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El director comprendió completamente la decisión de ambos jóvenes de cambiarse de colegio, por más que quedara un trimestre para que termine el ciclo.

Por más que estaba enojado con Jeongin por no haberle dicho nada, ya que el joven finalmente confesó que habían sido varias veces las golpizas, que no era la primera, Christopher Bang ayudó a acelerar el cambio de escuela, recomendando una con orientación artística, cuyo director era amigo de él.

Según sus palabras, un hombre extravagante y apuesto llamado Kim Seungmin.

A la semana, ambos chicos comenzaron de nuevo, en un lugar más verde, con gente tocando guitarras bajo los árboles, acompañados de otros que cantaban letras inventadas, más personas que hacían dibujos rápidos de cualquier cosa que llamara su atención.

Minho le había regalado un nuevo cuaderno, está ocasión más bonito que el anterior, con tapa dura para que pueda escribir donde sea, y con su nombre grabado en la tapa para que el mundo supiera de quién era.

Minho recordó cómo había estado sonriendo todo el día, a pesar del dolor de su labio, sonrió hasta que se acostumbró a ese dolor, y le agradeció  escribiéndolo en ese mismo cuaderno, sindo las primeras palabras "Gracias, hyung".

Jeongin palmeó el brazo de Minho, señalando en dirección a un chico tocando un saxofón, con un muchacho en silla de ruedas frente a él.

Minho sonrió al ver a Jeongin sonreír por eso, con el corazón algo dolido por el labio que no había terminado de sanar, por más que al chico no le doliera, a Minho sí.

Por decisión de Jeongin, se hicieron amigos de aquellos dos chicos primero.

El saxofonista se presentó como Lee Felix, y el otro muchacho con corte de coco era Han Jisung.

Minho se presentó por los dos, con algo de miedo al decir que Jeongin era mudo, pero los dos chicos no lo tomaron como si fuera una discapacidad, un problema, un error.

Por primera vez Jeongin encontró alguien más que Minho que lo trate igual que el resto.

Para el final del día ya eran amigos, y hasta Felix llegó a prestarle su saxofón a Jeongin, instrumento que el chico sopló muy fuerte y casi cae hacia atrás por lo aturdido del sonido, pero Minho se había apresurado a sostenerlo.

Eso provocó risas, porque Jeongin había sido muy adorable con su cara de susto.

A Minho se le seguía derritiendo el corazón cada vez que veía la risa silenciosa de Jeongin.

Y estaba feliz de haber llegado a un lugar donde podría verla más veces.