Beautiful Chaos ♥ (Hotmántica)

Capítulo IV: Rise and Shine

La alarma de mi celular comenzó a sonar exactamente a las 6.30 de la mañana.

Abrí mis ojos perezosamente y por un momento entré en pánico al no reconocer donde estaba y no solo eso, la primera imagen al abrir mis ojos es la de la cara de Josh, profundamente dormido. Por dios, dormí con Josh. Inmediatamente recordé dónde estaba y por qué y mi ritmo cardíaco comenzó a controlarse, aunque el pensamiento de haber compartido no solo habitación, sino cama con Josh, me seguía inquietando.

Despejé todos esos pensamientos de mi cabeza, necesitaba levantarme, aunque cada célula de mi ser me incitaba a seguir durmiendo y me reclamaba que no había descansado lo suficiente. Pero compromisos eran compromisos. 

Me levanté suavemente de la cama tratando de no despertar a Josh para que él pudiera tener unos minutos más de sueño. Entré al baño y vi en el espejo que mi cara era un desastre, tenía grandes marcas de falta de sueño bajo mis ojos.Tendré que ver que hago ahora con estas ojeras del tamaño de China.

Me metí en la ducha y traté de que el agua caliente que corría por mi cuerpo aliviara mis músculos y me despertara de una vez por todas. Podría haber utilizado el agua fría pero era como un gato cuando esta me tocaba. 

Después de 15 minutos más o menos decidí que era hora de secarme y mudarme ya si quería que me diera tiempo para verme como una persona viva. Maldición murmuré al ver que había olvidado traer mi ropa al baño. ¿Dónde está la toalla? Tendré que ir a buscarla así. Envolví la toalla alrededor de mi cuerpo y abrí la puerta del baño para toparme de frente con Josh.

-¡Josh! Por Dios, me asustaste.

-Lo siento, me desperté y escuché que ya estabas en el baño entonces decidí que no valía la pena volver a dormir. Iba a preguntarte... -Su mirada se enfocó en ese momento en mi cuerpo cubierto únicamente por la toalla- Ehh...

-¿Ibas a preguntarme...?

-Ah sí —Josh desvió su mirada de mí y levantó su brazo incómodamente tocando su cuello- ¿que si querías que te pidiera un té o alguna bebida caliente para el viaje?

-Eh sí, un aguadulce estaría bien, gracias. Pídelo así Josh, aguadulce.

-Aguadulce —dijo con un acento chistoso- entendido.

Josh salió del cuarto para dirigirse a la otra habitación, la de la sala y hacer la llamada al servicio de habitación. Aproveché para buscar mi ropa y cambiarme.

-Josh, necesito hablar contigo. —Dije mientras salíamos del hotel hacia el gran auto negro que nos esperaba en la entrada para llevarnos hasta Canal 7, lugar de la entrevista. Josh iba exquisitamente vestido.

-Dime El- dijo mientras me abría la puerta del auto para entrar.

-El programa al que nos dirigimos es relativamente importante en el país. —empecé mientras nos acomodábamos en los asientos traseros del auto y este arrancaba.- Ya sé que no te cuesta para nada esto de las entrevistas y que has estado en los mayores talk shows de Estados Unidos, así que esto debería de ser fácil para ti...

-¿Cuál es el punto El?

-El punto es que es importante para mí. Nunca pensé poder llegar a tener el nivel de que este programa me tuviera a mí como invitada, muchos menos la locura de los grandes talk shows de Estados Unidos, pero éste tiene una conexión emocional más fuerte conmigo. Y es un shock para todos acá en el país Josh... La chica simplona que logró un gran papel en Hollywood y viene de visita al país con el súper estrella... ¿Me entiendes? Solo digo que...

-Lo entiendo El, no tienes que explicármelo más. Es importante, no porque sea importante a nivel internacional sino porque es importante para ti... Lo haré lo mejor que pueda, lo prometo.

-Siempre lo haces bien —dije dirigiéndole una sonrisa.

Josh me miró por un segundo directamente a los ojos, como queriendo decir más pero decidió ir con lo mismo, una sonrisa. Suavemente tomó mi mano entre las suyas y la acarició y jugó con mis dedos, como hacía siempre que nos dirigíamos a una entrevista o a un evento, para calmarme, para decirme Aquí estoy. 

 

*Aguadulce es agua de panela en otros países. Es como la tapa de dulce (o de panela) que se derrite o se pulveriza y a esto se le echa agua, se calienta y queda una bebida dulce deliciosa.