Capítulo 5 Epilogo
Tori casi mata a Draco al saberlo todo, ella era como mi hermana, así que también le contamos lo de la magia, al rubio no le sirvió ser mago contra la ira de mi amiga. Luego esta se calmó al conocerlo mejor y acepto que fue una buena decisión, excepto lo de no venir antes, cosa que Draco ya sabía de sobras que también estuvo mal y él mismo jamás se perdonaría por eso.
Continuamos con nuestras investigaciones, Narcisa y yo nos conocimos ahora como suegra y yerno, aunque nada cambio en nuestra relación, solamente admitimos que éramos familia, algo que nos ilusionó mucho a ambos, ya que yo ya la consideraba como mi madre y ella a mi como su hijo. Por lo tanto, solo nos unió más, aunque en esa pequeña familia estaba claro que Tori estaba incluida.
Draco se mudó al apartamento como dijo y yo no le puse ninguna pega, excepto el que me tocara cocinar, ya que él era un desastre y no deseaba tener que apagar un incendio o renovar electrodomésticos.
-Si quieres que malgaste la comida quemándola, tú mismo. -Me decía si algún día le pedía que cocinara. Aunque muchas veces le enseñaba a cocinar para que por lo menos algún día no me tocara siempre en la cocina.
El rubio traspasó la central de su empresa a dónde estábamos, ya que no iba a estar yendo todas las semanas a Londres, así que decidió traerá con él. Las gafas fueron un éxito en los hospitales, muchas personas pudieron conseguirlas y ahora con un modelo que son como gafas normales, excepto el pequeño aparato que va junto a ellas que debes ponértelo en una parte específica de la cabeza, pero por lo demás fueron excelentes.
En navidades conocí al padre de Draco como suegro y no enemigo. Lucius a pesar de creer lo contrario, fue muy amable conmigo, y al ver dónde tanto su hijo, amigo y mujer ahora vivían, decidió también mudarse aquí luego de mil tramites.
Un día mientras estaba revisando unas hojas de su siguiente proyecto miró aquel apartamento y por primera vez se le hizo algo, ¿pequeño? Ahora que vivían los dos sentía la necesidad de que dónde vivían fuera un verdadero hogar, un lugar al que volver, y aquel apartamento no era aquello. O bueno, ya no porque durante muchos años aquel sitio para él fue su refugio, pero ahora sentía que quería formar un hogar, poder estabilizarse en todos los sentidos.
En cuanto vio a Draco se lo comentó y este le propuso mirar casas y ver que había. A partir de ese día visitaron unas diez casas, pero no les convencían, o más bien a él, ya que el rubio hubiera elegido cualquiera.
-Mi Sol, di la que más te guste y ya está. -Le pedía casi suplicando, pero él negaba.
Así que, un día sin su novio se fue a mirar él solo cuáles había. Se fue por los alrededores, a un lugar tranquilo sin gente y la encontró. En cuanto la vio, supo que esa era dónde quería vivir junto a su novio y crear la familia que siempre quisieron.
Volvió en seguida a por su novio y se la mostró, Draco parecía también encantado y acepto felizmente, felicitándolo por su insistencia en encontrar la casa perfecta.
Tori se entristeció por el hecho de que ya no fueran vecinos, pero su querida novia, Amelia, la consoló rápidamente y al final decidieron ambas buscar también un hogar para las dos. Porque, aunque su relación fuera temprana de un año como mucho, se les notaba el amor tan puro de ambas.
-Mi Sol. -Se salió de sus pensamientos y deslizó la mirada del fuego a su pareja.
-Si Dragón. -Le dijo bebiendo un poco de su taza de chocolate mientras que el rubio se sentó y le atrajo a él para envolverlo con sus brazos.
-Gracias darme otra oportunidad. -Al agradecérmelo de nuevo, sonreí besándole seguido.
-Gracias por quedarte junto a mí. - Su hermoso rubio volvió a cerrar la mínima distancia de ambos y se besaron como la primera vez, sintiendo exactamente las mismas emociones, aunque cada vez mas intensas, ya que el paso de los años solo reforzo más su unión.
En esta pareja había ciertas cosas muy claras, una de ellas es que Draco Malfoy haría cualquier cosa por su Sol, como Harrison haría lo que fuera por Draco. Otra de ellas era que Harrison Malfoy, anteriormente Harry Potter, amaría a Draco tanto, que lo esperaría siempre en aquella ciudad en aquella casa que ambos habían comprado, convirtiéndola en su hogar y refugio.
La misma casa dónde con el pasar de los años fue aumentando el número de habitantes y número de recuerdos en ella hasta que sus dueños se fueran juntos para vivir otra aventura juntos. La aventura de a eternidad o, en otras palabras, aquel lugar dónde el tiempo ya no corría y solo les quedaba continuar siendo felices a la espera de su familia.
Fin
---------------------------------------------------------------------------------
A: *Se le escapan algunas lágrimas y empieza a aplaudir*
H: *Mira a la autora y con una sonrisa la abraza* Bueno, pues aquí está el final.
A: No quiero. *Se queja secándose las lágrimas.*
D: Bueno querida, esta historia acabara, pero solo será el inicio de otra que podrás crear. *Comento apareciendo y abrazando a ambos.*
A: Por eso he tardado tanto. No quería acabarla. *Se quejo*
H: Pues hoy es carnaval, 25 días desde el último capítulo. *Comento y ella rio culpable*
A: Bueno, pues este sería el final de esta maravillosa historia en la cual me quedé encantada yo misma al escribirla y publicarla. Sinceramente no sé porqué, pero tiene algo que me encanta.
H y D: Es que somos los mejores. *Rieron los tres después de aquello.*
X: Siento interrumpir pero deberíais acabar ya, os estáis alargando *Apareció otra persona*
D: Que si. Que si. Que tú aunque seas alguien especial para la autora no te da derecho a interrumpir. *Comento bufando*
A: ¡Draco! *Se quejo algo sonrojada* Bueno vamos a despedirnos. *Dijo sintiendo a su compañero medio abrazarla.*
A, X, D y H: Feliz carnaval y cuidaros mucho. Hasta la próxima historia lectores. *Y se marchan todos juntos, rubio y pelinegro de la mano mientras autora y compañero se abrazaban entre risas*
~Se despide la escritora de Hogwarts ~

ESTÁS LEYENDO
Obliviate
Fanfiction***************************************************** -Draco, por favor. -Draco me apuntaba con la varita en alto. -No lo hagas. -Lo siento, Harry. No puedo arriesgarme. -Draco, podemos solucionarlo juntos, no lo hagas. -Te amo demasiado para per...