen. Tenía una muy buena concepción de mí... -Dije irónicamente con un bufido.

-No puedes dejar que te afecte lo que dijo... Es un imbécil y no te conoce.

-¿Pero qué si es cierto Josh?

-No lo es. Sabemos que no te acostaste con todo el cast de la película para obtener el papel. Sabemos que no vinimos hasta acá solo para poder acostarnos juntos. Y sabemos que no cambiaste a Stephen por mí, ni por nadie.

-No hablo de eso. Hablo de su muerte. ¿Y si enserio fui yo la responsable? —Un nudo se hizo en mi garganta al planteármelo. No podría vivir con ese pensamiento a cuestas.

-Tú no eres la responsable El y lo sabes... A él lo asesinaron y no fue tu mano la que lo hizo.

-Pero ¿y si fui yo la razón Josh? —dije perdiendo la cabeza y levantándome. No podía más.- ¿Y si fue algo que hice o dije? ¿Cómo se supone que viva con eso? ¡Apenas puedo vivir con el hecho de que ya no está! Y con el hecho de que esta historia no se resuelve, que nadie hace nada por ponerle una conclusión. No sé quién lo hizo, ni por qué lo hizo. ¡Y no sé si alguna vez lo voy a saber! Y eso me mata Josh.

Dije esto último con voz quebrada y me di cuenta de que las lágrimas corrían por mis mejillas. El dolor en mi pecho era cada vez más latente y la habitación se inclinó un poco, desbalanceándome. Solo quería dejarme ir. Me agaché en el piso, recosté mi espalda a la cama, encogí mis rodillas y me solté a llorar.

Todas las imágenes se comenzaron a proyectar de forma imponente y sin mi consentimiento en mi cabeza, dejándome sin respiración. Todo el dolor de la pérdida, todo el vacío, la angustia, la venganza y esa herida abierta que estaba segura nunca iba a poder cerrar.

Beautiful Chaos ♥ (Hotmántica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora