Capítulo 3

302 29 4
                                    

Enough for you
(Suficiente para ti)

— Bianca...— Murmura en un hilo de voz.

Levanto mi mirada, vuelve a tener su rostro magullado, tiene una brecha en la frente y unos moratones se extienden desde su mejilla derecha hasta parte de su mandíbula. Lo que más me aterra es su brazo, se nota que sigue dislocado y él ha improvisado una especie de cabestrillo con dos tablas de madera y cinta aislante.

— Joder, hay que llevarte a un hospital.— Susurro con dulzura, aun sabiendo que no iba a ir.— Tienes el brazo dislocado, Monty.

El niega un par de veces con la cabeza, cierra los ojos y un par de lágrimas silenciosas adornan sus mejillas amorotonadas. No puedo aguantar más y lo abrazo, compartiendo su dolor. El hunde su cara en mi cuello y empieza a llorar con fuerza, sus sentimientos tienen que estar revueltos y él tan trastornado con la situación que ha llegado el momento en el que tenía que descargar todas esas emociones juntas. Acaricio con mis manos su pelo un par de veces en un intento de consuelo y apoyo cuidadosamente mi mejilla contra la suya, noto su piel más caliente de lo normal, tiene fiebre.

— Monty, nos vamos a mi casa, necesitas recuperarte.— Murmuro en su oído.

• • •

La caseta de la piscina se ha convertido en un refugio para todos los amigos de Bryce, cada vez que alguno se metía en algún lío o problema, venían aquí a pasar un tiempo alejado de todos los problemas que se creaban a su alrededor.

Ayudo a Monty a tumbarse en el sofá, este tiene los ojos cerrados pero su cara se contrae en expresiones de dolor, no sé cómo aún no se ha desmayado.

— Llamaré al médico de la familia, así no tendremos que dar parte.— Le aviso mientras marco el número del doctor. Monty sigue con sus ojos cerrados y ni si quiera muestra algún movimiento facial.— Doctor Johnson, verás tengo un problemilla si pudieras venir a mi casa, es bastante urgente.— Hablo con rapidez.— Genial, muchas gracias.

A continuación llamo a los chicos para que dejasen de buscar, le cuento todo lo que ha pasado a Bryce y envío un mensaje a Zach diciendo que ya lo había encontrado, alrededor de unos quince minutos estarían aquí.

— Bianca...— Me llama Monty con debilidad.— ¿Puedes darme agua?

Me dirijo hacia la mininevera de al lado de la televisión y cojo una botella de agua mineral. Monty se incorpora lentamente sentándose haciendo algún que otro mohín de dolor, me siento a su lado y rodeo su espalda con mi brazo, acerco la botella a sus labios y este empieza a beber con ansias.

— Oye, despacio, no te vayas a morir ahora por axfisia.— Hago un amago por sonreírle.

— Gracias.— Dice volviéndose a recortar sobre el sofá.

Dejo la botella de agua en la pequeña mesa de cristal que separa la televisión del sofá. Monty vuelve a cerrar sus ojos y yo doy un gran suspiro, la situación me está sobrepasando.

• • •

Todos esperamos fuera de la caseta a que el médico terminara de revisar y ocuparse del cuerpo magullado de mi mejor amigo. Los chicos están algo inquietos por la situación, describirle su aspecto físico había sido horrible, las lágrimas se acumularon un par de veces en mis ojos, no sé cómo seguía vivo después de tanto golpes.

— No puedo creer que hayas ido tú sola a su casa.— Bryce vuelve a regañarme.— Mira cómo ha dejado a Monty, ¿que crees que te hubiese hecho a ti Bianca?— El enfado de mi hermano es tan grande que hace sentirme como estúpida, él tenía razón, podría haberme hecho lo que sea. Ese hombre me superaba en fuerza con creces.

— Bueno, no ha pensado lo que podría pasar, solo pensaba en sacar a su mejor amigo de ahí.— Defiende Justin.— Además están los dos sanos y salvos, ¿no?

— Eso de sano...— Murmura Scotty.

Le acribillo con mis ojos, Scotty siempre hace comentarios sarcásticos en momentos inapropiados.

— Él está bien, no es la primera vez que recibe una paliza de tal magnitud.— Comenta Zach.

— No sé si eso me alivia o me pone más nerviosa.

El médico sale de la caseta y cierra la puerta detrás de sí, nos mira uno por uno, su silencio y su misterio está haciendo que quiera darle una patada para que empiece hablar ya.

— Dentro de lo que cabe está bien.

Sus palabras hacen que mi cuerpo se calme, el peso del nerviosismo y de la incertidumbre se desvanecen, dejándome con un sentimiento de alivio. Escucho por parte de los demás largos suspiros.

— No tiene ningún hueso roto, le he vuelto a colocar el brazo en su sitio y lo tiene vendado, tendrá que llevarlo así durante un mes, no podrá hacer ningún ejercicio físico, ni esfuerzos.— Todo lo que dice lo intento memorizar.— Necesitará ayuda para cambiar algunas gasas y desinfectarse las heridas, aun así, tendríais que llevarlo a un hospital para que le hicieran algunas revisiones internas.— Sugiere.— Aunque si me has llamado, entiendo que es porque no se quiere dar parte de lo que ha pasado.

— Es algo personal, doctor.— Interrumpe Bryce.— Le pasaré el dinero más tarde, gracias por su ayuda, le acompañaré a la puerta.

El doctor asiente con la cabeza y se despide con la mano de nosotros y comienza a caminar junto a mi hermano. Miro por unos segundos la puerta, agradecida porque él se encuentra bien.

— ¡De La Cruz, una pelea sin nosotros, me decepcionas!— Chilla Zach entrando en la sala.

Monty parece estar más consciente, su brazo está envuelto en un cabestrillo y su cara está adornada por algunas gasas que comienzan a ponerse de un color rojizo oscuro, su ojo derecho está algo hundido por el puñetazo que lo decora.

— Y con vosotros hubiese también recibido yo todo los golpes, sois  unas nenazas.— Añade con humor.

Una sensación de calidez invade mi pecho y no puedo evitar sonreír, noto mis ojos humedecerse mis intentos de no romperme son inútiles, empiezo a llorar como si fuese una niña pequeña y  corro a abrazarle. Me siento encima de él con cuidado y rodeo su cuello con mis brazos atrayéndolo con fuerza hacia mi, él envuelve mis caderas con sus brazos.

— Oye....— Murmura Monty contra mi frente.— Estoy bien, cariño.

— Eres idiota.— Me separo de él y le pego levemente en el pecho.— ¿Sabes lo preocupada que me has tenido? Eres un estúpido, idiota, tonto...— Recito un par de insultos frustrada mientras sigo pegándole en el pecho.

— Bianca, estoy herido esto no ayuda mucho, así nunca se va a curar el brazo de las pajas.

Sorbo por la nariz intentando tranquilizarme, una risa se escapa de mis labios y miro su rostro, los golpes y magulladuras le hacen ver aún más sexy de lo que es. Zach, Justin y Scotty se unen a nosotros en un enorme abrazo.

— Oye, yo también quiero.— Se oye decir a Bryce desde la puerta.

La pesadilla para Monty e incluso para mí se ha terminado, hemos enterrado el hacha de guerra y ojalá no la volamos a sacar más.

Pero eso duró poco tiempo, tras la llegada de la chica nueva al instituto, todo se convirtió en una pesadilla para muchos.

___________________

¡Aquí os dejo un nuevo capítulo, con un voto sabré que os ha gustado!

Alexa.D.💓

TraitorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora