Capítulo 4
Saber que al día siguiente era sábado y que por lo tanto no debía ir al laboratorio era un alivio, me quede todo el día en el sofá viendo películas y series, junto con mi helado. Ignore los repetidos golpes en la puerta y los llamados hacia mí, no quería salir.
-Por favor, déjame hablar contigo. -Escuche de nuevo a Draco cuando ya era de noche, el rubio de seguro que se había tirado todo el día allí, ya que me había llamado durante el día completo.- Por favor, no quise decir eso.
Mis ojos no habían abandonado el rojo, mis mejillas estaban cubiertas por rastros de lágrimas, mi nariz estaba también de un color rojizo y mi pelo desordenado por las nulas ganas de levantarme del sofá. Mi aspecto obviamente era horrible, otro punto a favor de no abrir la maldita puerta.
-Harry, mi Sol, por favor, te lo suplico. No puedo volver a perderte, no sabes lo que sufrí sin ti, pero sabía que estarías mejor. -Al escuchar sus palabras y el tono de pura desesperación hizo que me levantara envuelto en la manta, pero no abrí la puerta aún. -Se que me escuchas, puede que no haya estado los últimos años, pero te conozco y sé que me estas oyendo. -Llore aún más al tener que admitir que era cierto. -Por favor, déjame hablar contigo, déjame explicarte, decirte que no quería interferir en tu vida, no quería que sufrieras por mí. Para algo te había hecho olvidarme, porque no quería que estuvieras mal, te amo demasiado para verte mal.
Mis lagrimas no pararon, pero con una de mis temblorosas manos abrí despacio la puerta y vi como Draco estaba también llorando sentado en el suelo. En cuanto notó que la puerta se abrió levantó su rostro, sus ojos también estaban completamente rojos y noté que su ropa era la misma que la de ayer, lo que confirmaba mi teoría de que no se había ido de allí.
-No hagas que me arrepienta. -Le dije con mi voz completamente mal y rota.
Vi como Draco negaba y se levantó, le dejé entrar y al cerrar la puerta me fui de nuevo al sofá, indicándole que se sentara él también. Me envolví con la manta entero y espere a que hablara.
-No quería que estuvieras mal por mí, por eso no sabía si volver. Pensé en ti cada día desde que te deje en aquel hospital, tú eras lo único que me hacía querer sobrevivir, porque tenía la esperanza de regresar contigo, aunque me juré no interferir para que pudieras empezar de nuevo, incluso significando que yo no estaría a tu lado. -Su voz se cortó y sus ojos volvieron a dejar salir las lágrimas, pero en ningún momento los aparto de los míos. -Al acabar la guerra pensé en volver, en desaparecer contigo dónde estuvieras ya que no sabía si te habías ido, pero no pude. Pensé en que a lo mejor ya eras feliz, feliz con alguien más y con otra vida, y que yo ya no pintaba nada en ella. Así que, pese a todas las veces que mis padres y padrino dijeron que te buscara me negué, y me arrepentiré cada día de mi vida no salir en tu búsqueda en cuánto tuve la oportunidad. Pero jamás me he olvidado de ti ni nunca lo haré, la última vez que te vi te dije que te amaba demasiado para perderte y es verdad, no me arrepiento de mi decisión, ya que gracias a eso has empezado de nuevo siendo tú mismo, sin nadie que te diga que tienes o no que hacer y como siempre supe, eres una persona increíble y capaz de todo.
Mis ojos tampoco habían parado de llorar, le odiaba por obliviarme, dejarme y no venir a buscarme, pero entendía sus razones, sabía que él también había sufrido y estaba sufriendo. Pero sobre todo le amaba demasiado como para perderlo otra vez, temía que se volviera a ir y me dejara de nuevo solo y con ese sentimiento de soledad en mi corazón.
Sin poder aguantar más me lance a él y le abracé con miedo. Él no tardo en rodearme con sus brazos y desahogarse como yo.
-Perdóname mi Sol, perdóname por todo. -Me dijo y yo le abrace más fuerte.
-No te vayas, no me dejes por favor. -Le contesté suplicante, con la voz igual de rota que antes.
-No volveré a soltarte. Prometo que estaremos de nuevo juntos si eso es lo que quieres. -Yo sin poder responder me separé lo suficiente y le besé.
Él no puso objeción y sentí como por primera vez desde hace años sentía que ese sentimiento se eliminaba, ese vacío que sentía se llenaba. Sus labios acariciaban los míos con cariño y amor, cómo si el tiempo de esos años no hubiera existido, ya que con cada caricia eliminaba el dolor. Aun seguíamos abrazados y no nos dejamos de besar hasta que el aire nos ordenó urgentemente llegar a nuestros pulmones.
-No te vayas. -Le dije y él asintió.
-No me iré. -Entonces me abrace otra vez a él y nos quedamos dormidos.
Al despertar note como una mano me acariciaba la cabeza, al principio me asusté, pero en seguida escuche su voz.
-Tranquilo, soy yo. -Ahí me tranquilicé de nuevo y volví a acomodarme en él. -Harry. -No me moví. -Mi Sol. -Entonces le miré. -Lo siento por no regresar a por ti. -Yo respiré hondo y asentí.
-Te perdono Dragón. -En su rostro, pese a que ambos aun teníamos los ojos rojos de llorar, se le formo una pequeña sonrisa.
-¿Significa que si me mudo aquí no tendrás problema? -Me comentó, por lo que yo abrí los ojos como platos y volví a abrazarle.
-Claro que no. -Le dije con la cabeza en su cuello.
-Pues de tu lado no me vas a sacar mi Sol. -Me contesto abrazándome y separándome para besarnos. -No te dejaré solo nunca más.
Yo asentí, aquel sería el comienzo de nuestra nueva vida, en la cual ya nadie podría interferir para separarnos. No si ese alguien quería seguir con vida, porque no pensaba dejar que nadie arruinara mi familia y hogar.
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A: ¿Bueno que les parece? *Pregunta curiosa* Este sería el final de la historia. *Se pone un hechizo por posibles maldiciones* Aunque tranquilos, aún queda un último capítulo dónde explicaré lo que serán sus vidas.
H: *Aparece silenciosamente* Cada vez haces las historias más cortas.
A: *Da un grito de susto y mira a quien había hablado.* Me vas a matar de un infarto si sigues así.
H: *Ríe divertido mientras la chica suspira*
A: Y respecto a lo cortas que son. En mi defensa diré que las que son historias largas no están acabadas. Por lo que no las publicaré. *Acabó explicando a regañadientes*
H: Bien bueno, aceptable. Por cierto. ¡Feliz Febrero!
A: Aaaa, si. ¡Por fin empieza febrero! Que enero más largo. *Respira cansada por el primer mes eterno* Bueno, ya hay que despedirnos.
H: Lo digo yo. *La corta mirándola con una pequeña sonrisa* Os deseamos un feliz febrero y que todos estéis sanos. ¡Hasta el último capítulo lectores!
A: *Se marchan en busca de cierto rubio y del gran amigo de la escritora que les esperaban*
~Se despide la escritora de Hogwarts ~

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Obliviate
Fanfiction***************************************************** -Draco, por favor. -Draco me apuntaba con la varita en alto. -No lo hagas. -Lo siento, Harry. No puedo arriesgarme. -Draco, podemos solucionarlo juntos, no lo hagas. -Te amo demasiado para per...