Lunes (TLH)

Prologo.

Laboratorio general de Royal Woods, Michigan. Dos personas se encontraban hablando en el pequeño establecimiento que era el laboratoriogeneral de su ciudad, el cual se encargaba generalmente de hacer análisis en lasangre y casi nada más.

- En serio Dennise, no podemos caer más bajo.

Menciono un joven chico de tez morena y bata de doctor, con un trono más de cansancio que de molestia, pero asegurando que se enfatice este ultimo más que el primero.

- Chingas a tu madre Jaime, primero los rusos, luego losasiáticos y ahora tu- le contesto una chica de menos de veinticincos años deedad, con pelo negro, ojos cafés y piel cobriza- se que no te agrada quetengamos que trae las muestra aquí, pero no mames, tampoco es para que tepongas así.

Daniel se quedo callado unos momentos, como si no supieraque responderle a su compañera, solo viéndola, como si estuviera viendo a unlunático por las calles e intentara darle sentido a lo que oye de él, hasta quede un momento a otro, se sentó en un blanco cercano, movió su mano con el dramatismomás exagerador que pudor logar y apunto a una pared a su derecha.

- ¿Sabes lo que hay pasando esa pared de ahí?

Pregunto como lo haría un profeso a un estudiante ni muylisto para espera una muy buena respuesta, ni muy tonto para una muy mala.

- Un puesto de dogos.

Respondió ella, como si le hubieran preguntado la cosa más obviadel mundo.

- UN CARRITO DE HOG DOGS- grito lo más bajo que pudo,mientras pasaba de apuntar a la pared a apuntarse a sí mismo- conseguir dosdoctorados a mis veinte años y ayude a encontrar la cura para la sífilis a misveintitrés- paso de apuntase a sí mismo a apuntar a todo el lugar-, solo paraterminar trabajando en la cúspide de mi carrera, en un laboratorio de segundaal lado de un puesto perritos calientes.

- Wey, estas exagerando un chingo esto.

- Mira si los malditos hog dogs estuvieran buenos, okey, telo dejo pasar, el trabajo de mi vida se ha ido en picara y no soy ni una sombrade lo que era, pero al menos tengo buena comida y salud, pero los malditos nisiquiera saben bien, usan carne de tercera, el plan saber a plástico y medieron intoxicación alimenticia el otro día.

Dennise le respondió casi de inmediato a Jaime, poniéndoletres dedos de su mano derecha, frente a su rosto.

- Primero que nada, eso es mucha información- dijo bajandoun dedo de su mano- segundo, que esperabas de unos dogos de diez pesos- dijobajando un segundo dedo- y tercero, no trabajas aquí, solo venimos a queanalicen la muestra de sangre, porque no tenemos el equipo necesario en nuestrolaboratorio- menciono, esta vez manteniendo su dedo levantado, el mayor tiempoposible- viejo ridículo.

Jaime solo espero a que su compañera dejara de restregarleel dedo medio a su cara, para habla, pero mientras esperaba ese momento selograba deslumbra una sonrisa en su rosto, como mi disfrutara de la escena quelos dos estaban montando.

-Esas porquería valen cinco dólares  no cuarenta centavos, no hay un solo lugar entodo el país que lo den a ese precio...pensé que ya habíamos hablado de eso.

-No lo que hablamos fue que ponerle frijoles, era lo mismo acrea una anomalía de la naturaleza y además...-Dennise solo se quedo calladaunos breves segundos, segundos en los cuales empezó a contorsiona su cara, comolo haría alguien que acaba de darse cuenta de una gran revelación y que almismo tiempo era insultado de la manera más fea posible- hijo de puta.

- lenguaje.

- púdrete.

- Viendo que ya te calmaste, aunque sea solo un poco- dijomientras se volvía a levanta- no tenemos dinero, solo hay dos personastrabajando en el proyecto y cualquier avance por mínimo que sea, es acompañadopor un retroceso cada vez mayor, simplemente no es posible llevarlo a cabo, almenos no en nuestra situación.