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nala ko de catorce años era bastante afortunada, todos se lo repetían constantemente. tenía unos padres amorosos, los animales la querían sin conocerla y podía irse de vacaciones a nueva zelanda cada vez que se le antojara. y sí tener todo eso no era suficiente, ahora contaba con un papel en la saga de películas más aclamada de ese momento: harry potter.
estaba nerviosa, jamás en toda su vida había actuado frente a cámaras ni persona, es más, la actuación no fue nunca algo que le interesara del todo. ella prefería escribir, leer y cantar aunque no lo hiciera bien. pero no pensó que participar en un casting que quedaba a unas calles de la casa de su tía en vacaciones resultaría de esa manera.
su padre un día llegó a casa y le dijo algo como "hey, nala, están haciendo un casting para una película en la avenida central, ¿quieres ir?" y como nala no tenía nada mejor que hacer en esas vacaciones aceptó introducirse en esa actividad.
un hombre alto de cara amable la hizo sentir cómoda y recitó cada guión como su madre le había enseñado (dado que ella sí sabía actuar), pausando los signos y sintiendo cada palabra para acoplarlo a la situación.
extrañamente todos quedaron encantados con su participación y el papel de yewon chang era suyo.
le habían hecho firmar un contrato a sus padres, le advirtieron sobre las consecuencias de aceptar el rol en la película y todo lo que tendría que esforzarse para lograr una actuación perfecta.
ese día exactamente, casi dos meses después del casting, le informaron que existirían algunos cambios que debería tomar con seriedad. entre esos, empezar a teñirse el cabello por pocos, pues el personaje como una metamorfomaga, cargaba con el cabello rojo sangre la mayor parte de las ocasiones en las que salía. fue llevada primeramente al spa, tiñeron sus puntas temiendo que el cambio para el cabello provocara una tragedia, pero no fue así.
una semana después, iba a relacionarse con el resto de los actores y el personal.
se preocupó mucho por dar la mejor impresión del mundo, usando sus prendas de ropa favoritas, trenzó su cabello y robó algo de perfume a su madre porque regularmente no lo usaba. estaba lista, pero esa sensación de confianza consigo misma se fue al basurero cuando cruzó la puerta del set que todavía estaba siendo perfeccionado.
muchas personas se movían de un lado al otro, otros revisaban algunas bitácoras a reventar de papeles y vio una cantidad generosa de chicos haciendo un grupo alrededor de una mesa a metros de la entrada.
