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—Salieron a la misma hora de siempre, el la acompañó hasta el mismo edificio en el cual ella vivía en un apartamento muy espacioso y cómodo justamente para como ella era—

—Oye! Cara redonda!— mencionó mientras miraba a la chica fijamente—

—Se encontraban fuera del auto, mirándose fijamente, con mucho frío, frente al edificio en el cual vive la castaña y sin mover ni un solo musculo por el nerviosismo de ambos—

—En la mañana te pasaba algo.. ¿Que era?— pregunto sin quitar su mirada de la castaña, la cual solo negaba con la cabeza— No me digas que nada, por qué lo noté muy bien— la chica Con rapidez escribió en su libreta y le mostró al rubio—

—Solo, túve una pesadilla, nada malo— estaba escrito, el rubio la miro nuevamente para asegurarse de que realmente era la verdad y suspiró para decir—

—¿Cómo fue esa pesadilla?— pregunto y realmente solo quería saber si había algo tan malo como para que ella se viera con ese extraño semblante de antes, se preocupaba si—

—La castaña le miró para estar segura de lo que iba a escribir y luego de escribir solo la mirad de su pesadilla mostrarleselo—

—De niña me le declaraba a alguien, al parecer me rechazó y yo simplemente salí corriendo, en el sueño no se ve quien es ese alguien, no estoy segura, aunque quizás nunca paso...— el rubio dejo de leer hasta hay, ya que se acercó y tomó a la castaña de los hombros mirándola fijamente—

—Ni siquiera por un sueño, me recuerdas?— la castaña le miró extrañada al no entender, hasta que vio bien su rostro y recordar un poco le izo empujarlo— Uraraka?— pregunto mientras trataba de hacercarse—

—La castaña con algo de pánico se dió media vuelta y comenzó a correr hacia el edificio, el rubio pensó en seguirla pero, se detuvo al pensar que lo mejor era dejarla y ya el otro día hablaría con ella—

—La castaña no se detuvo ni en la pequeña recepción del edificio, corrió por las escaleras, en una se tropezó y se golpeó las rodillas pero, eso no izó que se detuviera, hasta que llegó a su departamento fue que comenzó a soyosar, a recordar mejor, a llorar con desesperación—

—Por que no solo recordó al chico, si no que recordó todo lo que paso en ese día que se declaró y todo comenzaba a ser un desastre en su cabeza—

—Su bolso calló a la pequeña alfombra de la sala, llegó al sofá donde comenzó a llorar más desconsolada, su celular comenzó a sonar pero, no lo escuchaba ya que estaba en el último rincón de su bolso—

—El rubio se marchó unos minutos después, de ver como ella se alejó, que más podía hacer, quizás no debió preguntar nada, igual a él no le importa lo que a ella le pase ¿No?... o mejor dicho el no admite que le a comenzado a importar todo de ella—

—De verdad quería que ella se recordá de que era el ese chico que veía en sus sueños? Diablos todo en lugar de ser bien bonito, recuerdas a ese amor y te sientes con el corazón en la mano por tanta felicidad era distinto—

—Todo se había ido al caño, quizo conseguir que le recordara algo que según el funcionaría—

—Pero no, el pregunto hasta hacer que ella se asustara con sus palabras por algo, al parecer el no la conocía—

—Y si no la conocía que iba hacer? No, aún peor! Cómo actuaría su padre al saber que la castaña se aterrorizó con las preguntas del rubio—

—Aunque... No era necesario que lo supiera pero, aún así nada estaba seguro y menos con lo que se avecinaba—

•••

—Habia amanecido, los rayos de luz que atravesaban la ventana de la sala, la hicieron abrir con lentitud sus ojos, que estaban levemente rojizos y con humedad seca—

—Se levantó de aquel sofá en el cual se había quedado dormida, soñando nuevamente la pesadilla pero, en este si logro ver el rostro del niño y al recordar realmente sentía una opresión en su pecho—

—Por que tenía que ser el? El hijo de su Jefe... Al cual admiraba y apreciaba con todo su corazón... Al cual veía como un padre... y al único 1ue vería como uno quizas—

—No es que no tuviera sentimientos hacía el chico, sus sueños no le hacían dejar de pensar en el pero, el solo pensar en las pesadillas que soñaba y las cuales habían sucedido en su pasado, le decían que no se acercará a el—

—Se levantó del sofá, acercándose a la alfombra para recoger su bolso y revisar la hora en su celular, faltaban veinte para las siete, luego de ver la hora rápidamente se aproximó a la ventana de la sala, desde hay pudo visualizar la entrada y percatarse de la presencia del rubio—

—La castaña tomo con firmeza su celular y marcó un número, antes de que contestarán ella estuvo tosiendo por unos segundos—

—<Buenos días?>— pregunto una voz masculina al otro lado del celular—

—<Bu-bue-nos di-as>— respondió con su voz entrecortada la castaña—

—<Oh! Ochako, eres tú! ¿Sucede algo malo?>— hablo con preocupación el hombre—

—<N-no- so-lo, n-no po-d-dre i-r h-oy>— trato de responder lo mejor que pudo la de mejillas rosadas—

—<Tranquila, puedo notar en tu tono de voz que estás algo enferma...>— respondió con todavía algo de preocupación—<Toma alguna medicina y no te esfuerces Ochako>— volvió hablar la voz masculina—

—<S-se lo a-grade-s-co Ma-sa-su>— para ella no eran extrañas las palabras de su Jefe—<N-nos ve-mos>— finalizó terminando aquella pequeña llamada con el castaño—

—Ella no tenía ni ganas, ni fuerzas para ir a la empresa y lo mejor había sido avisarle a su Jefe—

—Unos segundos después logro notar las llamadas que había resividó en la noche, las cuales eran unas treinta, nunca respondía a ese número por qué sabía a quien pertenecía y no quería hablar con esa persona, mucho menos ahora, no tenía cabeza para platicar—

—Rato despues solo decidió darse un largo baño tranquilizador y luego de eso fue que noto su cambió de temperatura, al parecer tenía fiebre y una grave tos que la quería matar, entonces supuso que estaría así por un par de días, quizás hasta el miércoles o el jueves—

••••••

Buenas noches!

Vengo a dejarles la actualización de hoy!☀️

Espero se encuentren bien!

Y que disfruten este capítulo!✨

BYE ✨


No me conocesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora