Mi madre se cansó de tal comportamiento. Se preocupó, lo habló con mi pediatra, ya no recuerdo que fue lo que le dijo pero lo que si, era que si seguía haciendo eso, iba a tener que mantener una charla con una profesional.
¿Qué podría decirme que yo ya no supiera?
«¿Come porqué necesitas energía?»
«¿Come porqué de lo contrario te vas a morir?»
¡Como si algo tan obvio como morir fuese insignificante, nada más poderoso que mis sentimientos!
Yo ya no tenía miedo. Excepto de lo que sentía.
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Relatos para las 5:00 AM
Short StoryRelatos cortos para leer cuando no puedas dormir y el reloj toque las cinco de la mañana, donde habrá misterio e insensatez.