Capítulo 27: Primera parada

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Toto está más calmado, la tormenta ya pasó y aunque sigue molesto por lo que dijo su ex esposa ya no lo demuestra. Prefirió subir a su habitación y no hablar más del tema

Su madre levantó la mesa y algunas cosas que dejó Jack en la sala, le ayudé un poco

- Sabes - me dice mi suegra - nunca pensé que Susie se llegara a comportar de esas manera

- Yo no sé cómo es o era, no la conozco como tal - le digo - Sólo era una mujer más que estudiar en el automovilismo

- No es fácil llevar una vida donde prácticamente todos se conocen de rostros pero no quiénes son realmente - hace una pausa, como si estuviera reflexionando

Trato de que el silencio se rompa ligeramente

- Buena noche, ya me voy a dormir

- Si, descansa, mañana parten temprano ¿No?

- Creo que sí

- Por si no nos vemos mañana, espero que les vaya bien, por favor cuídense mucho - se acerca a mí y me abraza suavemente - Me alegro mucho de que estés con mi Torger

- A mi también me alegra haberla conocerla

Nos despedimos, y subí las escaleras

Estaba pensando en todo lo que ha pasado en los últimos días mientras subía las escaleras, hasta que en el último escalón un torso bien plano y duro me detuvo

- ¿A dónde vas? - me dice ya más calmado, su furia se fue, ya no parecía enojado

- A mi cuarto le digo- mientras trato de pasar

- Dirás nuestro - lo dice con esa magnífica voz profunda, y yo solo me quedo en shock

No pude ni reaccionar cuando él ya tenía mi cintura en sus manos para cargarme y llevarme a su cuarto

- ¿Qué? - apenas reacciono, ya es no es necesario hablar

- ¿Te molesta? - me dice preocupado, pero aún no me suelta

- No, no, para nada, quiero estar aquí - le contesto y pongo mis manos en su cuello, aunque se me complica por su altura, a lo que él sólo ríe un poco agacha su su rostro a mi pecho

Esto es tan tranquilo, tan perfecto

Sus manos buscan mis manos, y cuando las encuentra, las entrelaza. Siento su respiración lenta en mi cuello, se me pone la piel chinita. Le beso su cuello, los dos estamos cansados pero estando así de pie, juntos nos damos la energía que necesitamos

- Quisiera hacer más cosas esta noche contigo, pero ya soy un viejo y me siento cansado - me susurra pícaramente

- Está bien Toto, también estoy cansada, y deja de decirte viejo - lo veo directamente a los ojos - No eres viejo, eres un hombre increíble y olvida todas las cosas que te dijo ella hace rato, aquí me tienes

Y con esas palabras él me sonrió, y me pegó a su cuerpo con mucha fuerza pero como si fuera un niño abrazando un osito de peluche nuevo

Después de estar un rato abrazados nos apartamos cada uno por su pijama, aunque en realidad Toto sólo traía una playera gris deportiva pegada a su tonifiicado cuerpo y un pantalón de pijama en forma de cuadros negros y azules

Él me veía con una expresión de inocencia, era muy tierno cuando sonreía. Ya me estaba esperando en la cama

Yo por mi parte, me puse un conjunto de un pantalón morado y una playera de tirantes del mismo color

Al verlo sólo sonreí y corrí a la cama para estar a su lado

Me meto entre las sábanas, y él sin pensarlo vuelve a abrazarme de la cintura y nos quedamos dormidos en cucharita

Riesgo en la PistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora