—Había pasado una hora desde que había llegado a la empresa con el rubio, su Jefe estaba tranquilamente revisando algunas cosas en su computador y ella se dirigía a dejarle unos documentos que había terminado de revisar la noche anterior—
—De repente un grupo de cuatro a cinco mujeres se hicieron presentes, sin ningún tipo de permiso en la oficina del hombre castaño—
—Buenos días, damas!— mencionó el hombre hacía las mujeres, la castaña por su parte, centro su visión en un estante que tenía muchos libros y tomó uno, luego se acercó a su Jefe y le mencionó algo poco entendible para las mujeres, también no era muy entendible por qué era entrecortada su voz—
—Masaru le asintió con levedad mientras le dedicaba una sonrisa la cual la chica dulce respondió con una muy cálida y parecida sonrisa, se despidió de las mujeres con su mano desocupada y mirando aquel libro salió, dando le privacidad a su Jefe para que las mujeres hablarán, lo que se que necesitaban hablar—
—Sabia que lo que dirían la implicaba a ella pero, no le interesa en lo absoluto lo que dijeran, sabe que su Jefe es muy astuto y podría manejar muy bien todo, como conducir con los ojos cerrados—
—En esos momentos no tenía muchos documentos por terminar por eso se dedicó un poco a leer el contenido de aquel libro que pertenecía a su amistoso Jefe—
—Masaru se mostraba muy tranquilo, no estaba para nada preocupado, ni nada por el estilo, conocía bien a esas mujeres y no era como si el fuera alguien al cual temerle pero, no se dejaba de nadie, bueno solo de su esposa, a esa mujer nadie la confrontaria, solo su hijo, que era su mismo retrato—
—Hay algún problema en las tiendas?— pregunta con paciencia esperando una respuesta de alguna hasta que se escuchó a una de las mujeres hablar—
—El problema no esta en la tienda— el castaño elevó una seja y dejó que prosiguiera— El problema lo tiene aquí en la empresa—
—De verdad?— mencionó como si no entendiera pero, claro que entendía y sabía a donde iba eso— ¿Y cual es?— las mujeres se notaban muy confiadas de si mismas—
—Esa chica que tiene como secretaria— mencionó otra mujer— Como es posible que ella trabajé aquí?—
—Cierto! No deberían tener personas como ella aquí ¿No cree que eso está mal?— esas mujeres de verdad que estaban confiadas pero, solo se estaban metiendo en terreno peligroso—
—Entonces es eso? Bueno...— el castaño se levantó y mientras llevaba sus brazos tras su espalda decía— Primero que todo no tengo por qué responder a esa clase de preguntas, segundo están discriminando a una chica por no poder hablar bien y tercero es mi secretaria, al tener el buen puesto de ser mi secretaria puede hecharlas de las tiendas a ustedes— su tono era sereno pero, bastante serio casi al tono de enojado—
—No puede hacer eso! Usted debe hecharla a ella!— ¡Error! Nunca le lleves la contraría a un Bakugou por más pasivo que sea, estás corriendo mucho peligro—
—Ah enserio? Parece que se te olvida con quién estás hablando ¿No crees que eso está mal?— le había hecho la misma pregunta que ella izo antes— Mi secretaria es alguien muy importante, no quiero saber de qué le falten el respeto una vez más y si lo hacen preparen sus cosas para irse, todas— hablo dejando a las mujeres con algo de nerviosismo—
—Si eso es todo, pueden retirarse— sonrió levemente mientras volvía a tomar asiento—
—Mientras que la castaña estaba muy concentrada en el libro, el elevador se abrió dejando ver a un rubio algo furioso, ella dejó el libro levantándose con rapidez y antes de que él llegara a la puerta de la oficina de Masaru, tironeo de su camisa blanca, entonces el la miro cambiando de expresión—
—Cara redonda?...— ella le izo señas de que no pasará entonces el se contuvo para no pasar y gritarle aquellas mujeres, la castaña se sentó nuevamente— ¿Las viejas esas todavía están hay?—
—La castaña iba asentir pero, antes de hacerlo la puerta de la oficina se abrió dejando ver como todas las mujeres salían de hay, decepcionadas por no cumplir lo que querían—
—No miraron un ningún momento a los ques estaban fuera de la oficina, eso pareció algo raro pero, no les importaba, la castaña se preocupó por su Jefe y el rubio solo quería saber lo que dijeron esas brujas—
—Despues de que desaparecieran en el elevador la castaña se encaminó con su libreta y lapicero hacía la puerta, tocando suavemente la puerta, al otro lado se escuchó un "Adelante" ella se adentro siendo seguida por el rubio—
—Ella escribió con rapidez en la libreta un— ¿Todo bien?— el castaño asintió y sonrió, haciendo señas de que se acercará, la castaña se izo a un lado de él y el rápidamente se levantó, para brindarle un abrazo a ella—
—El rubio como espectador no sabía que decir, era increíble que su padre ya hasta le daba abrazos a la castaña con mucha confianza—
—No pienso dejar que los demás te causen daño Ochako— la castaña dejo caer la libreta y el lapicero, correspondiendo el abrazo del hombre, el cual pudo notar las lágrimas de la chica—
—El rubio estaba sorprendido por qué podía escuchar algunos soyosos de la castaña, parecía como si su padre la conociera hace más de solo dos semanas, eso era muy extraño para el—
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Holas!✨Hoy otra nueva actualización para los lectores presiosos❣️
Espero estén muy bien en este día y disfruten este cap!✨
No olviden votar y comentar, saben que eso me hase feliz ❣️✨
BYE ✨💥🍡
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No me conoces
Fanfiction-De verdad?... Se estaba enamorando de la secretaria de su padre?- -No era tan malo, la conocía de antes y podría...- -No... Puras patrañas, el está jodidamente bien como está, eso de amor le estorbaria- -Ademas como decirle a la persona que rechaza...