Lunes (TLH)

¿qué más puedo hacer?

Cuando era joven, zach Gurdle no tenia mayores aspiraciones en la vida que estudia, pasa tiempo con sus amigos y ver cualquier cosa relacionada con las conspiraciones; por eso, cuando se vio obligado entra en el ejército por el simple hecho de conocer a su amigo Lincoln, no sintió otra cosa que confusión, confusión en la que estuvo atrapado durante años.

El nunca culpo a su amigo por aquel hecho, y hasta el día de hoy no sabe si es porque le salvó la vida en una multitud de ocasiones, porque prefería odia a la hermana del mismo o porque simplemente, sabía que Lincoln había sufrido lo peor de ese hecho; al contrario, el enserio lo apreciaba, e incluso llego a pensar en un sinnúmero de ocasiones, que ese era el motivo por el que creó un centro de ayuda para ex militares.

El tenia treinta y dos años cuando el gobierno les dijo que podían comenzar una vida de civiles, al principio solo lograba pensaba en todos los motivos que debían tener detrás de esto, cuáles eran sus propósitos ocultos y como se beneficiarían de ello; después de todo, su amigo seguía siendo un ser con la fuerza necesaria para enfrentar a cualquier potencia mundial el solo, porque solo dejarían por cualquier motivo a tal armar libre, Estados Unidos estuvo más de una década defendiendo su postura contra la ONU y todas las naciones que la conformaban incluyendolo a el mismo, porque ahora. Pero era libre, él y todos sus amigos prefirieron solo toma su libertad y no pensar en los motivos, las teoría en su mente eran miles, e incluso varios años después, seguían aumentando, pero al final, solo pensaba, que al fin podía vivir su vida.

°°°

-Básicamente, secuestraste a una niña Lincoln –señalo Zach.

-Si ya me había dado cuenta

-Sabes que la estación de policía está a solo dos calles verdad –siguió señalando, al mismo tiempo que ponía una de sus manos en el hombro de Lincoln -incluso si no tienes teléfono, el sentido común de cualquier adulto debería ser llevarla a la comandancia más cercana.

-Ya entendí, incluso ya llamamos a la policía, puedes ponerte serio –dijo Lincoln mientras se quitaba la mano de su amigo del hombro y le pasaba cinco hojas previamente elegirás.

A zach no le tomó más de cinco minutos leer por completo el contenido de los papeles que le habían dado, pues la mayoría eran puros datos, estadísticas y imágenes ilustrativas; solo teniendo apenas dos páginas con verdaderos párrafos.

-Te lo dije, se lo dije a todos –sonrió Zach de oreja a oreja a la vez que comenzaba a golpea con el dorso de la mano, las cinco hojas que le había entregado Lincoln –El gobierno ya tenía la tecnología necesaria para clonarnos a todos desde hacer años y los robots en miniatura que le ponen al agua de la llave, es para sincronizar nuestros recuerdos con la nueva versión de nosotros, así nos reemplazaran a todos nosotros cuando les plazca, a todos menos a mí, porque yo solo bebo mi agua de cactus.

-Zach, te dije que esto es serio –dijo, casi en un trono de enojo, mientras le arrebataba de las manos las hojas a su amigo –ni siquiera sé cómo proceder con todo esto, quisiera solo pasa de largo, pero, ¿como pasó de largo?

-Símpeme adoptar a esa niña, por lo que veo su madre ya arreglo todo –Zach suspiro y vio directamente a los ojos de Lincoln, antes de cambiar su tono uno más sereno, un tono apagado –no llamamos a la policía solo por sentido común, fue para que no te complicaran mas la vida. Lincoln no estás vigilado, estas lo que le sigue a vigilado, no puedes hacer otra cosa además de comer, respirar y dormir sin llenar un informe, un informe que no solo será enviado a todas las naciones del mundo, sino que después de ser debidamente censurado, cualquier persona con internet lo podrá ver, estas todo el día con literalmente un escuadrón encubierto vigilándote en casi todo momento y solo digo casi, porque confió en la seguridad que le puse a esta habitación.