SEGUNDA CALLE

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Duele en escalas que jamás había sentido,
seguro por nunca haberle consentido;
hay vals entre el dolor y mis cinco sentidos,
pero al llanto no le encuentro sentido.

Arde, punza, duele; ¡duele mucho!

Lastima decir adiós a sus amores,
arde cada coraje que le hice sentir,
duele no haberle dado un ramo de flores, calan todas las veces que le hice afligir.

Punza, quema; ¡no me rindo, lucho!

Derecho, sin llanto, con la cara en alto.
Sufro de todo, mas no puedo ceder,
recordaré su sonrisa, no mi mal trato,
es lo que digo para no padecer.

No obstante, un hueco enorme crece en mi tórax,
solo hay eco y triste esencia funeraria.
Ya no hay bombo a todas horas,
ya no hay mariposas solitarias.

Aunque levanto plegarias a solas y en grupo,
no estoy presente; solo cuerpo, sin ente.
Hay tormenta de brazos cual pulpo.
Soy fábrica de sonrisas, sin dientes.

Climas caóticos dominan mi cuerpo.
Lágrimas evaporadas, lagrimal en sequía.
Lenguas consejeras abarrotan el pueblo.
Cuerdas oxidadas musicalizan mi día.

El dolor está, pero no estoy llorando,
estoy orando, estoy cantando, estoy cansado...
Estoy cambiando, mi software se actualizó,
ya no seré el mismo, mi precuela finalizó.

Descansa en paz, mi amor, mi vida.
Mi paz descansa, no hay amor, no hay vida.

Ve hacia la gloria y di adiós sin culpa
Que la culpa hace ver a dios sin gloria.

Corre que allá serás sol, mar y planta
y yo aquí seré planta, sin mar ni sol.

Ve, vuela hacia la creación, hacia el origen
y quizá te vuelvas el origen de una nueva creación.

Nueve calles de lutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora