Episode Final

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Tres meses después.


—Bien, amiguito... —dijo Yibo ligeramente al sacar a Si Zhui del asiento del auto que estaba frente a él.

Ignoró los pequeños sonidos de protesta que hizo el pequeño cuando lo puso sobre la acera y tomó una de sus manos pequeñas.

—Puedes caminar. —aseguró, divertido por el puchero que hizo el niño.

—No, no puedo. —argumentó Si Zhui, mirando a Yibo con la clase de audacia que Yibo encontraba divertida.

—¿No puedes? —preguntó Yibo al cerrar la puerta del auto.

—Nop —le contestó su hijo con una voz segura e incluso aunque Yibo había comenzado a caminar hacia su destino, el pequeño niño lo siguió diligentemente—. Papi, ¿Qué hacemos aquí?

Yibo bajó la vista a los ojos de corderito color café y puso una sonrisa en su rostro.

—Vas a jugar con algunos juguetes mientras papi conversa con alguien —dijo simplemente, sintiéndose estúpido por mentirle a un niño de tres años—. Suena divertido, ¿no?

—No sé —respondió Si Zhui inteligentemente, luciendo nervioso e inseguro. Por supuesto que no había forma de que Si Zhui recordase el edificio en el que estaban a punto de entrar, ya que la última vez que lo había visto había sido demasiado joven.

Era la oficina local de servicios infantiles. Yibo tenía una cita para hablar con un agente mientras un terapeuta infantil observaba el comportamiento de Si Zhui en la habitación de juegos. Yibo creía que la idea de pasar por todo el proceso de evaluación de nuevo era estúpida. La única diferencia ahora era que en vez de que un trabajador social fuera a su casa, ellos debían ir a la oficina.

Antes de subir a la oficina a la que tenían que ir, Yibo le sonrió amablemente a la recepcionista cuando entró a la sala de espera con el pequeño siguiéndolo a su lado. Escuchó una voz femenina hablando por teléfono a través de la puerta abierta y se aseguró de golpear antes de asomarse.

Cheng Xiao estaba sentada al escritorio levantando un dedo distraído mientras continuaba hablando.

—Entonces te veré el domingo. Sí. Está bien, Christine, gracias por comprender —dijo, mientras hojeaba una agenda y Yibo guiaba a Si Zhui dentro de la habitación—. Muy bien. Adiós.

Yibo esperó pacientemente mientras colgaba el teléfono y cerraba el libro que estaba enfrente de ella, antes de levantarse. Cheng Xiao sonrió profesionalmente al hacerlo, pero dejó desvanecer su sonrisa cuando sus ojos lo saludaron. Cheng Xiao frunció el ceño, deteniéndose.

—No... sabía que tú lo traerías. —le dijo y Yibo sólo parpadeó.

—Xiao Zhan está ocupado con un cliente —respondió, rígido.

Observó la expresión en sus ojos y la reconoció como miedo. No lo quería ahí, y él no estaba sorprendido. Aunque no es como que Cheng Xiao tuviera muchas opciones en ese momento.

—Bien, comencemos —hizo una seña hacia la habitación de juegos que estaba a un lado de su oficina, antes de dar unos pasos hacia allá. Bajó la vista a Si Zhui y le sonrió amablemente—. Hay muchos juguetes ahí.

Yibo bajó la vista también para ver la reacción del niño. De alguna manera, pareció esconderse detrás de la pierna de Yibo, mirando a Cheng Xiao con una expresión cautelosa.

—¿Quieres ir a jugar, amiguito? —le preguntó Yibo, haciendo que el pequeño lo mirara—. Papi tiene que hablar con ella por unos minutos.

Cheng Xiao le ofreció una mano.

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