» Capítulo Único

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Los personajes NO me pertenecen.
Pero la historia es completamente mía.

Aviso: el contenido puede ser fuerte
para quién lo lee.

La habitación oscura, la noche extraña y las sirenas de la policía sonando a distancia de su casa, hacían opacar el sonido de la televisión

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La habitación oscura, la noche extraña y las sirenas de la policía sonando a distancia de su casa, hacían opacar el sonido de la televisión.

Sentado en el sofá, con sus pies trepados en el mismo mientras tomaba el control del televisor con una mano para subir el volumen, y mordisqueaba las uñas de la otra en un intento de calmarse por todo el alboroto.

Los días han estado extraños desde que descubrieron el cuerpo de aquel joven en su barrio. Su pueblo era pequeño, rara vez pasaban estas cosas y cuando ocurría, todo se volvía tenso. Peor, cuando el cuerpo encontrado era del hijo del alcalde.

Eso estaba en todas las noticias. El joven de tan sólo veintidós años fue encontrado muerto cerca del río Valhalla, que quedaba muy cerca de las afueras del pueblo. Posiblemente el agua lo haya llevado hasta allá, todavía estaba bajo investigación. Las sirenas en el pueblo seguían sonando a lo lejos, tratando de encontrar pruebas o quizás, al culpable de todo esto.

Mikey insiste en subir el volumen, aunque ya está en su máximo y deja el control a un lado sólo para comenzar a llorar escuchando las noticias.



— Las cosas se ponen peor cada día, ¿no es así?


Mikey lo mira, le sonríe al pelinegro que acaba de sentarse a su lado en aquel sofá, en medio de la sala, con las luces apagadas y sólo la luz del televisor iluminando su rostro — Takemichi...


— Tienes que dejar de llorar.



Mikey lo mira, luego su vista va a la ventana a su derecha, refleja aquellas luces rojas indicando que la policía sigue de paso en la carretera. Suspira, cierra los ojos por unos segundos para luego abrirlos y mirar a Takemichi que se dispuso a observarlo por un rato.



— Lo intentaré. Pero es casi imposible que pueda hacerlo si sigues mirándome de esa manera.



Takemichi rió, casi un bufido. Mikey lo miró, como él seguía riéndose sarcásticamente y casi parecía estar enojado. Mikey sólo rodó los ojos, secó sus lágrimas y se carcajeó llamando así la atención de Takemichi, quien ahora se encontraba totalmente molesto y dispuesto a enfrentarlo.



— ¿Por qué llorabas? — Preguntó Takemichi, no se levantó del sofá. Se quedó ahí, viendo a Mikey pararse y caminar en círculos por la sala. Lo rodeaba por completo, con la uña de su pulgar entre sus dientes.


— Me apena cómo murió.



Takemichi lo miró, Mikey paró en seco cuando Takemichi se levantó del sofá y lo encaró. Estaba enojado y Mikey lo sabía.

Para Mikey, Takemichi era el amor de su vida. Lo amó cómo nunca amaría a alguien más y Takemichi lo sabía, aunque nunca iba a entender la manera extraña en la que Mikey lo amaba. Jamás, no podría entenderlo. Se supone que si amas a alguien, no le haces daño. Pero...



— Entonces, ¿por qué me mataste? Si tanto te apena, ¿por qué lo hiciste?



Mikey atacó en risas, llantos, se golpeó la cabeza y al final su dedo comenzó a sangrar de tantos mordiscos. Se paró derecho, sus ojos se veían perdidos pero la pequeña sonrisa en su rostro lo hacía parecer un demente bastardo por completo. Fue entonces cuando Takemichi por fin pudo entender que su extraño novio realmente era un psicópata y que nunca entendería la razón de sus acciones.



— La pregunta es, ¿Por qué no lo haría?

Amor de locos » TakeMikey Donde viven las historias. Descúbrelo ahora