Youngblood ²⁴ || Kate Bishop ||

▎Chapter III

La sala se quedó en un silencio algo incómodo, Isaac miró a las personas sentadas en el sofá frente a él.

—Entonces, recapitulando, desaparecimos cinco años, te hiciste cargo del "negocio", lo expandiste, y nuestro tío se comprometió con Claire —habló Jared — Acaso también ganaste un nobel.

—Jared —regaño Evan, el padre de Isaac y Jared.

—¿Qué?, cómo puedes estar tan tranquilo —dijo alterado —Lo último que recuerdo es que me dejaron en la tienda de videojuegos mientras tú y Isaac iban a otra tienda, mi hermano tenía diecisiete, Nate tenía cinco y pensaba que mi tío iba morir solo.

—Oye — se quejó Alain.

—Jed, hijo, tranquilízate, sé que esto es algo duro de procesar —hablo Elle, la madre de ambos.

—No — gritó alterado —Necesito, yo, iré a mi habitación.

Isaac vio a su hermano alejarse, hizo una mueca, su hermano tendía a ocultar sus sentimientos, tal vez porque ambos crecieron en un entorno, que, en la mínima señal de debilidad o sentimentalismos, la usaban en contra tuya.

—Hijo.

Claire se mantuvo al margen del asunto desde que llegaron, se encontraba haciendo la cena, esperando a Isaac y Alain que regresaran de la reunión con los demás líderes de las organizaciones, se volteó a la barra de la encimera para agarrar los condimentos, cuando de repente Elle aparece haciéndola soltar un grito y espantadola. Se escucharon disparos, pero los ignoró, sus ojos no podían creer lo que veían, Elle la miraba confundida.

—Claire, ¿estás bien?, parece que viste un fantasma — hablo la mujer de cabellos negros.

La puerta que daba al patio se abrió, un joven entró por esta, su cabello castaño algo mojado caía por su cara, sus ojos celestes conectaron con los de la mujer.

—Louis — susurró la mujer sin poder creerlo.

Camino hasta su hijo, puso ambas manos en sus mejillas, no pudo retener el sollozo que soltó al sentir el calor de la piel de su hijo.

—Maman — dijo confundido al ver como esta empezaba a llorar.

Un grito se escuchó en la parte de arriba, un niño de diez años apareció en la cocina gritando, llamando a su mamá diciendo que había intrusos en la casa, este se detuvo al ver al joven.

—Louis — hablo al verlo —Louis —gritó corriendo abrazar a su hermano —Volviste.

Louis y Elle no podían estar más que confundidos por el comportamiento de Claire y Nate. Hombres empezaron a entrar mientras apuntaban a otros, uno de ellos llegó a la cocina donde apuntó a la mujer en la barra, otro entró por donde Louis había entrado apuntando al sujeto.

—Suelta el arma — hablo firme.

Claire se separó de su hijo mayor, le acarició la mejilla para ponerse entre ambos hombres.

—No disparen, ninguno de los dos, ambos trabajan aquí — dijo — Henry baja tu arma.

Ambos hombres se miraron, ninguno recordaba al otro, pues el que entró por la puerta de la cocina había desaparecido, el otro que empezó a trabajar cuatro años atrás no lo había visto por esa razón.

—Henry, por favor dile a los demás que dejen de disparar, los que están en esta casa, trabajan aquí, no los conoces porque — suspiró, lo que venía continuación iba a ser confuso —Porque hace cinco años desapareciste junto a la mitad de la población.