Riesgo en la Pista

Capítulo 23: Conociendo a la jefa de la manada

El lugar era montañoso, estábamos en una parte de Viena alejada de la ciudad, la casa era enorme, pintada por fuera de carmesí y beige

Cuando llegamos, una mujer con cabellos blanco y con unas pocas arrugas nos recibió, abrazó a Jack y después se dirigió a Toto, yo sólo los veía fuera del auto tratando de no morir de frío

Toto intercambió palabras con la señora, se abrazaron y después la señora entró a casa buscó algo y cuando salió se lo entregó a él, era una cobija gruesa

Toto vino de regreso y me puso la cobija encima

- Con esto te sentirás mejor - me dijo mientras me la acomodaba - Ven, entra a casa estaremos mejor

Le hago caso y caminamos hacia dentro, la señora canosa me saluda muy amable

- Hola querida, espero te sientas cómoda, mi casa es tu casa - me dice

- Qué tal, muchas gracias- contesto

- Bueno mamá voy rápido por las maletas - le dice Toto

- Ven hija - me dice mientras camina a la sala - Dime, Torger me dijo que sólo eran amigos pero por la forma en cómo te trata y te ve, dice lo contrario, así que ¿qué son?

Sinceramente me dejó en shock, no esperaba esa bomba tan rápidamente

- Me sorprende que diga eso, no sé por qué piensa eso, como Toto le dijo, sólo somos amigos - trato de guardar la compostura

- Conozco a mi hijo, no es la primera vez que lo veo enamorado y hará hasta lo imposible para que estés con él... Ha hecho todo para ganar imagínate cuando no consigue lo que quiere - me dice la mamá de Toto

- Aprecio mucho que me lo diga pero no creo que eso sea posible, me dobla la edad - le digo un poco cabizbaja

- Para el amor no hay imposibles, sé que el hecho de ser divorciado dos veces no habla muy bien de él pero créeme él es sincero con lo que siente, solo te pide que lo cuides, siempre sé honesta y no se limiten en amarse, por mi parte ustedes pueden confiar en mi - mientes lo comenta me toma de las mano, como seña de aceptación y cuidado, yo sólo le sonrío

- Tengo miedo, ¿y si sólo me usa¿- le confieso

- No lo tengas, date la oportunidad de ser feliz. Si él fuera a usarte, entonces no hubieran venido hasta aquí en una fecha especial ni tampoco te tendría la confianza de que convivieras con su hijo

Cuando terminamos de hablar, Toto volvió con las maletas, solamente traía todas las de Jack y algunas de nosotros dos

- ¿Quieres que te ayude a traer las que faltan? - le pregunto

- No,está bien, sólo nos quedaremos hoy y mañana, gracias

Apenas eran las siete de la noche, por lo que empezamos a ordenar la mesa y preparar la cena para la noche

Jack ponía los manteles y yo los cubiertos, Toto abrió una botella de vino y nos sirvió a los tres, a su hijo le sirvió jugo de manzana, y su mamá estaba dando los últimos toques de la cena

- Creo que ya es hora de ponerse elegantes o hacer el intento - bromea Toto, y subió a su habitación

- Sube hija, usa la habitación de enfrente, la de la puerta verde - me dice la madre de Toto

Cuando subo por las escaleras veo a detalle algunas fotos que están en la pared, son de Toto cuando era niño, adolescente y de la actualidad, de sus hijos y también veo la foto de quien supongo fue supadre

- Creo que me veo mucho mejor ahora que cuando era niño - bromea, sin darme cuenta ya estaba a un escalón detrás de mi

- Pero que humilde eres, sabes que siempre has estado guapo- digo sin pensar

- Con que guapo ¿eh? No sabía que me habías echado el ojo - bromea pero al mismo coquetea, y sus palabra me ponen nerviosa

- No, bueno si, digo quién no te ha echado el ojo, o sea no de esa manera pero ... amejoramiento olvídalo- le digo y trato de subir los escalones faltantes mientras escucho a Toto reír

Después de ese vergonzoso momento busco inmediatamente la puerta verde

Cuando entro a la habitación veo que es muy rústica, todos los muebles y piso son de madera, se ve muy ordenada y tiene una gran ventana, la cual tiene una vista impresionante de la montaña y demás casas

Abro mi maleta y busco un vestido para la ocasión, ni muy elegante ni muy casual, solo normal, por así decirlo

———
Narra Toto

- Vamos Jack, ponte el chaleco por favor - Le decía a mi hijo quien a cada rato se quitaba su chaleco

- Vamos cariño, a lo mejor le incomoda - me dijo mi mamá - A ver Jack ¿por qué no te lo quieres poner?

- Porque mi mamá siempre me lo pone, y mi papá es muy brusco cuando me lo pone- le contestó y cuando mencionó a Susie volvió el estrés de contarle lo del divorcio

- Tú mamá no está aquí, perdona si te lastimé ¿quieres que la abuela te lo ponga?

- No, quiero a mi mami - have un pequeño puchero

Mi madre me quita el chaleco y se agachó hasta la altura de mi hijo

- Pequeño, tu mami no podrá acompañarnos hoy, de hecho tu papi te tiene que decir algo importante- oh no ¿mamá qué acabas de hacer?

También me agacho a su altura, me pongo un poco nervioso, me siento cruel al decirlo esto, espero que no llore, porque no sabré qué hacer

- Mira Jack - me acercó a él- tu mamá y yo decidimos divorciarnos, es decir, no vamos estar juntos como antes, tú estarás más tiempo con ella y yo te veré algunos fines de semana, el lado positivo es que tendrás dos fiestas de cumpleaños, dos navidades y dos celebraciones de todo - trato de sonreírle pero él sólo se queda procesando la información- Sé que puedes estar molesto y tienes todo el derecho pero quiero que sepas que no es tu culpa, sino mía, y que nosotros dos te amamos mucho porque eres nuestro hijo

- ¿Es por eso que peleaban mucho?

- En realidad por pelear mucho nos divorciamos

- ¿Y (t/n) será mi nueva mamá? - esq pregunta me congeló

- No, tú ya tienes la tuya, ella es solo una amiga - le contesto, aunque la verdad yo no quiero sólo eso

- Está bien - se quedó pensando unos minutos - ¿Entonces ya no vivirás con nosotros?

- No, pero viviré lo más cerca posible para estar cerca de ti

Al parecer se lo tomó muy bien por el momento, ya pasé por esto una vez, y no es una situación sencilla, por lo mientras lo llevaré a terapia y que sus hermanos mayores le expliquen todo lo que pasará

Estábamos en la sala jugando con unos cochesitos de Jack, mientras mi madre me contaba la vida de cada vecino

Al poco rato (t/n) bajó a dónde estábamos y se veía hermosa, tenía puesto un vestido rojo de manga larga, una pequeña bufanda a cuadros, unas medias negras, zapatos rojos con poco tacón, maquillada y con el cabello ondulado

Si no fuera por mi mamá me hubiera quedado babeando hasta mojar la alfombra

Cuando llegó con nosotros le dije lo espectacular que se veía y otra vez la hice sonrojar, era tierna cada vez que pasaba eso, en verdad no podía despegar mi mirada de ella