Por todo lo que dijimos

Capítulo 3

Presente

Valeria

Y aquí estoy yo, tumbada en un banco con el móvil el la mano esperando un mensaje. Un simple mensaje.

Llevo media hora mirando las estrellas en la noche oscura recordando todos los momentos, segundos e instantes que era feliz. Me estoy dando cuenta de todo lo que tenía y tiré por la borda.

Las estrellas solían hacerme olvidar, pero en este momento me estaban pareciendo balas directas a mi corazón. Cada sonrisa, cada palabra, cada abrazo que pensé que sería eterno pero que en este momento solamente eran recuerdos. Unos que dolían, y mucho. Fue efímero.

Recuerdo tu olor y me imagino sin ti, sola. No puedo con ello, tu eres mi pilar. Recuerdo tus caricias y nuestros roces de nariz. Era tan feliz, me hacías tan feliz. No te lo demostré, no te lo devolví. Y se que nunca voy a poder volver a ser así.

Me sentía completa y me arreglaste pero ahora... Te has llevado una parte de mi que nunca supe que existía. Me odio. Y te sigo amando.

Sentirás que no valió la pena y lo entiendo. Por eso me duele tanto y por eso te mereces alejarte de mi.

Te fuiste y no tuve el coraje para ser valiente. No tuve la fuerza de levantarme a por ti. No supe ni pude ser mejor para ti. Fui una cobarde. Solo te vi alejándote haciendo que me termina de perder.

Diez frases que me dijiste que no te pude contestar, y no porque no quisiera, solo no era capaz. No soy fuerte como siempre me has dicho, no soy especial. Pero tú si. Ojala encuentres a alguien que lo sea tanto como tú. Cómo pude destruirte así.

Yo no soy suficiente para ti.

La destrucción no encaja con la luz. La luz intenta alumbrar y hacerte mejorar, la destrucción solo te derrumba. Los polos opuestos se atraerán pero nunca encajaran.

Te llamo de nuevo pero me vuelve a saltar el contestador. Miró el móvil por si se te han llegado los mensajes y empiezo a escribir otro más. Me limpio las lagrimas calientes que nunca note salir de mis ojos y lo mando:

"Me has dado muchas oportunidades, y solo las desperdicio"

Cierro los ojos con fuerza aguantando el dolor de cabeza que me lleva molestando todas estas horas y me concentro de nuevo en la respiración para que no me pase como antes.

Me levanto y busco mi bolso q tiré de mala gana cuando empecé a hiperventilar. Nunca me había pasado. Yo solo quiero descansar, con él. Pero no puedo, y nunca mas podré.

Me duele el pecho, siento falta de aire. No me merezco estar bien pero tampoco que nadie me ayude. Todo a sido mi culpa. Me merezco sufrir.

Nunca se me olvidarán tus últimas palabras:

"Es que no llego a entender porque haces estas cosas? Tampoco entiendo porque yo hago lo que hago. Sabiendo que nunca nadie me lo va a devolver."

Siento no haber sido suficiente. Tienes razón, yo tampoco lo entiendo, por eso quiero que seas feliz. Aunque sea lejos de mi.

Gracias por todo
Te amo.