1

435 31 10
                                    

—Su día iba perfecto, genial, todo bien, se despertó con ánimos, "no ánimos de matar" eran ánimos de que su día iba a estar genial o eso parecía en un principio—

—Preparo un desayuno que sin duda sintió que había sido el mejor en todo el tiempo que llevaba viviendo solo, luego una ducha tibia, muy refrescante que le levantó más el animo—

—Para continuar, se colocó aquel traje negro, claro sin la típica corbata que debería de usar, ya que las detesta, siente que van a terminar matandolo antes que su trabajo—

—Luego de estar listo se encaminó a la sala de su casa y tomó las llaves de su auto, también su maletín que tenía muchos papeles, diseños y muchas cosas parecidas a eso—

—Se dirigió a la puerta y salió, cerrando está atrás de si mismo, subió a su auto, estaba claro que el no sonreía mucho y menos si estaba cómodo con su típico mal genio—

—Coloco en marcha el auto hacía la empresa en la que trabajaba, el dueño de esa gran empresa era Masaru Bakugou, Un hombre de unos cuarenta y seis años de edad, cabello castaño en punta, super amable y tranquilo, era sin duda alguien que siempre apesar de las bajas que tenga la empresa siempre, tiene una sonrisa en su rostro, sin preocupaciones—

—Ser hijo de alguien tan importante y genial es algo de lo cual sentirse orgulloso, claro está que de lo que no se sentía orgulloso era de no tener esa amabilidad y tranquilidad—

—Katsuki Bakugou, cabello rubio en punta muy igual a su padre, no es alguien muy tolerante, ni amable, esto gracias a que lo elogiaban demaciado de pequeño y eso lo llevo a ser demasiado orgulloso e a verse como el mejor entre todos el mismo—

—Hasta llegó a hacerle algo de bullying a un niño de su misma edad en esos tiempos pero, cambió eso un poco solo por qué dejo de caerle tan mal y bueno, no es como si en la actualidad se lleven bien, solo que ahora el chico no le teme como antes y a él no le desagrada tanto—

—Ahora, sin distraernos de la situación actual, Katsuki llego en veinte minutos a la empresa de su padre, antes de llegar a la entrada pudo, visualizar una cabellera castaña no tan corta ni tan larga atravesar la entrada pero, algo le decía que ya la había visto antes, se quedó con la duda pero, de igual forma no le importo mucho—

—Luego de entregarle a uno de los asistentes las llaves de su auto para que lo llevarán al estacionamiento, el se adentro a la empresa con los buenos ánimos que se tenía, no dió los buenos días pero, tampoco volteó a ver a nadie, solo se dirigió a su oficina que estaba en el piso superior, al parecer su secretaria no había llegado—

—"Esa maldita siempre llegando tarde" fue lo que penso pero, no se arruinaría su día de esa  manera—

—Habia llegado a la hora de siempre y temprano, diez minutos antes de las siete, hora a la que su padre siempre llegaba puntual—

—Su padre luego de llegar exactamente a las siete paso a su oficina a saludarlo, muy alegre y pasivo como siempre, hablaron unos minutos, más el mayor de los Bakugou, hasta que esté se decidió seguir con su trabajo y así mismo dejar a su hijo con el trabajo que le correspondía—

—El rubio se dispuso a revisar unos diseños que habían pensado en hacer unos días atrás pero, sentía algo muy extraño, desdé que llego... No, no fue desde que llegó.. es de todos los días, exactamente una semana atrás, algo le inquieta demaciado pero, siempre lo ignora y eso es justamente lo que hace en ese mismo momento—

—Su secretaria llegó y muy divertida como siempre, se disculpaba, colocando como excusa de que estaba muy cansada y anoche no había podido dormir bien—

—Le importa muy poco aquella excusa y le dejó ser, disiendole que no se repitan muy seguido eso, el no era compasivo pero, era la novia de su mejor amigo y seguro que no habría otra chica que llegara a soportarlo tanto, no quería tener que buscar a otra secretaria, además de que también la conocía desde hace mucho tiempo—

—Un esplendido día, todo iba bien y hubiera seguido bien de no ser por qué su padre le pidió que fuera a su oficina y lo que le pidió no era por qué no quisiera si no por qué, no tenía más que una expresión en el rostro y era la de "Sorpresa"—

      •••

(Estaba aburrida y pensando decidí escribir esto)

(Espero les guste!✨)

Bye

No me conocesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora