muy lejos.

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Aquel monstruo de metal que traspasaba las paredes de ladrillo como si de simple papel se tátara, no solo destruía todo a su paso a medida que avanzaba, sino que también se aseguraba de que no hubiera un solo lugar a la vista, que no estuviera en llamas.

Era tan grande como un camión y se movía casi igual de rápido que uno, su color era el rojo más intenso que había visto, pues el metal con el que estaba recubierto en su totalidad, estaba ardiendo en un rojo vivo, sus brazos no eran más que un pilar de llamas y un orificio de donde salían las más grandes llamaderas de fuego que había observado en toda mi vida.

Y allí, a mi lado estaba aquella señora tan molesta que hace menos de un minuto me había dicho que me protegería toda la vida, temblando ante la bestia llameante que teníamos delante. Recuerdo que la primera emoción que le vi tener tras su aparición, no fue otra que la sorpresa, la cual fue rápidamente cambiara al terror solo verme.

-vete, corre lo más rápido que puedas... yo luego... te alcanzare.

Enserio quería golpéala, se que esa cosa era algo que me mataría en segundos, pero ser tratada como un ser inferior por quien sea, me hacer despreciarlos de inmediato, yo no quería su protección, pero la necesitaba y lo sabía, por eso obedecí de inmediato su orden, si ella tanto quería ser la distracción de mi escape, no se lo impediría.

Corrí lo más rápido que pude atreves del humor y los escombros, esperando no solo llegar a mi habitación, sino que esta aun estuviera intacta, lo cual no fue así, igual que todo el edificio, esta se encontraba prendido en fuego.

Recuerdo que no sentía más que calor, que no podía respira, ni podía ver, solo podía moverme, así que me moví, avance unos pasos y con toda la fuerza y valor que pude reunir, levante el colchón llameante donde dormía, para poder alcanzar el lugar donde se encontraba lo único importante que aun me quedaba.

Un sobre y un poncho, lo último que me había dejado mi madre, aun intactos y en el mismo lugar donde los había dejado, quería gritar de felicidad, pero en vez de eso, solo los agarre. Abrace ambas cosas con todas mis fuerzas y salte por la ventana.

Después de eso, todo es confuso, como un sueño en donde vas de punto "A" a punto "B" de un momento a otro, lo único que se mantuvo en mi mente, fue aquella columna de fuego, tan alta como el cielo mismo y el enorme árbol que luchaba por no ser consumido por ella.

Enserio fue un pésimo primer día del año.

Estaba sola, pedida, cansada, ambientar y por sobre todo, estaba asustada. Casi muero, decenas de niños de mi edad e incluso más jóvenes si lo hicieron, algunos solo eran bebes, pero aun así les dispararon, todos esos hombre y mujeres, todos mataron como si para ellos eso no fuera más que algo de rutina y luego, ellos también murieron, ella solo los atravesó y los ignoro para hablar conmigo, ni siquiera los voltio a ver, por dios, aquel humo, tenia mas humor que aire en mis pulmones, me estaba rostizando viva, mientras veía como todo un edificio se caía a pedazos y esa máquina solo lo ocasiono con el simple hecho de avanza.

Pero lo que más me aterro de todo eso, fue que no sentí miedo, vi gente morí, vi el infierno desatarse enfrente de mí y luego, simplemente avance por él, porque actué así, pude haber muerto, tenía enfrente de mí a una tipa que ya ni siquiera se le considera humana y me anteví a tratarla como a una simple escoria a la cual no presta atención.

Vomite, vomite hasta que la única cosa que pude hacer, fue ponerme de rodillas en el suelo.

°°°

¿Por qué actué así?, como si no supiera la respuesta.

-Sí que soy una pinche llorona de cuarta.

Mi madre sigue con migo, siempre que vea a alguien con mis ojos o siempre que les hable, ella estará con migo, no importa que pase, ella siempre estará conmigo, por eso tengo que seguir.

-muy bien anciano, mas te vale ser la mera verga, porque mi madre no me envió a ese puñetero orfanato por nada.

Según las notas, el orfanato solo esta a una hora del parque que frecuenta, si no lo encuentro solo tengo que buscar una parada de camión cercana a ese parque o ir al centro de ayuda para retirados del ejército.

-espero no haber corrido muy lejos.

Lunes (TLH) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora