Capitulo 5

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Can estaba nervioso, seria su gran noche por fin con Saint, las manos le temblaban y le sudaban, sus piernas también le empezaron a temblar y un frio recorrió su columna vertebral. 

Saint sonreía y lo acariciaba por la cintura, por fin había conseguido lo que tanto había esperado y lo aprovecharía al máximo, su mente viajaba a su grandiosa noche sin percatarse que unos ojos se detenían en el con dolor, Ae lo había observado después de la charla que ellos tuvieron en la habitación de su hijo, le dolía pensar que Can pasaría la noche con su lindo Pete, porque para el aquel castaño hermoso era su Pete

-Papa, ¿estas bien?-escucho a su hijo hablar

-si hijo, perdón, que me decías

-te decía que hoy no dormiré en.... casa, iré con Saint a la suya-susurro

-no hijo lo siento, puede que te permita que el se quede pero en el cuarto de invitados, pero nada mas

-¿de que me estas hablando?, te estoy avisando, no pidiendo permiso-gruño

-Can, tu mama no esta acostumbrada a que no duermas en la casa-mintió-solo dale un poco de tiempo mas por favor, solo por esta vez

Ae rogaba que su hijo desistiera un poco en irse, no quería aceptar que estuviera con Pete, porque si su mente ya le había jugado la broma mas cruel de su vida, imaginando que aquel castaño de ojos hermoso era PETE

-ok padre, hablare con Saint.

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.

-Haber, solo quiero entender lo que me estas diciendo, tu padre te pidió que te quedaras en casa por tu mama y aceptaste

-pero se escucha peor de lo que parece, Saint lo siento-susurro lo ultimo

-esta bien, que te parece-lo tomo de la cintura pegándolo a su cuerpo- si en la noche te das una escapadita a mi cuarto y me dejas besarte todito

Las manos de Saint recorrieron las caderas del menor, bajaron lentamente a sus redondas nalgas haciendo una pequeña presión con los dedos, provocando un leve saltito y un dulce gemido por parte del menor quien solo asintió apenado

Entre platicas y preguntas a Saint, el reloj marcaba las 2 de la mañana Deli ya se había retirado a dormir argumentando que entre el vino y la casa estaba demasiado cansada. Ae por otro lado tenia ansiedad de dejarlos solos, no quería pensar en lo que pasaría una vez el se retirara para dejarlos solo, aunque fue inevitable logro separarlos, le mostro a Saint su cuarto, llevándose consigo a su hijo.

Apago las luces de su casa, se sentó un rato en la silla del patio mirando el cielo, se preguntaba porque Pete lo había dejado solo en la vida, quería o mas bien deseaba abrazarlo como lo hacían cuando eras mas jóvenes, sentir el calor de su cuerpo con el suyo, el aroma a primavera, suspiro melancólico, era capaz de dejar a todos y hacer de todo por un minuto con Pete, sin quererlo una lagrima recorrió su mejilla derecha y corto su paso en la mandíbula.

Ingreso a la casa cansado, preocupado y muy consternado por su hijo y Saint..... Saint su nombre parecía poema  para el, era como decir magnifico, se sentía idiota pensando en una vida con aquel hombre de ojos brillosos color arena, pero era lo único que podía hacer, soñar.

Al subir las escaleras escucho unos chasquidos y un gemido ahogado, su corazón acelero de uno a un millón y subió las escaleras haciendo el ruido mas fuerte que sus pies dieron, escucho un portazo y la luz del cuarto de su hijo ser apagada, se metió a su cuarto y maldijo una y otra vez el dolor que se implantaba en su pecho, quería gritar y maldecir su vida, maldecir a Pete por haberlo dejado solo, maldecir a Saint por su físico similar. Entro en desesperación y decidió enfrentarlo, decirle que no tocara a su hijo, que no se atreviera a dañarlo y si era posible amenazarlo con matarlo si Can derramaba una lagrima mas por el

El papa de mi novio es.. ¿mi ex?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora