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-6 de Febrero-

Los dos días dentro del hospital fueron sumamente aburridos, era muy distinto estar en su habitación a una habitación de paciente.
Aquellos dolores no se presentaron nuevamente; quizás su misma mente le hacía esas jugarretas dónde Goku debía ser su salvador.

Se extrañó de sí mismo al notar que la noche anterior había platicado con Goku de cosas demasiado triviales. No era de él hacer eso, pero el peli-palmera salía con cualquier ocurrencia que le daba por continuar la conversación.

Pasó rápidamente a la casa; solo se daría un baño y se iría a la escuela. Ya no quería pasar otro día encerrado.

-Goku- ¿Quieres algo específico para almorzar? -preguntó mientras conducía y chupaba una paleta.

Vegeta- No, cualquier cosa está bien.

Goku- Como quieras.

Respondió y giró a la izquierda. Su teléfono vibró, una llamada entrante de su prometida, que no respondió, iba en el volante.

Se estacionó dónde siempre y quitó el seguro de las puertas.

Salió sin despedirse, pero el grito ajeno le hizo voltear a ver.


Goku- Adiós.

Se despidió mostrando su mano mientras levantaba su dedo índice y medio, dejando los demás dedos empuñados.

Sonrió muy levemente e hizo la misma seña de vuelta, sabía que significaba, pues todos los niños del orfanato la hacían.


...

Milk- Hola Vegeta, regresé. -Avisó jodiendo de vergüenza al menor, pues se encontraba parada justo en el centro de la puerta de la escuela, donde medio mundo la podía ver esperandolo.-

Vegeta- -Esta vieja...- Pensó y metió sus manos en sus bolsillos. - Buenas tardes. -respondió y pasó de largo a ella.

Milk- -Lo siguió.- Regresé antes de los esperando, así que decidí venir a traerte y que comieramos los tres juntos. -comentó y unió sus dos palmas como acto de felicidad.-

Vegeta- Igual no me puedo negar.

Milk- -sonrió- Bueno, gracias por aceptar.

Llegaron hasta donde estaba el auto de Goku.
Nuevamente el peli-palmera mostró su mano y está vez formó una L con sus dedos medio, índice y pulgar.


Repitió la seña y como ya era costumbre intentó subir al asiento de copiloto, pero Milk no se lo permitió ya que se apresuró a estar en ese lugar.

Vegeta- -Ahora me sale con esto...- achinó los ojos y se enrabió un poco al verse obligado a ir en los asientos traseros.

Milk- Parece que ustedes dos se llevan mejor. -comentó poniéndose el cinturón de seguridad.- ¿Qué hicieron el fin de semana?

Vegeta- Yo estuve encerrado en...

Goku- -interrumpió rápidamente- Encerrado en su habitación como siempre. -respondió y le vio por el retrovisor.-

Vives en mi oscuro pasado (Republicando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora