*Regreso a casa*

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Desperté, por el chillido del tren, al fin había llegado a la estación de tren... vi por la ventana a varias personas, busqué con la mirada a las personas que mi hermano mencionó son nuestros padres en una de sus cartas,  con una foto de ellos con una bebé en brazos, también me dijo que esa foto fue tomada una semana después de mi nacimiento. Sin embargo no veo a nadie parecido, por lo que decido bajar del tren y buscar bien.

Bajé y un señor me ayudó a bajar mis maletas, que no eran muchas, la mayoría de mis cosas las dejé en Francia, no creo que aquí me haga falta algo, además mis abuelos siempre decían que mis padres, tenían mucho dinero, así que creo que si necesito algo, ellos me lo darán o eso espero, no creo que se nieguen.

- Muchas gracias - Le dije al señor que me había ofrecido su ayuda, de repente escuché un grito, así que me giré a ver quien había sido.

- ¡Aléjate de mi hija, sucia mestizo! - me encontré con una mujer, la cuál era idéntica a la mujer de la foto que mando mi hermano, así que por lógica intuí que es mi madre.

- ¿Mamá? - dije 

- ¿Qué haces con esta gente Adhara? debes aprender que los Rosier no conviven con mestizos hija mía, ¿no te dijeron eso los abuelos?

- Si madre, pero no sabía que ese señor era un mestizo.- y ni modo que vaya preguntando por el mundo, cual es el estatus de sangre.

- Pues a partir de ahora, no quiero que te acerques a ese tipo de gente, contamina nuestra naturaleza, tendrás que conocer las reglas de los Rosier, no nos juntamos ni con mestizos, y muchos menos con sangre sucia, no, no, no. - Decía mientras me llevaba junto con mis maletas a un carruaje, me causa un poco de gracia su tono, pero asiento levemente, pero ¿Dónde estaba papá?

- Y....¿dónde esta papá? - pregunté ya en el carruaje que nos llevaría a casa, no lo había visto.

- Oh... él fue a arreglar unos asuntos al ministerio, no pudo venir conmigo a recogerte, pero así es mejor, así solo yo podré abrazarte - dijo mientras me abrazaba super fuerte, que hasta casi me ahoga.

- Gracias mamá...

- Ahora como sabrás dentro de unos días inicia la primavera y con ella llega una fecha muy importante para todos y... podremos celebrarlo después de 9 largos años.

- Siii, en tres días es mi cumpleaños, tu y papá ¿han planeado algo? - pregunté curiosa.

- De hecho si... vamos a invitar a unos amigos, que traerán a sus hijos e hijas, creo que ellos te caerán bien, son buenos muchachos y de buena familia todos. Tendrás la oportunidad de conocer más personas y de buen linaje.

- Bueno supongo y me divertiré....

- Bienvenida a casa... - dijo cundo llegamos a una mansión súper grande. Incluso más grande que la casa de Francia, aunque tenía unos colores oscuros y parecía más cementerio, a partir de ahora este sería mi hogar. Y lo mejor conviviría con mis padres y hermano.

Las puertas se abrieron solas, lo cuál no me sorprendió, pues en Francia era así, al llegar a casa nos abrió la puerta un pequeño y raro ser vestido con harapos viejos, además que tenía la piel muy arrugada.

- Merry, ella es Adhara, es parte de la familia, así que también estarás bajo sus ordenes - dijo mi mamá a la criatura, que solo asintió con la cabeza - ¡Félix! adivina quién llegó, Merry trae galletas al jardín estaremos allí.

- ¡Al fin llegó! - dijo alguien abrazándome por la espalda - ¡Así que tu eres la niña que vi, cuando apenas era una bebé, luego lamentablemente la llevaron, pero llegaste hermanita! - dijo quién supuse era mi hermano Félix. Era muy parecido a como me lo imaginé, muuy alto para tener trece años, figura imponente, pero traía un brillo en sus ojos.

- Enserio estoy muy feliz de verlos por primera vez - mis ojos se cristalizaron un poco por la emoción-

- Ni se te ocurra llorar, no es de Rosier's - Dijo una voz muy fría a mis espaldas, me di la vuelta y había un hombre muy serio parado ahí, muy parecido a Félix, pero con mirada fría.

- Evan no seas tan frío con ella, acaba de llegar aún no sabe las reglas y tradiciones de los Rosier- dijo mi mamá

- Pues tendrá que aprendérselas...

- No te preocupes papá, daré todo de mí por ser una digna Rosier - dije, porque obviamente el señor era mi padre, Félix me dijo en una carta que el nombre de mi padre era Evan así que seguro es el.

- Deberías empezar por dejar de tener esa voz tan dulce, la seriedad es lo que nos identifica...

- Exacto padre, yo mismo me encargaré de que Adhara sea una digna Rosier - respondió Félix por mí con un tono serio burlón.

- Le dije a Merry que nos trajera galletas al jardín mejor vamos ahí, y nos cuentas como te fue en Francia querida- me dijo mi madre.

Fuimos al jardín, el día estaba templado, ni tan nublado ni tan soleado, Merry nos trajo unas galletas que estuvieron deliciosas, me pidieron que les contará como me había ido en Francia, bueno en realidad solo lo pidió mi madre y mi hermano, mi papá como decía mi hermano en sus cartas no mostró ningún tipo de sentimiento o emoción, incluso no comió ni una sola galleta, bueno supongo que tendré que acostumbrarme a eso, además que para darle una mejor impresión debía cambiar mucho mi comportamiento.

Después de una larga plática, con mi familia mi madre me llevó a una habitación que dijo era mi nueva habitación a diferencia del resto de la casa, esta era de color blanco, todo era blanco, mi mamá me dijo que en algunos años yo podía cambiarla al color que yo quisiera, pero que por el momento debía avisarle para que  lo haga ella con magia, porque yo aún no podía utilizarla. Me quedé dormida por segunda vez en el día, mis cosas ya las habían desempacado los elfos, habían demasiados en toda la casa.



BROKEN HEART - DRACO MALFOYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora