IV

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-1 semana después-

Pasada la media noche dolores insoportables jodían su cabeza. Sentía que se partiría en dos desde arriba.

Ya era una pequeña costumbre que eso sucediera desde que tenía siete años, después del suceso que lo marcó en muchos aspectos.

Pasaba una vez al mes, siempre, continuamente recordaba de manera borrosa a un grupo de niños pasear por una casa borrosa y abstracta.

El dolor se intensificó, queriendo no alertar a su tutor apretó su rostro contra una almohada y soltó un grito que fue percibido por el peli-palmera.

La puerta de su oscura habitación se abrió con un golpe.

Goku- ¿Qué pasa? -preguntó preocupado- ¿Qué tienes?
Se acercó y se arrodilló hasta poder tocar el hombro del menor. Con algo de miedo se volvió levantar para bajar a la cocina por un vaso de agua y unas aspirinas.

Goku- Traje medicina.

Avisó en un susurro.
El menor le vio; notó que su voz le provocaba dolor a Vegeta.
Silenció y con cuidado lo movió hasta dejarlo boca arriba. Posó la pastilla en los labios ajenos y con cuidado le dió el traguito de agua para que bajase la pastilla.
Despacio se sentó a la par, y con un leve tacto le acarició el cabello, buscando que se relajara.

-Unos minutos pasaron, se tranquilizó por completo tendido en la cama.

Goku- ¿Te sientes mejor? -preguntó mientras el otro parecía algo dormido.-

Vegeta- Si... -contestó bajo.-

Goku- Lazuli me dijo que sufrías de dolores de cabeza cada mes, pero no creí que fueran tan fuertes.

Vegeta- Casi siempre es un dolor que puedo manejar pero hoy sentí que la cabeza se me abría en dos.

Goku- ¿Es la primera vez que pasa? ¿No quieres que mañana te lleve al doctor? Milk sabe algo de medicina pero se fue hace dos horas. -preguntó tocándole levemente la mejilla.-

Vegeta- Estoy bien. Sólo lo quiero dormir un poco.

Goku- Esta bien. Si quieres puedes faltar a clases.

Vegeta- Sí.

Goku- Buenas noches.

Vegeta- Buenas noches.

...



Le tomó la palabra a Goku, no asistió a clases aunque sintió la alarma diaria.
Se levantó pasadas las ocho de la mañana; aún con una fuerte migraña y un hambre del demonio.

Goku- Buenos días. -saludó viéndolo desde el desayunador de la cocina.-

Vegeta- Buenos días. -respondió y miró la cafetera.-

Goku- Mmmh, estás algo pálido. Te llevaré al doctor después de desayunar. -sentenció y sirvió café en dos tazas.-

Vegeta- Se me pasará hoy, no es nada del otro mundo. Además, anoche dije qué no era necesario.

Goku- Puede que no sea necesario, pero yo no sé nada de medicina así que si esto empeora no sabré que hacer.

Vegeta- Con una aspirina se pasa. -contestó frívolo mientras tomaba la taza de café.-

Vives en mi oscuro pasado (Republicando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora