-¡Eres muy linda, como una princesa!
-¡Cállate tonta!
Sumin tenía la apariencia de una princesa, sin embargo no se podía decir lo mismo de su vocabulario. Aunque tampoco se podía decir que era así con todos.
¿Alguna vez has escuchado de una princesa...
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• Fall in love •
La Pelinegra miró a su mayor confundida, aturdida e incrédula. No creía ninguna de las palabras que salían de la boca de Kim en ese momento, pero suponía que eran reales ya que sabía que Sumin sería capaz de eso.
—¿En serio hiciste todo eso solo para conseguir en número de Park cuándo pudiste ir a ella y preguntarle directo? —Kim sacudió su cabeza de un lado a otro, negando. —¿Entonces?
—Sí hice eso, pero no exactamente así, no podía ir a preguntarle directamente su número, te equivocaste en eso. O sea, ¿Me crees capaz de acercarme a una chica como ella solo por su número? —Jayoon asintió. –¿Disculpa?
—Dijiste lo mismo el año pasado en conseguir el número de cualquier chica, además solo tienes el número de tus hermanos y el mío. Ni siquiera tienes el de tus padres ¿Por qué querrías el de una chica corriente de tu clase? —Sumin analizó sus palabras y preguntas, llegando a una conclusión.
—No sé de lo que hablas. —Levantó ambos hombros. —Realmente no entiendo que me pasa. —Se sentó en el sofá blanco que se encontraba a su lado. —¡No puede ser lo que estoy pensando! –Jayoon la miró asintiendo, sabía que pensaban lo mismo en ese instante.
—¡Estás enamorada! —Jayoon gritó, Sumin la miró negando, se negaba, no aceptaría eso, era mentira, mentira.
—¡No mientas, cállate! —Se tiró con brusquedad, acostándose en el sofá. —¡Debe ser otra cosa, no puede ser, Yoon!
—Mierda, tú nunca me dices Yoon... Son síntomas secundarios, no debería...—Tapó su boca como si estuviera diciendo algo incoherente, tal vez si lo hacía.
—Cállate de una maldita vez, Jayoon. —Dijo, amenazando a su menor con la mirada.
Pensaba en algo coherente para esta situación, que hacía.
—Mejor hablemos de otra cosa. —Sugirió la menor, su mayor asintió. —¿Sabías que Yeeun toca el piano desde que tiene doce años? —Sumin entró en un trance, recordando lo que había pasado hoy en la mañana en la clase de piano en la que estaba Yeeun.
"Te daré mi número, ya deja de molestar." Sonrió al recordar las palabras de Park. Ahora tenía su número en su celular, ahora valía más que cualquier otro. Aunque claro que a parte de ganar eso también ganó un regaño por parte de la maestra, quien estuvo escuchando el final de la conversación.
Salió de aquel pequeño trance al sentir una mano en su brazo, jalandola despacio.
—¡Sumin! —La mencionada la miró, aún confundida de lo que acababa de pasar.
—Uh, no pasa nada, sigue contando.
—¿Acaso me escuchaste? —Sumin lo pensó, no escuchó nada, aún así asintió. —¿Cuál es el color favorito de Yeeun?
Sumin suspiró, aun negándose a perder esto.
—¿Rosa, verdad? —Yoon la miró decepcionada, negando.
—¡Te dije que no tiene color favorito! —Fingió llorar, chillando como una niña pequeña.
Sumin no supo que decir, simplemente palmeó suavemente la espalda de su amiga.
—Ya. No llores, poste. –Dijo, siguiéndole el juego a su amiga.
—Ya, ya.
Sumin sonrió, sacando su celular de su bolso.
—Jayoon.. Ayúdame a hablarle a Park, ¿sí? —La más alta la miró sorprendida.
—No lo sé, nunca me pides este tipo de cosas...
—Por favor... Y te consigo una cita con Yeeun. —Jayoon suspiró, asintiendo con la cabeza.
Pasaron minutos viendo el chat de Sumin y Sieun, solo le había puesto un "Hola"
—¿Que más le puedo decir? —Miró a su amiga.
—Mmh...Podrías preguntarle cosas, para que sepa que estás interesada en saber de ella. —Sumin asintió, empezando a escribir. — pregunta esto: ¿Cómo estás? —La mayor empezó a escribir todo lo que Jayoon le dictaba. —¿Ya comiste? ¿Cómo estuvo tu día? ¿Tienes comida favorita? ¿Te gustan las constelaciones? ¿Tienes color favorito? ¿Que te gusta comer? ¿Sabes nadar? ¿Te gusta hacer deportes? ¿Cuál es tu desayuno favorito? ¿Tienes buenos riñones? ¿Te gustan las planta?
—¡Hey, espera! —Jayoon detuvo sus palabras, mirando a su mayor. —¿Por qué le pregunto sobre los riñones? —Jayoon rió levemente.
—Es para que las preguntas sean muchas, realmente eso no servirá de mucho. —Sumin suspiró, terminando las últimas preguntas.
Contó los mensajes, como mínimo eran ocho mensajes.
—Supongo que ya está bien, pero..¿Por qué no responde? —Miró su celular impaciente, habían pasado dos minutos desde que le envió la primera pregunta y aun así no se marcaban los dos ticks de leído.
—Tal vez esté ocupada.
—¿Ocupada?.. —Cuestionó la mayor, pensando en lo que podría estar haciendo Park. —¿En qué?
Jayoon pensó, alzando sus hombros sin respuesta.
—¿Le vas a seguir mandando mensajes?—Preguntó con sorpresa al ver a su amiga escribir nuevamente en el chat.
