Capítulo 3: Spider Woman No More

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— Esto es increíble — se decía Mary Jane bajando a su hijo del auto, luego entra a su casa y siente un escalofrío recorrer su cuerpo al escuchar unos pasos que provienen del piso de arriba — ¿Quién anda ahí?

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— Esto es increíble — se decía Mary Jane bajando a su hijo del auto, luego entra a su casa y siente un escalofrío recorrer su cuerpo al escuchar unos pasos que provienen del piso de arriba — ¿Quién anda ahí?

— ¿Mary Jane? — preguntó un hombre asomandose por las escaleras

— ¿John? — le preguntó mientras este baja para abrazarla a ella y a su hijo

— Gracias al cielo. Creí que te había... Que te había...

— Tranquilo. ¿Cómo te sientes? ¿Recuerdas algo de lo que pasó anoche?

— Recuerdo... haber sentido tanta ira y hambre. Todo en lo que pensaba era cazar. Pero ya estoy bien, al menos por ahora

— John, ¿pasó algo cuando estuviste en el espacio?

— De hecho sí, solo que no te lo dije para no preocuparte. A nosotros nos... alcanzó una especie de tormenta cósmica, yo estaba haciendo unas reparaciones cuando pasó. Estaba regresando a la nave y cuando iba a cerrar la compuerta fue... Fui el único afectado. Me sentí raro, sentí la necesidad de comer carne cruda. La tormenta nos empujó de regreso a la Tierra, perdimos el control de la nave y Superman apareció

— Así que ahora tienes poderes como los Cuatro Fantásticos

— A diferencia de ellos dudo que los míos sean para algo bueno

— Spider Man y Spider Woman están al tanto. Intentarán ayudarte

— Solo espero no haber matado a nadie. Nunca me perdonaría sí... — se lleva la mano al pecho al sentir una punzada — Estoy bien. Estoy bien. ¿Nil como está?

— Ha estado muy tranquilo. John, dime la verdad, ¿crees que soy arrogante?

— Si te soy sincero creo que tu arrogancia es más como tu modo de defensa. No sé por qué, tal vez algún evento traumático o alguien te hizo daño

— Ya veo — le dijo bajando la cabeza

— ¿Quieres hablar de eso?

— No, no es importante

— Lo es para mí. A veces hablar con alguien te quita cierto peso de encima

— Estoy bien. Creo que es por los años que mi padre nos maltrató a mí y a mamá

— Ya me habías hablado de eso. Tal vez debas ver a un terapeuta para superar...

— ¡No necesito un terapeuta!

— Tranquilízate, no tienes que alterarte. Es extraño que trate de calmarte siendo yo el que se convierte en un monstruo asesino

Parker Drew: La Noche del Hombre LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora