2. Vida

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El platinado miraba hacia el horizonte con preocupación, llevaba días sin ver señal de vida en cualquier isla.

-Me parece que ya debemos iniciar un nuevo plan, amigo-comentó Kristoff notando la expresión de su con-cuñado.

Este asintió, quizás en tiempos anteriores habría pensado que esa era la cosa más absurda del mundo, pero ahora no. Contaba con una esposa e hija que esperaban verlo con vida.

Luchaba por ellas, por tener una buena relación con su esposa y darle un mundo mejor a su hija.

-Quiero escribirle una carta a Elsa... Pero se nos acabó el papel-gruñó con frustración.

-Estuve conversando con la tripulación, y tenemos dos islas cerca-comentó el castaño-. Están Berk y Dyathe, ¿Nos acercamos a alguna?

Consideró sus dos opciones, analizando las ventajas y desventajas de cada reino. Tomó en cuenta que Dyathe se encontraba en una mejor ubicación, por lo que encontrarían el alimento necesario para mantenerse hasta llegar de vuelta a Arendelle.

-Sí, vayamos a Dyathe.

Si le tocaba elegir entre aquellos dos reinos, sin tener en cuenta las circunstancias, hubiera elegido a Berk sin duda. Todo eso porque, a pesar de haber nacido y ser criado en Gentia, su padre era originario de Berk, siendo hijo de una de las familias fundadoras: Los Hofferson. Sin embargo, debido a ser el último hijo de la familia, y a encontrar el amor fuera de su reino, abandonó Berk y se fue con su madre: Adelia Frost.

De esa forma, la pareja Hofferson Frost demostró que no importaban las circunstancias, el amor superaba cualquier. Ellos eran su ejemplo, y lo seguiría tanto como le fuera posible.

No tardaron mucho en llegar al pequeño reino y conseguir lo necesario para un buen descanso y posteriormente, un viaje.

-Las corrientes de agua han estado muy fuertes por el norte, quizás deberíamos irnos por el oeste- propuso el rey de Arendelle con seriedad.

-Tardaremos un poco más, pero al menos estaremos seguros-apoyó Jack.

Quizás no vería a su familia en unas semanas más, pero valía la pena si llegaba sano y salvo.

-Por cierto, un mercader estuvo diciendo que Estoico no aceptó el tratado-habló una vez más el casi rubio.

Jack dejó de mirar el mapa para prestarle atención a su hablar.

-Creí que los reinos estaban en buenos términos.

-Lo están, pero ahora todo es cuestión jerárquica - comentó Hugo, el rey de Dythe, quién se encontraba con ellos en ese momento.

-Estoico ignora todo eso, no creo que le haya de... - fue interrumpido.

-De hecho, si le importa -aclaró Hugo -. Se encarga de dejarle un buen reino a su hijo. Ese mocoso no tendrá que preocuparse por nada cuando llegue a ser rey si su padre sigue así.

-¿A qué te refieres?

-Bueno, para nadie es un secreto que Berk se encuentra en una de las mejores posiciones monetarias, y los demás pueblos somos sus... Ayudantes, así que todo se basa en ofrecer una mejor oferta. Son negocios necesarios.

El palatinado se quedó pensando en eso, era un asunto de mucha importancia.

Dio un largo suspiro y se levantó de la silla.

-Mañana tomaremos una decisión. Hoy estamos muy cansados como para pensar en eso.

Los otros dos, estuvieron de acuerdo con él pero no se movieron del lugar y continuaron hablando de la vida, esta vez de aspectos más normales y cotidianos.

Jack, por su parte, caminó hasta la pequeña cabaña que le habían ofrecido como alojamiento, y justo antes de apagar la vela, se dedicó a escribirle la carta a su adorada Elsa Snow, finalizandola con un, "Nos veremos pronto, corazón".

Porque rezaba a Dios para mantener el control de todo y poder llegar a su hogar, con su familia, con su vida.

Continuará..

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⏰ Última actualización: Dec 31, 2021 ⏰

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