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Todos aquí me miran con mucho pesar y lástima, entiendo su respeto, pero me incomoda eso.

–¿Podrías decirles que dejen de verme así? –le digo a Ben mientras nos dirigimos a nuestra siguiente clase.

–No lo hacen por hacerte sentir mal.

–Lo sé y se los agradezco, pero irritan.

–No les prestes atención.

–¿Crees que no lo intento? –nos sentamos en las sillas del salón –Ya van como veinte personas que se me acercan a decirme lo mismo, sin contar a los profesores.

–Solo intentan expresarte su dolor.

–Pero yo no lo quiero.

–Creo que-.

–Buenos días, chicos –entra la profe de química y eso hace que Ben no termine su oración. Mientras ella coloca sus cosas sobre el escritorio los chicos que estaban de pie o hablando, se sientan y guardan silencio –antes de comenzar quería decirte, Mesiak, que si hay algo que necesites o si no puedes entregar algún trabajo –miro a Ben mostrándole de lo que le estaba hablando y vuelvo a mirar a la profe –estará bien, toma el tiempo que necesites ¿Okey? –asiento con la cabeza y trato de darle una sonrisa, pero esta no logra salir.

–Sí, gracias –ella me regala una sonrisa y comienza a dar su clase.

Chicos, si me dejan darles un consejo, no hagan este tipo de cosas a personas que perdieron a alguien ¿Okey? Lo último que queremos es pesar y atención.



El día en el colegio fue... Diferente. Estoy llegando a mi casa, ahora mi padre trabaja acá, esto lo pidió antes de que ella se fuera para darle la sorpresa de que podríamos tener una posibilidad de irnos a vivir a la cabaña, y ya no puede cambiar esa decisión.

–¿'Pá? –digo apenas entro a la casa para saber en donde está.

–Mesiak, estoy aquí, en mi oficina –me dirijo a esta.

–¿Cómo estás? –está viendo su computadora, al parecer se encuentra haciendo unos gráficos.

–Un poco ocupado ¿Por?

–No, nada, es que estaba pensando en si te gustaría ver una película más tarde.

–No creo que vaya a poder –nunca quita su mirada del computador –pero tal vez otro día ¿Te parece?

–Sí, igual tenía que hacer unos trabajos –miento.

–Okey –me da una sonrisa –si quieres comer algo, pídelo –yo asiento con mi cabeza y me voy a mi cuarto.

Ya veo quién es más importante para él: Su trabajo. Me acuesto en mi cama y me quedo mirando al techo, creo que esta será mi nueva amiga.

¿Cómo se supone que vaya a sanar si no tengo de mi lado a una de las personas más importantes en mi vida? Ya sé, dije que no quiero atención, pero me refería a estar sobre mí siempre: Si ya comí, si ya hice mi tarea, si ya me duché, si ya estudié... Claro que quiero su atención, es mi padre: Quiero que me abrace, que me diga que todo va a estar bien, que nada nunca nos va a separar, que me ama, que me necesita.

Lo necesito en mi vida, necesito que él sea parte vital de esta; no quiero que se convierta en un extraño para mí, no quiero que se olvide de mí y nuestro amor se enfríe.

Tengo miedo; siento como una lágrima se desliza por mi rostro. No quiero sentir esto.



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⏰ Última actualización: Dec 31, 2021 ⏰

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Mesiak: La verdad sobre la mentira (I Parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora