Niños| Sun/Moon x Reader.

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Habían pasado unos aburridos días, pues con la esperanza de que me contrataran en aquella pizzería no había buscado otras ofertas, pero mis rezos dieron resultado, una tarde me llamaron y me contrataron, tal vez lo que decía mi mamá de rezar funcionaba, o no tenían más personas. Me voy por la última.

Dejando discusiones internas, hoy era mi primer día en aquel trabajo, ya me habían mostrado el lugar y dado algunas recomendaciones. Le había pedido a la maestra Miel que llevara a Luz a mi puesto de trabajo, así puedo acompañarla y ella puede convivir un poco más, ella accedió y le comenté eso a mi jefe, él me apoyó.
Así que todo iba mejor de lo planeado, me iban a pagar bien y podía estar pendiente de mi hermana.

Dejé a mi hermana en su escuela y fuí directamente a la pizzería, me comentaron que habían dos personas que me acompañarán, y claro, los niñeros, que son la "atracción" principal.

Llegué a mi puesto, faltaban unos minutos para que abrieran, pero me gusta llegsr temprano a revisar que todo esté en orden.

—Buen día—comentó quién parecía ser mi compañera.

—Buen día—dije e hice unas señas.

—Oh, ¿Sabes lengua de señas?, estamos de suerte—bostezó y dió un sorbo a su café—Se supone que yo atendería y ustedes vigilarían, pero al parecer tu estás más capacitado para eso.

—¡¿Qué?!, No no no—negué repetidas veces y me cubrí la cara con las manos, nunca fuí muy hábil hablando con muchas personas.

La chica soltó una carcajada y me dió unos golpes en la pierna—Era broma, pero si necesitan ayuda podrías ser muy útil.

—Gracias, intentaré hacer mi mayor esfuerzo.

—Así se habla, campeón.

Me tensioné un poco y suspiré—Podrías.. ¿No decirme campeón?.

—¡Claro, no te preocupes!, ¿Te trato de ella, elle?.

—No.. No, de ninguno, nunca me gustó que se refirieran con alguno de esos.

—Bien, haré mi mayor esfuerzo, me perdonarás si me equivoco.

—Muchas gracias—sonreí con alivio y me senté, segundos después mi alivio se vió frustrado por alguien que entró.

—¡Mary!, Tarde otra vez, deberían descontarte eso.

Ambas rieron—Tú deberías ser jefa, con esa lógica.

—Tss, obvio, yo ya debería ser hasta presidenta.

—Ajá, traje donas de disculpa.

—Maravilloso, por cierto—me señaló—¿Eres?..

—___, un gusto.

—El gusto es mío ___, soy Jess, y ella es Mary.

—¡Un gusto, ___, espero nos llevemos bien!.

Asentí y sonreí, Mary se acomodó y empezaron a alistar todo, dandome algunos consejos, ellas llegaron antes de que cerraran, pero siguieron esperando para trabajar, pues aman mucho su trabajo.
Empezaron a llegar los niños, habían padres que los dejaban en la puerta y otros niños llegaban por el tobogán, Jess siempre atendía a los padres y a los niños que se acercaban, y Mary se encargaba de hacer inventario y registrar a los niños.
Y yo nada.

Bueno, solamente hacía dibujos y tarareaba canciones de vez en cuando mientras los demás estaban en sus asuntos, hasta que Jess me pidió que fuera a revisar que todo fuera bien.
Hice caso y me levanté, rondé por el extenso lugar y revisé que todo estuviera bien, encontré al niñero nervioso intentando ayudar a un pequeño, quién parecía no entenderle.
Me acerqué cuidadosamente y el chico parecía aliviado con mi presencia.