Fall In Love // Sieun&Sumin

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• Fall in love •

Kim Sumin, también conocida como "Pretty princess" en su preparatoria. Para todos ella era demasiado hermosa, para ella solo era un detalle no tan importante. Además de que le irritaba que se lo recordaran todo el tiempo.

—¡Eres tan linda, como una princesa! —Halagó una de sus compañeras nuevas, Chaeyoung.

—¡Cállate tonta! —Gritó harta de que se lo llevara diciendo desde que puso un pie en ese lugar.

La nueva es encogió en su lugar.

Sumin se sentó más tranquila y sacó su cuaderno. Miró a su lado, su compañera de asiento no vendría hoy y ella lo sabía, sonrió y guió su vista al cuaderno.

Pasaron minutos, hasta que la maestra entró. Sumin no se dió cuenta en el momento en el que el aula se llenó.

Siguió observando su cuaderno, sin darle mucha importancia a la maestra, pues sabía que estaba presentando a los nuevos y a ella no le interesaba.

—Siéntate al lado de Kim Sumin. —Escuchó. En ese momento miró de reojo a una de las nuevas. Puso cara de molestia al ver que se sentó al lado suyo. Guió nuevamente su vista a su cuaderno.

—Idiota... —Susurró casi inaudible.

—¿Disculpa? —Al parecer la chica la escuchó.

Sumin no dijo nada, lo había hecho con esa intención. Sonrió maliciosa.

La primera clase ya había terminado. Sumin se dirigía a la cafetería, en busca de su almuerzo.

Después de recogerlo se sentó en un lugar alejado. Estaba comiendo tranquila hasta que la presencia de la nueva interrumpió.

Suspiró tratando de mantener la calma y miró a la chica.

—¿Te gusto? —La chica la miró como si Sumin estuviera loca y se alejó despacio con su bandeja en manos.

Negó firmemente.

—Solo me sentaba aquí porque estaba tranquilo, loca. —Dijo, comenzó a comer tranquilamente. Sumin la miró indignada.

—Sili mi sintibi... —Repitió con voz chillona.

—No seas mala conmigo... —Agachó su cabeza.

Estúpidamente tierna.

—Uhg... —Sumin empezó a comer, tratando de ignorar a la chica.

Aunque no podía dejar de mirarla, para alguna razón se le hacía tierna.

Negó firmemente y volvió su vista a su comida.

Salió de la preparatoria, luciendo hermosa mientras daba pasos lentos.

—Que linda mi futura novia. —Yoon se acercó a ella con una sonrisa bromista.

—Sueña. —Dijo sin detenerse. —Por cierto. —Se detuvo recordando algo. —¿Sabes como se llama esa chica de allá? -Señaló a una nueva.

Yoon asintió. —Park Sieun. —Vió como su mayor sonreía. —¿Te gusta?

Sumin la miró con asco. —Uy, no. Ella no. —Negó, siguiendo con sus pasos.

—Es hermana del mejor amigo de tu hermano. —Mencionó Yoon, mientras seguía los pasos de su mayor.

—¿Es hermana de Jimin?—Se detuvo. —¿En serio? –Le dió una rápido mirada a Yoon. —Bien. —Siguió, restandole importancia al asunto.

—Bueno.. Solo decía, por si te interesaba. Tampoco está mal la niña. —La miró.—Pero si yo fuera tú no saldría con ella, digo, tienes mejores pretendientes. —Sumin no le hizo caso.

—Todos son una mierda. —Rió. -Igual la chica no me gusta, así que calla tu maldita boca de una vez.

—¿No me la quieres callar a besos? —Bromeó Yoon.

-Adiós poste. Ya ví a mi hermana.

Sumin se dirigió al auto de su mayor. Quién la esperaba con una sonrisa.

—¿Jayoon otra vez te intentó dar un beso? —Preguntó burlesca.

—Cállate Jisoo, es su naturaleza. No me sorprendería que se terminara besando con toda la preparatoria.

La mayor rió, no dijo nada más para empezar a conducir. Sumin sacó su teléfono y empezó a buscar algo entretenido para hacer o ver. Sabía que el viaje hasta su casa sería largo.

Una vez que llegaron bajó del auto con su mochila. Realmente odiaba llegar a casa.

Vió a su sirvienta en la sala.

—¿Y el tarado de Taehyung? —Preguntó al no verlo.

—Buenas tardes, señorita. Su hermano está en su habitación dándose una ducha. —Sumin asintió.

Subió las escaleras con prisa. Entró a su habitación y tocó la puerta del baño.

—¡Oye, idiota! —Gritó para que su hermano la escuchara. —Dame el número de Jimin.

—¿Para que lo quieres?

—Sólo damelo de una maldita vez. —Exigió.

En ese momento la puerta del baño se abrió. Taehyung se veía molesto.

Suspiró obligado a darle el número, sabía que la terca de su hermana no iba a dejar de molestarlo si no se lo daba.

—Sí. Toma. —Le entregó su celular. —Ahí esta, no leas mis conversaciones. —Sin más, cerró la puerta.

Sumin buscó entre sus contactos. Sonrió al ver el contacto de Jimin.

Inmediatamente sacó su teléfono y pasó el número. Una vez que lo tuvo registrado en su celular salió de la habitación.

—¡Gracias anciano, Te debo un favor! —Gritó, mientras se retiraba de la habitación.

Sonrió maliciosa, realmente no sabía que estaba haciendo, pero sentía que debía hacerlo.