Mark's Effect || WKH+MKL

01 | Debut

Su primer juego y era el séptimo en la línea del bateo.

Bang Chan lo observaba desde su puesto como pitcher, la gorra casi llegaba a cubrir sus ojos y algunos rizos castaños se notaban por detrás de sus orejas ocultos casi por completo por la gorra blanca y azul, sentía la mirada de desafío que el contrario le dirigía mientras tenía el bate encerrado entre sus dedos con tanta fuerza como para que sus nudillos estuviesen blancos. Una sonrisa petulante, el último inning, Bang parecía estar seguro de su victoria contando que su equipo ganaba por dos carreras mientras el equipo de Hendery estaba en la cuerda floja perdiendo 7 a 9 con dos outs a su espalda, era algo desesperanzador pero al menos contaban con la ventaja de tener tres jugadores en base.

Un error y ellos perdían, un acierto y sería el mejor jodido debut como jugador en el equipo. Sabía que aunque ninguno lo culparía en caso de perder lo presionaban a hacerlo bien, eso debido a que nunca había jugado con ellos, había sido traído gracias al entrenador. ¿Estaba loco el coach Choi? Probablemente, casi siempre con una sonrisa o el ceño fruncido, dando órdenes, enseñándoles todo lo que sabe de una forma básica y a la vez peculiar. Hendery cree que la única vez en que parece una persona normal es cuando habla de su hijo, nunca dice su nombre, siempre lo llama “mi niño” o “el campeón”, a él le parece bonito. Sin embargo, la mirada de ansiedad que le dirigía desde la cerca de malla ciclónica no le producía lo mismo que cuando hablaba de su hijo, no se sentía cálido, entendido o apoyado. Puede que lo último sí pero es eclipsado por la presión que le humedece la nuca y las palmas de las manos.

Era su tercera vez bateando, sus dos veces anteriores no había sido la gran cosa y si se detenía a compararse con Wong YukHei o Mark Lee probablemente podría ponerse a llorar de la pena o reír de una comparación tan absurda.

Pero no era momento de llorar ni de reír. Tenía que ganar. Creyó que el coach lo reemplazaría en un momento así pero al parecer Choi confiaba más en él de lo que creía. Era un buen corredor y un buen bateador, estaba demasiado nervioso pero podía hacerlo, sólo debía confiar más en sí mismo y cumplir con la meta.

Se colocó en posición, el pantalón le cosquilleaba pero estaba seguro que era por la adrenalina que corría por sus venas en ese momento, el miedo a perder, a defraudar y nunca ser aceptado por ese equipo. No los conocía, había estado ocupado por el inicio de su primer semestre en la universidad por lo que no conocía a ninguno de los jugadores, era el equipo oficial de la ciudad y él era prácticamente un intruso al entrar al primer juego de la temporada sin tener un entrenamiento previo con el equipo —sin conocerse siquiera— gracias a que el coach lo conocía, entrenaba con él aunque Hendery lo hacía por el mero placer de jugar, nunca había pensado en estar en algún equipo —menos el principal de las ligas menores en su ciudad— pero sintió que si iba a empezar la universidad podía hacer un par de cosas nuevas más. Era una casualidad que muchos de sus compañeros fuesen estudiantes universitarios o de preparatoria.

Dándose ánimos mentales por última vez vio a Bang moverse con elegancia y lanzar la pelota como una bala en su dirección. Bang era un pitcher sublime, llevaba 6 innings lanzando y no parecía perder su toque, lo bueno de que el pálido chico siga en esa posición es que Hendery ha estudiado sus movimientos, es difícil predecir los movimientos de un jugador pero Chan parece tener tres modalidades principales, al menos en este juego y está seguro de que tiene que ver con que los subestima. Lo entiende, pudo sacar a Eric Son con tres bolas curveadas, tres strikes, Eric quién había bateado un homerun en su primer lugar al bate estaba fuera y Hendery casi se hace encima cuando SiWon chasqueó sus dedos frente a su rostro para que se moviera a batear. Tres de sus compañeros estaban en las bases, en posición aún si había un 70% de probabilidades de que Hendery fallara y perdieran el primer juego de la temporada.