━━ El Jazz & (V)lues abre sus puertas para la celebración más esperada de todos los años. Aquí, lugar de admiración para grandes exponentes musicales, haremos tributo a nuestro más encantador jazzista:
Kim Taehyung.
Poneros...
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Capítulo 26
❝La salvación de la galaxia, por casualidad❞
Poco antes de morir, su madre le regaló un cassette para su adorado walkman. En este, enlistó su adiós. Taehyung lo supo en cuanto leyó la lista de canciones. Lo acertado de la selección le sacó, contra su voluntad, una sonrisa. Aunque el gesto era endeble. Aguado, considerando el estropicio de lágrimas que era su rostro entonces. Pero lo agradeció, sabiendo que esta vez no tendría el placer exultante de reproducir las canciones, con los ojos cerrados, una tras otra, buscando un mensaje, un recuerdo, una emoción. Anticipó el contenido de su obsequio y quiso rechazarlo, mas no tuvo valor para decepcionar a su madre. No cuando ella trató de, en lo posible, amenguar la pena enorme que vendría una vez partiera.
Lo que no supo su madre es que esta angustia inenarrable alejaría a Taehyung de la música. Que el cassette sería un museo de tristeza que no visitaría. No. ¿Cómo oír las portentosas voces de sus músicos favoritos cuando estos también cantaron para su madre y la hicieron reír, bailar, llorar? Y es que crecer con una madre artista volvía la vida un concierto constante. Pero sin ella, el recital acabó y todos se marcharon a casa mientras él permanecía en la fila del frente y en la oscuridad. No lo soportó. Enloquecería si se quedaba más tiempo en casa, por lo que huyó.
Y fue cuando se lo llevaron.
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Taehyung era apenas un niño cuando los Devastadores lo trajeron al espacio. Había sido un encargo, le dijeron. Pero nunca se enteró de quién o por qué. Solo supo que viviría. Lo cual, podría haberlo alegrado en otras circunstancias, de no ser porque esta concesión a su vida le costó una deuda colosal con el líder del Navío espacial en el que reside —Seokjin, como se nombra a veces el jefe.
